sábado, 31 de marzo de 2012

Capítulo 19 “No puedo enfrentar la verdad”

-Te extrañe…- Dijo, me recorrió un escalofrió… el ya no era mi amigo.
-Tú… tú…no eres Jimmy.

Deje de abrazarlo, sus ojos eran completamente negros, sus manos se apretaron en mi cintura, un escalofrió recorrió mi cuerpo.
-¿Qué pasa pequeña? ¿No reconoces a tu amigo?- Me dijo Tom
-¿Qué le hiciste?- mis voz temblaba- él no es Jimmy- Tom se acerco a nosotros, y se detuvo observando un instante a Jimmy, mientras que el seguía con la mirada fija en mi, y eso me ponía nerviosa…
-Tienes razón, está un poco cambiado, nada que unos días en el infierno no le hayan hecho daño- sonrió, Jimmy miro el piso, contemplaba su alma, los gritos los lamentos que tuvo que ver, sobrevivir allí, unos días eran una eternidad…
-Jimmy…- Pase mi mano por su cabello, el esquivó la caricia y retrocedió, su mirada era escalofriante helaba cada parte de mi cuerpo
-Vi a Alice, y también estuve con Jared…- Dijo, luego sonrió- están bien, dicen que te mandan saludos… ¿Cuándo iras a visitarlos?- Su crueldad se hacía presente con cada palabra.
-No, Tom…- El me miro- ¿Dónde está?...
-¿Qué cosa?- dijo
-El alma de Jimmy, el no lo es, y lo sabes bien, el es un demonio
-Rió- Pequeña- se acerco, amaba tenerlo cerca, pero mi sexto sentido se activo, pero mi instinto se encargo de apagarlo por un momento, sus manos se posaron en mi cara y con sus pulgares acaricio mis mejillas, mis lagrimas se desbordaban… Jimmy se había ido otra vez…- Veras el escogió su camino… y tú tienes que escoger el tuyo… Sé que puedo encontrar el fuego en tus ojos…- Deposito un beso en mi mejilla y desaparecieron ambos… Me quede sola en el departamento, caí de rodillas, y me acurruque en posición fetal… Es tiempo de pensar…
Narra Bill
Las gotas caían sobre mi cara, mi cabello, y ocultando mis lagrimas, odia admitirlo, le mentí a Elizabeth, yo no era su guardián, pero me acerco mucho, ese estúpido de Logan… Apareció justo pero, algo me extraña, el no trabaja solo, debe haber muchos de ellos en la tierra… Y si esta él, también debió haber bajado… Ella…
Me encontraba en el edificio más alto de esta ciudad, sentado en la orilla del edificio pensando en Liz, mirar el cielo, rosado y alumbrado por los truenos, me recuerda lo enojado que esta mi padre… ¿Por qué? me tuve que enamorar de Elizabeth… Ella es la respuesta a mis incógnitas… Ella era mi salvación…
-No ganas nada con huir ¿Sabes?- Mal momento… Muy mal momento
-Thomas… Por favor… ya tienes tu trato ahora lárgate...- Mi voz sonaba cansada
-Vamos William, no seas una niñita…- Se paro en una esquina
-¿Cómo me encontraste?- dije, la lluvia comenzaba a empaparme
-Suelo venir aquí cuando no se qué hacer… Y veo que no soy el único- dijo- algo que tengamos en común
-Reí- tú y yo no tenemos nada…
-Fuiste mi hermano algunas ves…
-Eso se quedo en el pasado…- Me pare, y contemple a la humanidad desde la altura del edificio, seres que no entienden el porqué están aquí…
-Sabes… Si trabajaremos juntos… Al menos deberías ser más amable
-¿Amable?... Contigo… Déjame pensarlo… mmmm… No, creo que no, evito  hacer amistades con demonios…
-Rió- Sabes… Si Elizabeth, elije el infierno, yo mismo me encargare de sacarte pluma por pluma en la batalla final…
-Pues tendrás que aguantarte, has hecho un trato…
-Tienes miedo, se muy bien, que Logan apareció…  Y que el puede llevarse a Liz…
-Vaya… ¿Qué rápido vuelan los chismes?- dije
-Nada que un buen esclavo no te diga…- Se acerco a mí… Thomas era mi lado oscuro como yo era su lado de luz, era estar frente a un espejo…- Y si esta Logan…
-¡Cállate!-No podría pronunciar su nombre- será mejor que te preocupes por tus asuntos, si demonios como tu están pasando del infierno aquí, es porque alguien ya no te brinda protección de abajo… Nos vemos Thomas.
