Capitulo 40 "Sangre" Final de temporada

Las nubes que cubrían las estrellas en purpura, mientras el atardecer se tornaba rojizo, mezclándose con el color del liquido emanado de mi cuerpo, corría a través de mis brazos y piernas, labios, ojos, todo mi cuerpo se estaba convirtiendo en liquido metálico mientras mi alma solo volaba a través de un camino ardiente, vi una última vez el cielo y una débil sonrisa se formo en mis labios, sus alas se tiñeron de escarlata, sus labios me hablaban pero no podía oír lo que decía, supe que estaba muriendo, quizás no volvería  a verlo, no importa que tan rápido corramos, volemos, siempre nos encontraran, la única forma en que nuestras almas sean una, es dejar que mi cuerpo sangre hasta que Bill ya no tenga que esperarme…

Narra Tom

Mis gritos resonaban por el departamento, el tiempo se hizo lento, su voz distante, Liz estaba encerrada en el baño, no abría la puerta, deje de sentir su aura.

-Liz abre la maldita puerta…!!- Escuche un quejido, largo doloroso, algo marchaba mal.-No te atrevas a desafiarme.

-Bill… no te vayas…

Oí su voz aun desde afuera de la puerta, el aleteo de las alas de mi hermano…

-Volveré por ti, nunca rompería nuestra promesa, mi vida…-Dijo William

Luego ambas voces se detuvieron, golpee la puerta y se abrió, por momentos olvide que pude quemarla, mi mente estaba bloqueada.

-Tenemos que irnos Elizabeth, ahora, no hay tiempo para despedidas…

Dije furioso al oír la voz de William, sus alas pero el ya no estaba aquí, solo mi pequeña Elizabeth en el piso, la tome aunque mi cuerpo temblaba,  sus ojos estaban cerrados, sangraba por los ojos, labios y nariz, incluso de su piel, casi no respiraba, la estaba perdiendo, Liz estaba muriendo en mis brazos.

Narra Bill

Deje a Liz con Tom, tenía que hacerlo o el iría tras nosotros. Su cuerpo  no soporta las regresiones y los cambios de lugar, está muriendo y eso se siente como mil espadas atravesándome,  solo la daga puede curarla, tiene que encontrarla, hoy antes de medianoche y estaremos juntos en el cielo, volveré por ella.

Volé hasta Paris, me quede en un bosque casi oscurecía, las nueve de la noche, paso una hora en que solo pensé en ella y en los momentos que vendrían.

Sentí un crujido, su aura junto a mí, su aroma, pero luego desplego unas doradas alas y me di cuenta  que era Hope.

-Elizabeth…

-Adivina otra vez- Dijo, olía a Elizabeth, incluso tenía su aura, sus ojos parecían hipnotizarme.

-Vete… no sé cómo puedes acercarte a mi después de hacer algo tan horrible

-William… ¿Lograras perdonarme algún día?

-No… no… puedo…

Su voz era diferente, se acerco a mí un poco mas, quería irme de ahí pero estaba confundido, sentía que ella era Liz, incluso la vi en sus ojos.

-Esto casi no dolerá William-Tomo mi mano y enterró un cuchillo que atravesó mi piel. -Así es mejor…

Grite de dolor, la herida en mi mano quemaba, Hope hizo lo mismo en su palma y tuve terror de lo que haría.

Intente correr seguro este era uno de sus hechizos, el cuchillo tenia veneno… corrí esquivando algunos árboles pero ya estaba muy débil, caí de rodillas al piso la palma de mi mano sangraba, también la suya.

Sentí que me dormía, todo desapareció, entrelazo su manos con la mía, nuestra sangre se mezclaba, sus ojos ya no eran los de Elizabeth… una vez más Hope me tiene en sus manos.

, -¿Qué… me hiciste…?

-Bill el amor es una cosa de gravedad… solo necesitas un empujón para caer… es lo que hice

-Tengo que ir con Elizabeth…

-¿Ella? Ya estará entregándole la daga a Lucifer… todos se han enterado William, esta noche la guardiana de la daga morirá, su alma por el arma, los ejércitos del cielo e infierno van tras ella…-Susurro.- Y esta vez no puedes salvarla…

-Tengo que…- No pude moverme

-No intentes huir no vale la pena, solo unos minutos más

-Me drogaste…!!

-Es más que eso amor mío

Mire el anillo que Liz me dio, ella se estaba yendo, alejándose de mi mente, lo que la sujetaba se soltó y deje de recordar, cada momento vivido empezó a desaparecer de mi memoria, ni su aura ni su aroma, ni sus ojos ni sus besos… mi mente era simplemente Hope, mirándome con su hermosa sonrisa,  su cabello al viento…

…Elizabeth se estaba desangrando de mí.

En mi mano había un anillo, las últimas palabras que quedaban…

“Por favor, esta es la promesa que me esperaras”

Hope lo saco y se encendió en una llama blanca sin embargo no pudo quemarse, hizo una mueca de disgusto y lo arrojo al pasto. Lo mire y no lo reconocí, ya no había nada en mi mente que me hiciera pensar en ella, Hope me sonrió, mire mi mano, no había marca ni dolor. Le sonreí de vuelta.

-¿Vámonos a casa William?

-Claro mi amor… vámonos.

Ambos extendimos nuestras alas, beso mis labios y la rodee con mis brazos, el beso se extendió por minutos, no necesitábamos respirar, no había nadie más en quien pensar, solo sentir nuestros labios unidos para siempre.

Un “Te amo” se escapo de mis labios, de verdad la amaba.

-Lo sé mi amor…-Dijo- Vamos…

Tomo mi mano y nos elevamos al cielo, un anillo brillaba entre el pasto bajo el manto de cielo purpura haciéndose cada vez más pequeño borrándose de mi memoria…

Narra Liz

Desperté en una habitación, abrí mis ojos  con dificultad, había una pequeña ventana por la que se veían las luces de una desconocida ciudad, la hermosa torre Eiffel, ya estábamos en Paris.

-Sabía que despertarías…

-¿Adam?- Dije con un hilo de voz, sentía sabor metálico y la garganta seca.- ¿Qué me paso?

-Despertaste hermosa, fue solo un mareo…-Adam dijo dando una mirada hacia la puerta- Tenemos que irnos.

-¿Cómo sabremos donde está la daga?

-Vendrá a ti pequeña- Me respondió Tom desde la puerta- Me alegro de ver que estas bien

-Te ves cansado… ¿Por qué no duermes un poco?

Sus ojos tenían ojeras, quizás estuvo llorando. Me miro con desprecio en su mirada ya no había amor, solo obsesión y odio.

Me levante y empecé a vestirme con una camisa blanca y una chaqueta de cuero, busque la cadena que Bill me dio entre mi ropa, recordando el momento en que me prometió que me esperaría, no tenía idea a donde iríamos, ni que encontraríamos, no sabía si sobreviviría o moriría, pero de algo estaba segura… esa noche seria libre de mi destino, esa noche seria de Bill.

-Estoy lista.

-Vamos.- Tom tomo mi brazo y susurro en mi oído- No te preocupes, le diré a tu angelito que los demonios te asesinaron… y no que estas revolcándote conmigo en el infierno mientras mi padre destruye tu precioso planeta…

Sentí un ardor que entro con las palabras de Tom a mi cabeza, el nos escucho, se dio cuenta de mi plan con Bill. Me limpie rápidamente las lagrimas de sangre con la manga de mi chaqueta antes de que Tom lo supiera, aguarde el dolor en mi cabeza y me quede en silencio, no estaba segura de poder hablar.

-Luego pueden discutir y todo lo que quieran, se nos acaba el tiempo…- Gruño Adam arrastrándonos a ambos hasta su auto, seguramente robado- Liz no aguantara mucho

Subimos al auto dando vueltas por Paris, mi camisa blanca se arruino por esas estúpidas gotas de sangre, incesantes junto con el dolor en mi cabeza que se extendió hasta mi pecho, ya no pude soportar las arcadas…

Narra Tom

Minutos después de salir en busca de la daga, Liz abandono el auto, corrió hacia un pequeño parque que había cerca, sujetándose contra un árbol dejo salir una gran cantidad de sangre por la boca, la mire y vi sus ojos, estaba asustada, agobiada por el dolor en la garganta, fui tras ella y logre sujetarla, casi no respiraba, sentí miedo por su vida, por la mía.

Si algo llegara a pasarle antes de liberar a Lucifer seria mi fin.

-Pequeña… aguanta solo un poco mas…

-Tengo nauseas…

Mis ojos perdidos la miraban lleno de agonía, la tome con cuidado del brazo.

-Vamos al auto

-No!- Dijo y volvieron las arcadas- Es aquí… La Catedral de Notre Dame…

No pude evitar la sonrisa que se formo en mis labios,  estaba aquí, lo que por tanto tiempo busque al fin estaba por conseguirlo, mis ojos se volvieron negros la mirada de Elizabeth era vacía.

Se paro del suelo y entramos, Adam iba tras nosotros.