Desplegué mis alas, las gotas de lluvia las comenzaban a mojar, me lancé del edificio dejando atrás a Thomas, y sus estúpidos juegos mentales, caía y caía, hasta que tome el vuelo suficiente para elevarme y perderme entre las nueves…
Narra Tom
Bien, Jimmy es uno de los nuestro, así convencerá mas rápido a Elizabeth, casi todos sus amigos están en el infierno, Alice por cobarde, se suicidó, Jared tenia cuentas pendientes y Jimmy por amor… Por amor… Por amor… Por amor… ¿Qué es eso? ¿Sera lo que siento por Elizabeth? No puede ser, los demonios no sienten, me estoy desviando de mi objetivo…
La daga
Lucifer esta impaciente, y si Bill tiene razón, esta perdiendo la fe en mi, tengo que comunicarme con el…
Necesito un humano, y sangre… Mucha sangre… Nada que no pueda encontrar en un bar… Si quería abrir un portal, necesitaba ciertos ingredientes-Reí- Me fui al bar, a las afuera había una prostituta, al parecer su vida había sido catastrófica desde que nació, huérfana fue adoptada por una familia su padrastro la maltrataba y trato de abusar de ella, escapo de casa y nunca logro la independencia de la prostitución. Me acerque a ella, pelo negro ojos grises y tés blanca, su nombre… Bianca. Cayendo fácilmente en mis redes… Hacia la perdición… Una vez ya dentro del hotel… ¿Por qué no divertirme un rato?
 2 horas después…
Me serví un vaso de vodka, mientras observaba, como se vestía Bianca, se acercó a mí para cobrarme por sus servicios… -Reí.
-Debo irme…-me dijo
-No… No lo creo…- Deje el vaso en la mesa, y saque mi navaja, tome su cuello, su cara de sorpresa fue lo mejor…
-Shh… Pronto nos veremos…- Corte su vena yugular, abriéndose un poso de sangre en el piso, su alma abandono su cuerpo, sus ojos se apagaron, me encargue de cerrarlos, odio cuando los cadáveres quedan mirándome…
Me agache hacia el piso y comencé a trazar un símbolo para invocar a Lucifer.


Mi dedo se deslizaba por el frio del suelo, cada vez  el cadáver expulsaba más sangre, una vez terminado, y trazado el último lado de la estrella, seguía el rezo
-Te invocant Lucifer rex inferni pater infelix dominus passus, ego petentibus coram
La estrella comenzó  a brillar, desde las puntas hacia el centro, camine hacia atrás, el portal comenzó a abrirse, los gritos se hicieron presentes, el olor azufre se apodero de la habitación y su voz me saco de mis pensamientos.
-Thomas…
-Padre…- Me arrodille ante el
-No eres digno de llamarme padre… Me has traicionado…
-No padre…- le dije
-¿Te atreves a contradecirme?- Un dolor se hiso presente en mi cuerpo, como si el fuego del infierno estuviera concentrado en mi…- Te has enamorado Tom… Y ya no tengo la confianza que te tenía…- El dolor cesó.