Narra Liz

Mi vista se habían distorsionado  tanto como mis pensamientos, entramos a la enorme catedral de Paris, habían pinturas y esculturas de santos en las paredes, vitrales, todo el lugar era una obra de arte.

-Rápido por aquí…- Adam tomo mi brazo y me empujo camino a una puerta de madera oscura, las imágenes de Dios y los santos por segundos se convertían en demonios, ojos negros, sentí que los míos también se volvían oscuros, tenia alas y ansiaban salir de mi, ambos lados luchaban contra mi piel, la debilidad no me permitía mantenerme, me inundo el susto al darme cuenta que al fin había encontrado una respuesta, mi frágil cuerpo dejaba una línea de sangre.

-Esperen… no estamos solos…-Dijo Tom, un incesante aleteo de ángeles retumbo en la catedral, el ejercito del cielo iba por mi.

Adam se enfrento a ellos matando a unos pocos pero eran demasiados, la luz emitida de sus alas dejo ver una escalera que bajaba por la puerta de madera.

-Vamos pequeña… rápido, ven conmigo- Me ofreció su mano para bajar con él.

-Tom tengo miedo…

-Estoy contigo…- Beso mis labios- Te amo.

-Yo…

Desvié mi vista lejos de los ojos de Tom, tuve una opresión por lo que estaba a punto de hacer, traicionarlo esta vez sin regreso, sin perdón.

Tom y yo seriamos enemigos en esta batalla, el me odiara para siempre a causa de mi traición.

-Vamos- Bajamos con cuidado, casi olvide el dolor y la sangre que era mas y mas, abajo estaba completamente oscuro, vacio, encendí una bolita de fuego para iluminar pero fue peor, caí al piso, Tom corrió a mi auxilio, debió haberlo prevenido, la tenebrosa voz hablándome en mi cabeza estaba ahí, la voz de Lucifer nos hablaba, junto con muchos demonios escondidos en ese lugar, quizás por milenios esperando el momento en que yo llegara a liberar a su Dios…

-Estas aquí pequeña Elizabeth…

-Padre- Hablo Tom, su voz temblaba- Liz está muriendo... arriba hay ángeles que vienen a matarla… no soportara mucho… haz algo por favor padre

-Lo hare luego de que cumpla su promesa… ¿Recuerdas Elizabeth?

-Lo hare.- Dije con las pocas fuerzas que tenia, tome la cadenita, la apreté con fuerza recodando a Bill, nuestro último beso, nuestra última promesa.

-No, no, no… no tan rápido… tenemos que hablar.

Tom tomo mi mano con fuerza, algunos demonios se lanzaron a mi arrojándome al suelo nuevamente, y Tom los quemo con una sola mirada, ambos sabíamos lo que estaba por ocurrir.

-Primero saca a todos estos malditos de aquí, aléjalos de Elizabeth…

-Ellos no le harán daño, a quien deberías temer es a mi Thomas

Guardo silencio, me levante enfrentando la voz que resonaba en las paredes invisibles por la oscuridad, sin embargo algo de luz se filtraba a través de una pequeña ventana haciéndome notar un círculo de sangre que se formo alrededor de mí.

-Se lo que quieres hablar-Le dije segura a Lucifer, escuche su horrible risa burlandose.

-Liz… no hay lugar en la tierra donde te puedas esconder de mi… aun con ese angelito amigo tuyo… ¿Es cierto que estas por traicionarme?

Apenas cerré los parpados para respirar, el aire no entraba a mis pulmones, mire el suelo intentando olvidar el miedo que sentía, Tom se acerco a mí y susurro…

-¿Es cierto pequeña traidora?- Dijo con rencor y luego fijo su vista en el circulo escarlata formándose de mi sangre, formaba un pentagrama, en el centro un rayo de luz bajo del cielo y a la vez ascendió del infierno, la habitación se empezó a llenar de sombras.

-…le daré la daga a Bill, es cierto.

Apenas oí mis palabras, antes de volver mi vista al círculo y la luz, vi que por los ojos de Tom resbalaba una solitaria lagrima que partió mi corazón en dos.

-Yo no estaría tan seguro de eso…- Respondió Lucifer luego de minutos de silencio- Acércate a la luz en el circulo

Me arrastre a la luz, ya no soportaba el dolor en mi cabeza, Tom guardaba silencio, me concentre en esa luz, en el centro estaba la daga, era poderosa pude sentirlo, solo verla hizo que mi piel quemara, la tome y la luz se disipo un poco pero aun estaba ahí como una pantalla.

-Es tuya Elizabeth Armstrong, eres la primera guardiana que sobrevive a la daga… ahora tú decides que hacer con ella, pero quiero que veas esto…

La luz me hizo ver a Bill, estaba con alguien, sus alas doradas, su cabello castaño brillante, su piel llena de vida, ambos labios besándose, su cuerpo en brazos que no eran los míos, sus manos rodeándola con pasión, un “te amo” voló de sus labios con el viento me hizo gemir de dolor, Hope y el volaron lejos hasta que no pude verlos…

-Hope marco a Bill con sangre, el te olvido te borraste de sus recuerdos, le pertenece a Hope, es hora de que lo entiendas, ustedes nunca estarán juntos Liz, no es tu destino.

-Lo prometiste Bill…- Le hable a su imagen sin pensar que no podía oírme, luego desapareció.

 Miles de lágrimas bajaron por mis ojos, Tom sonreía de lado, apreté la cadena con fuerza hasta que lastimo mi piel haciendo un profundo corte, sin embargo no más profundo que el agujero en mi corazón.

Había sentido muchas cosas al lado de Bill. Había sentido su piel calentándose por el simple tacto, a mi sangre hirviendo con una mirada, a mis labios sintiendo cosquillas cada vez que lo besaba, a sus majestuosas alas rodearme y protegerme sintiéndome solo suya, la rabia del engaño y la pena de su alejamiento.

Todas las sensaciones humanas e inmortales que pude sentir con él, no se comparaban al dolor de ese momento. Mi corazón volvió a bombear cuando solo quería que se detuviera…

-Tú decides- Me decían las voces en mi cabeza, algunas eran solo susurros y otros gritos.

La daga estaba en mis manos, de a poco su energía se traspaso a mi cuerpo, el dolor se transformo en ira, el llanto en risas…- Tú decides… tú decides…

-Mátalos a todos…- Dijo Lucifer, asentí.

Di un grito de dolor, y atravesé a cada demonio en esa habitación, mientras ellos cayeron uno a uno convertidos en cenizas, mis heridas se curaron, deje de sangrar, el color de mi piel volvió y el brillo de mi cabello, mi cuerpo se volvió más hermoso y esbelto, la felicidad de verlos a todos muertos supero el dolor de la traición.

-¿Lo ves?... Eres una de nosotros… siempre lo has sido, serás recompensada Elizabeth… tendrás un hijo y será más poderoso que Dios… solo espera lo que está creciendo en ti…

A penas pude moverme, toque mi estomago… ¿Cómo era posible?

Tom camino hasta mi, paso su mano por el filo de la daga sin que le dañara, me dijo- Sabes que hacer…

-Tú decides pequeña…

Mis latidos se aceleraron, le di la daga a Tom, cerré los ojos… aun sosteniendo la cadena, una luz inundo la catedral de Notre Dame haciendo una explosión… mis ojos se volvieron negros, para siempre, Lucifer era libre, y estaba agradecido, Tom volvió con una sonrisa triunfante, leí en sus ojos… “te dije que serias mía”, me rodeo con sus brazos, ambos nos perdimos en un beso apasionado, tomo mi mano guiándome a nuestro hogar, la llamas ya no quemaban, el olor a azufre se volvió una droga… arranque la cadena y deje que se quemara en las llamas del infierno.

                                                                     ¿Fin?

Holaaaaaaaaaaaaa!! Soy Alex ¿VEN? ¿QUE LES DIJE? QUE ESPERARAN AL FINAL! NADA ESTABA ESCRITO LES DIJE QUE TENIAN QUE ESPERAR xD bueno ame el capi lo escribio Katty le quedo *-----------------------------* hemosho >__<.

¿Como estan? espero que bien, les tenia que decir que NO esa no es la sorpresa Stacy, pero sera publicada pronto, lo pensaremos en publicarlo mañana todo depende de los comentarios ;) 

Lyz se quedo con Tom y desato el infierno en la tierra Wua ajajajajaj xD-

Este es el plan, despues de este ultimo capi no subiremos de la segunda temporada como en una o dos semanas para adelantar capis, salir de las pruebas etc. Por lo tanto publicare un One Shot que aun no termino y pretendo terminar es de 5 capitulos mas o menos para tenerlas entretenidas durante la espera e.e

Buen decirles gracias por los comentarios se que desilusionaremos a muchas por la elección de Liz :/ peru bueeeeno aun hay segunda temporada ;)

Un abrazo psicologico desde la distancia, cuidense y nos vemos en la segunda temporada de EVIL ANGEL (derechos reservados para nosotras) xD

Adioshin

Atte Alex

E.A