-Padre… No, me eh enamorado y menos de una mortal…
-Te estas demorando… eh puesto algunos de tus hermanos en acción, pues tú ya no me sirves
-¡No! Pero, si es por tiempo sé que me eh demorado, pero también, hay nuevos ángeles en la tierra, y no son caídos, tengo que retomar la confianza de Elizabeth, necesito más…
-¿Tiempo? Yo eh estado toda una eternidad aquí, no quiero esperar más, te daré una segunda oportunidad, espero que no la desperdicies… Pero para asegurarme que lo harás…-Río, su risa me causo un escalofrío recorrer toda mi espalda, el miedo se apodero de mi- Te dejare un pequeño recuerdo…
Dos sombras negras salieron del portal, me tomaron de los brazos y me presionaron contra la pared, además de sentir, a una presencia conocida…
-Hola Tom…
-Alex…- Su ojos verdes, repletos de maldad pura, consumían lo poco de humano que tenía
-Esto, solo dolerá un segundo… o tal vez más…-Rió
Saco una Oz, aparto a una de las sombras de mi brazo, una gota de sudor cayo por mi frente, la filosa Oz se posó en mi ante brazo, sentí un leve pinchazo, luego una presión más fuerte, hasta que sentí como comenzaba en enterrar la punta de la Oz en mi piel
-¡Paraaaaaa!- intente moverme, pero habían más sombras sobre mi cuerpo, mi sangre comenzaba a escurrirse por la Oz, desde el interior de mi brazo, algo quemaba mi carne, mi piel…
-Es solo una lección Thomas…- Escuche a Lucifer- Para que no olvides tu misión…
Algo comenzó a moverse dentro de la herida, luego a arrastrarse, fije mi mirada en mi brazo, Alex sonreía, una serpiente de unos veinte centímetro se arrastraba desde la herida hacia mi mano enrollándose en mi brazo, por mi mano, hasta centrarse en el dorso de la mano, sus colmillos se clavaron en mi piel y el ardor fluyo hasta mi corazón, la serpiente se consumió, tatuándose su figura por todo los lados en que su cuerpo ya calcinado se hallaba, cada vez que la tinta aparecía era como fuego recorriendo mis venas.
La Oz se retiró de mi piel, caí sobre el charco de sangre que se había formado, Alex se bufo de mí, me dio un sonrisa falsa y se volvió hacia el portal con todas sus sombras…
-Thomas…- estaba acostado de espalda en el piso, mis ojos yacían cerrados, mi respiración agitada y el dolor latente en mi brazo, solo mis oídos estaba activos- Cuando toques algo con esa mano, ten cuidado, lo podrás envenenar al instante, si quieres librarte de eso, tráeme la daga, te recomiendo que uses un guante, si quieres estar con Elizabeth…
Su nombre me hiso abrir los ojos, su sonrisa me dio más ánimo, y su olor me hace sentir que estoy vivo, no podré acercarme a Elizabeth, sin hacerle daño, me levante…
-Debo irme, me espera una nueva alma, creo que era una prostituta… Se llama Bianca… Gracias por el alma…-Se comenzaba a alejar, pero se devolvió- Y… Thomas… Limpia ese cadáver la pestilencia es asquerosa… -lo mire con enojo, mientras observaba la nueva marca de mi condena.
Narra Elizabeth
Me levante del suelo, limpie mis lágrimas, quería respuestas y debía conseguirlas por mi propia cuenta, fui hasta mi habitación, y busque entre mis libros, donde lo tenía escondido, el frasco con agua bendita, cerré mi escondite, oculto por los libros y me fui a la sala, moví el sillón, me quite los zapatos, y me senté en el suelo en posición del yoga, abrí el frasco, hice el circulo sagrado, el portal que me guiara hacia mis respuestas.
Concentre, mi mente, mi cuerpo y mis emociones en lo que es el paso de mi alma hacia el pasado, tenía que tener cuidado si quería volver al presente…
Todo estaba blanco, mi voz era un eco, cada, me daba vueltas y vueltas, pero no podía oír a nadie
-Llegaste por fin…
-¿Quién está ahí?- tenía miedo
-Soy Mike…- Apareció un demonio, si era un demonio podía verlo en sus ojos completamente negros, su pelo era rubio y su tez blanca- No me tengas miedo, ¿Quieres saber cuántos guardianes había elegido el infierno?
-¿Eligieron el infierno?
-Claro, yo lo escogí, pero el cielo interrumpe antes… créeme… Me mataron y cayó en el guardián que estaba antes que ti… No recuerdo el nombre, nunca fui bueno para eso-Rió-
-Pero… Pero…
-Tranquila yo te mostrare, un pasado de los años 60
Tomo mi mano, y todo dio vueltas, luego aparecimos en una ciudad, con playa, las gaviotas gritaban, asustadas de algo, en el cielo se formaba un círculo de nubes, había viento y toda la gente corría a sus casas, en busca de refugio
-El fin habría sido este día, escogí el infierno, pero…
Justo en ese momento escuche unos aleteos en el cielo, esos aleteos, eran más pequeños, más rápidos, era Bill, tenía su cabello corto, no tenía esa sonrisa, que amaba ver, todo lo tenía calculado, sus ojos se entrecerraban en busca de algo, o mejor dicho alguien
-William, me mato… No pude llegar a mi destino con la daga- Observaba como un chico rubio ojos grises, esquivaba la gente, con rapidez- tal vez aun no te lo ha dicho, pero William es muy poderoso Elizabeth, puede matar con cualquier cosa, hasta con sus alas…
Con tal precisión Bill alcanzo a Mike, de sus manos salió una luz celeste, apunto hacia Mike y le disparo en el centro, Mike se evaporo en el aire, los recuerdos se hicieron borrosos, todo se volvió negro, y solo estábamos Mike y yo…
-Por tal razón , querida Elizabeth… Debes escoger el infierno… Para que el cielo caiga…
-No, nunca…
-Mala elección…
De la oscuridad salieron sombras… al tocarme eran tan heladas, y su olor era a azufre
-Lucifer tiene que ser libre… Y tú te quedaras aquí para que nos digas la posición de la daga
-¡Nuncaaa! ¡Bill! ¡Ayúdame!
-El no podrá oírte, estas en mis recuerdos en tu pasado y en tu presente…
De mi nariz comenzó a salir sangre, tenía que despertar, y tenía que hacerlo rápido, mi cuerpo comenzó a convulsionar, pronto dominaría mi otro yo…
Narra Tom
Fui hasta el departamento de Elizabeth, tenía que ocultar mi mano, pero quería verla, tenerla sentirla, tener su piel, su olor su esencia, cuando llegue al departamento escuche gritos, la puerta estaba cerrada con llave, me saque el guante, y toque la puerta esta se derritió al instante, me puse el guante.
Cuando entre Liz estaba en el piso, convulsionando y con la nariz sangrando, había abierto un portal y no la quería dejar salir, fui corriendo a recogerla, me arrodille pero a su alrededor había agua bendita, quemándome la parte inferior de mis piernas… La tome entre mis brazos y la abrace a mi cuerpo, estaba helada.
-Pequeña despierta… - Cuando vea a William lo matare… ¿Cómo pudo enseñarle esto a Elizabeth?- Vamos… Lizy…
Comenzó a reaccionar, primero terminaron las convulsiones, luego abrió sus ojos,  estaban completamente negros, luego volvieron a la normalidad, esos tiernos ojos que me hacían perderme en ellos…
-Tom… No me dejes…- Se apegó más a mí y comenzó a llorar-
-Tranquila, ya estoy aquí- Su mirada rebalsada en lágrimas, me conmovía, era una niña pequeña, se acercó a mí, su respiración chocaba contra mis labios, no pude aguantarme más  y la bese, hacia tanto tiempo que no sentía sus labios sobre los míos, haciendo ese perfecto movimiento…
-¿Por qué yo soy tan masoquista? ¿Me haces daño, pero detesto que te vayas?- Reí, estábamos a poca distancia…
-¿Quién diablos te dijo que era bueno, hacer eso? Te pude haber perdido, ¿Qué paso dentro?
-Un demonio…
-No todos tus antepasados fueron ángeles Liz, algunos fueron demonios…- La abrace arropándola con mis brazos, apoye mi mentón en su cabeza, mientras acariciaba su cabello- Ahora es más peligroso que te encuentres con uno…
-Tengo sueño, estoy cansada…- La tome en brazos y la fui a acostar a la cama, cerro sus ojos y se durmió, le di un beso en su frente y Salí del departamento, tenía que encontrar a Bill, esto en gran parte era su culpa…

Hola queridas lectoras, quiero agradecerles por todos los comentarios de animo y apoyo hacia Alex, gracias a eso supero su crisis de escribicion, me encargare de que no ocurra otra vez >:( este capitulo fue echo por ella, le quedo muy bueno como siempre ^^ ojala puedan comentar, esta semana es corta asi que creo que subiremos pronto! las queremos mucho, cuidence y nos vemos a la proxima *-*

Katty :3
E.A

domingo, 25 de marzo de 2012

Capitulo 18 "Juntos nos sostenemos, divididos caemos"


Dos días más tarde…
Narra Liz
Hoy es el funeral de Alice, desde que la encontré colgada en su casa apenas he podido dormir la imagen de su muerte no me deja en paz. El forense determino que fue suicidio.
Estaba en la entrada, se sentía tan frio y desolado sin Jimmy, ahora sin Alice, perdí a mis mejores amigos, por mi culpa.
Bill me esperaba afuera con su abrigo negro ondeando al viento, parecía un día de otoño no habían rastros de nubes pero corría un viento fuerte que resoplaba entre las copas de los arboles haciéndolos silbar, me perdí en ese sonido.
Mis piernas no responden para moverse, no puedo resignarme ante el hecho de que mi amiga, esa chica tan dulce que alegro tantos de mis peores momentos ya no está. O peor si esta donde las almas sin perdón  vagan eternamente… Donde nadie podrá salvarla.
-¿Segura que quieres ir?- Su hermosa voz me saco de mis cavilaciones, su siempre cálida mano entrelazando la frialdad de la mía, me hace revivir de mi deplorable estado de tristeza.
-Si… tengo que decirle adiós…
Bill me condujo hasta su moto, subimos en silencio hasta el antiguo cementerio donde Alice yacería por siempre.
No había muchas personas, solo familia, amigos, gente desconocida, un sacerdote… y su cuerpo en un fino ataúd de madera, llevaba un vestido rojo oscuro, su cabello castaño recogido, y un pañuelo negro rodeando su cuello para ocultar las marcas de la muerte.
Todos los demás con sus lentes oscuros y derramando lagrimas se acercaban a despedirse preguntándose porque, de todas esas personas yo era la única que conocía que el destino de Alice estaba escrito hace años y que pudo haber muerto si no fuera porque Jared salvo su vida. Porque nunca quiso perderla, se sacrifico hasta el final hasta que ya no pudo más y ambos cayeron.
Sentí un suave beso sobre mí frente al tiempo que me rodeaba por los hombros, y luego dijo sobre mi oído-¿Quieres ir a despedirte?
-Está bien… acompáñame ¿sí?
-Siempre.- Dijo Bill
El rostro de Alice estaba pálido, su cabello ya no tenía brillo, los ojos cerrados y la luz azul que siempre le rodeo se esfumo, solo quedaba una pequeña sonrisa marcada entre sus labios ocultándose detrás del ataúd. No soporte mas, me aferre a los brazos de Bill mientras me rompía en mil pedazos, el besaba mi cabello.

-¿Por qué ella tenía que…?- Solloce-Estoy harta…  ¿Por qué yo…?
-Shh… - Me abrazo con más fuerza.- Vamos a casa.
-Quiero que acabe… haz que acabe…- Lloraba
-Yo no puedo terminarlo, mi Liz, tú debes elegir
-Te elijo… te elijo Bill… elijo el cielo… la bondad, la paz, la justicia… pero has que termine… no puede ser tan difícil…- Murmure- ¿Puedo terminarlo?
-No es tan fácil… Liz
Tomo mi mano y me llevo lejos de la multitud, estaban bajando el cuerpo de Alice al foso de su entierro, oía gritos y llanto, no me contuve huimos lejos, a un lugar del cementerio entre unos árboles que casi no tenían hojas, por las lapidas subían enredaderas de arbustos secos y a lo lejos había un bosque lleno de sombras inmóviles.
-Tienes que sentirlo… tiene que sentirlo tu corazón y ambos lados en ti, solo así sabrás donde está la daga…- Se inclino hasta que nuestras miradas chocaron.- Y en qué lado estas…
-Mi corazón lo siente…- Calle. A lo lejos en el bosque algo se movió rápido. Más bien cayó de las copas destruidas.
Era oscuro pero luego vi su aura que era de un verde brillante y hermoso, como si todos esos árboles estuvieran en verano y no invierno. Se quedo estático pero distinguía sus ojos azules mirándome fijo, atrayéndome a él como un imán.
Se giro y comenzó a desaparecer, el no era solo un chico, era un ángel caído.
-Espera…
-Elizabeth… don…de…vas…- Bill grito.
Corrí rápido hasta el ángel desconocido en el bosque, hasta que la voz de Bill era solo un susurro,  esa figura en la oscuridad me atraía demasiado, quizás el tenia respuestas…
-Espera!!- Tome su hombro, también llevaba una chaqueta negra parecida a la de Bill. 


 
-Me alcanzaste-
- ¿Quién eres?
-Me llamo Logan
-¿Eres un ángel?...
-Si linda- Sus ojos azules me atraían demasiado sentí una conexión entre ambos.- Soy tu guardián.
- ¿Qué? … creí que Bill era mi ángel guardián.
-No- Se quedo mirando sobre mi hombro, tenía una sonrisa extraña en los labios que me dio desconfianza.- El es solo uno de los preferidos de papi, cayo porque te ama, pero no le perteneces, no como a mi… ¿O me vas a decir que no sientes nuestra conexión?
Silencio- No. Puede que Bill no lo sea… pero…
-Ya lo vez, Bill- Se daba vueltas alrededor mío me ponía muy nerviosa- No hace más que confundirte… te hace olvidar tu misión… tu destino.
-Eres un demonio… ¿estás en el lado de Tom?
-Nunca- Frunció el ceño- ¿No me crees? Me enviaron a buscarte, a buscar la daga, veras esto va muy lento... por culpa de tus dos amiguitos…
-Quiero que termine, pero no se como…-
-Oh justo hablábamos de ti William
Me gire, Bill estaba detrás de nosotros se veía un poco enojado, olvide por completo lo que pasaba a mi alrededor el funeral de Alice, la gente ya se había ido, solo quedábamos nosotros.
-Logan…
-A pasado mucho tiempo, hermanito…
-¿Quién es…?- Le pregunte a Bill pero me ignoro.
-¿Qué quieres?- Bill camino rápido hasta mi y tomo mi mano con fuerza, mordía sus labios de rabia… ¿Estaba… celoso?
- Tranquilo no vengo a quitarte a tu juguetito nuevo, bueno, no es tuyo…
-Cállate!- Bill grito
-Ya lo sabe William, tú no eres su ángel guardián, soy yo solo le has estado mintiendo para mantenerla contigo.
-A él no le importas Liz- Bill me susurro en el oído- Intento protegerla… tu ni siquiera sabias de la daga cuando fui expulsado.
- Este bien, está bien… no me importa Elizabeth como digas, vengo por la daga.
-Estamos bien sin ti- Bill volteo y empezó a alejarse de Logan realmente enojado, llevándome a mí de la mano. No sé si fue la conexión pero yo quería escuchar lo que Logan tenía que decir.
-¡Espera…!-Le dije a Bill. El me sostuvo la mirada con una energía que no conocía.
-Quiero oír lo que tiene que decir…
-Tienen un trato- Intervino Logan- Bill vuelve al cielo, Elizabeth y yo encontramos la daga será fácil ya que…- Rio- Yo soy su guardián, nadie sale herido… o muerto y todo lo que tienes que hacer, es aceptar que borre tus recuerdos luego de que la daga se destruya… todos ganan.
-¿Borrar… mis… recuerdos?
-No hay otra manera… a no ser que quieras morir a manos del cielo, si es que el infierno no te encuentra antes.
Bill estaba en silencio, el siempre supo que había otra forma de encontrar la daga, pero yo no quería otra forma, lo quería a él, en mi mente, en mis recuerdos.
Logan comenzó a acercarse hacia mí, quedamos frente a frente su mirada era muy fuerte  pero yo me empeñaba en sujetar la mano de Bill.
-Piénsalo… rezas por mi y vendré en seguida- Dijo Logan, extendió sus alas y se fue, no eran tan grandes como las de Bill pero conservaban la pureza en el brillante color blanco.
Bill se había ido muchos metros más lejos, tenía las manos en los bolsillos, miraba el cielo que se estaba nublando y murmuraba cosas, fui hasta él y lo abrace por la cintura apoyando mi cabeza en su espalda, sentí que se relajo.
-No dejare que te borre de mí…- Le dije
Silencio.
-¿Qué tienes?
-Nada- Fingió una sonrisa- ¿Vamos a casa?
-Sí, pero hay algo que quiero hacer antes.
Narra Bill
Liz estaba de rodillas frente a la tumba de Alice, lloraba silenciosamente, necesitaba tiempo a solas… por todo lo que ha ocurrido. Dejo una rosa roja sobre su tumba volvió hacia mí.
-Vamos.
Era domingo el cielo había cambiado a nubes espesas, no dejaba de mirar arriba estaba tan gris, me dolía el pecho. Creo que es miedo… miedo de Logan, de que Elizabeth acepte y se olvide de mí, no sé qué haría… ¿Por qué tenía que caer? Pero es lo mejor, no puedo ser tan egoísta, en el fondo se que mientras más tiempo está conmigo, está en peligro, no puedo protegerla por siempre. No puedo morir siempre por ella a manos de quienes la buscan en el infierno, quizás deba aceptar el trato y aceptar que nunca debimos cruzarnos.
Llegamos al departamento y Liz se fue directo al baño, estaba encerrada, lloraba, abrió la llave de la regadera para disimularlo pero yo sabía que estaba sufriendo y que yo no podría hacer nada, solo fui a su habitación y me recosté en su cama para sentir su esencia.
-¿Qué haces en mi cama?-
De pronto abrió la puerta y entro, su sonrisa no era real, era una máscara sobre el sufrimiento que la atormentaba.
-Estoy cansado…
Mentí, en realidad quería dormir para olvidar al estúpido de Logan, a Thomas, a todo y sentir el aroma de Elizabeth impregnado en su habitación.
-No puedes dormir… ¿Qué te pasa?
- Nada…
-Estas celoso de mi ángel guardián.
Liz se recostó junto a mí, me dolió oír esas palabras saliendo de sus labios, pero es verdad. Tenía el rostro contra mi cuello sentía el calor de su respiración en mi piel lo que me puso un poco nervioso.
-No…
Beso mi mentón- ¿Por qué siempre eres tan cerrado?
-No lo soy… no estoy celoso
- No te creo.
-Es que el… es…
Liz acariciaba mis mejillas cerré los ojos, podría detener el tiempo en cada momento que estamos tan cerca y quedarme ahí siempre.
-Es mejor que yo… creí que tenía suficiente con Tom- Le confesé.
- Tom solo quiere herirme- Su voz sonaba triste, siempre al hablar de Tom su voz se quiebra como si le daña pensar en el, me hace doler el corazón.
-Logan puede salvarte. Me borraría de tu memoria, serias más feliz sin mi…
-Sabes que por nada en el mundo aceptaría su trato…- Beso mi cuello, estábamos tan cerca mi corazón latía violentamente- Ángel guardián o no… te quiero siempre en mis recuerdos.
-Pero…- La tome de la cintura y la puse sobre mí, sonreí al sentir la sincronía de nuestros latidos.- El puede salvarte de la muerte… yo no puedo…
-Vale la pena morir si estás conmigo.
-No… no podría… verte… morir…
Golpearon la puerta, Liz no respondió nada y fue a abrir. Yo salí detrás de ella.
Narra Liz
Golpeaban desesperadamente la puerta, abrí y me sorprendí mucho al ver quien era…
-Hola linda…
-Tom…
Sabía muy bien que Bill me observaba y que le dolería ver que mis ojos se ponen negros y me domina, mi lado oscuro despertaba al ver a Tom con solo sentirlo a centímetros frente a mi… lo abrace con hambre, el de inmediato me apretó contra su cuerpo, Tom era más atrevido que Bill, sabiendo que lo pondría celoso y que a mí me tiene a su merced. Sus dedos se deslizaron por mi piel bajo la ropa tuve que detenerlo.
-Basta… Tom- Le dije en voz baja para no llamar la atención de Bill, me daba terror voltear y enfrentarlo.
-¿Y ahora dices que no te gusta?
- ¿Qué haces aquí…?
-Tengo un trato…
-No… no mas tratos…
Me aleje de Tom aunque deseaba besarlo, Bill estaba un poco mas allá con la mirada perdida en el suelo.
-Es más bien una tregua…- Puso su atención en Bill- ¿Qué le pasa al angelito?
-Di lo que tienes que decir y lárgate- Dijo Bill resentido, estaba demasiado confundida al tenerlos a los dos ahí, cielo e infierno, ambos lados querían salir de mi. Se sentía horrible.
-Verán… no sé si lo han notado, pero los ejércitos del cielo y el infierno se están levantando… contra nosotros- Señalo a Bill y a el mismo- Pronto serán demasiados ángeles y demonios en la tierra, todos en busca de Elizabeth.
Bill se tenso y yo también al ver su rostro, es verdad… me cuesta creer que cielo e infierno me busquen y eso llevara a Bill y a Tom conmigo…
-La tregua es que luchemos, no importa a quien haya que matar, ya estamos fuera de esto- Dijo Tom- Dios te odia por traición, Lucifer perdió la confianza en mi… solo nos queda pelear por la daga y recuperar nuestro poder… luchar por ella.
-Continua
- Prometo no interferir, no intentar matarte hermanito… solo la quiero a ella.
-¿Y cómo se que no intentaras vengarte si me elige…?- Bill se sonrojo- Digo, ¿si elige al cielo?
- No lo hare, si tu no lo haces, tienes mi palabra…
-Entonces elijo el cielo…- Dije de la nada.
-No es tan fácil, pequeña- Me interrumpió Tom con un tono demasiado seductor.
-¿Por qué no?... Estoy segura…- Bill guardo silencio, esto es demasiado difícil.
-¿Por qué crees que aun estamos aquí…? Estas insegura, tu corazón lo está…
Bill me miraba con resentimiento, a veces pienso que me conoce demasiado, de siempre y solo mirarme sabe que me ocurre, lee mi alma y mi corazón, sabe que en realidad no estoy segura de lo que siento, más que la daga, Dios y Lucifer… él sabe que siento algo fuerte por Tom.
-Thomas tiene razón… estas dividida en ambos lados…
Tom rio, sus ojos se volvieron negros- ¿Ves? El angelito también se da cuenta… de que te mueres por mí.
-No… Bill- Volví mi rostro a el pero ya no estaba, se fue tan rápido dejando su luz violeta en el aire… 
- Déjalo, es una niñita llorona… huye para que no veas lo débil que es…
-¿Por qué no te vas de una vez por todas…?
-¿De verdad me quieres lejos de ti…?
Me quede en silencio. No, no quería.
-No contestes. Tengo algo para ti.
Hizo un gesto con la mano, y por la puerta entro Jimmy. Traía el cabello húmedo y desordenado, gafas oscuras y ropa negra que nunca había visto.
-Jimmy…-Corrí a abrazarlo después de tantos días de necesitarlo, era demasiada felicidad, el no decía nada solo me correspondió el abrazo.
-Liz…
Su voz, su rostro todo era igual, excepto algo. Su aura, ahora era tan oscura como la de Tom, sentía voces saliendo de su alrededor, gritos desesperados de personas sufriendo y el fuego quemando dentro de sus ojos negros.
-Te extrañe…- Dijo, me recorrió un escalofrió… el ya no era mi amigo.
-Tú… tú…no eres Jimmy.

*Dear lectorations:
Soy Alex, ame el capi de Katty, debo admitirlo estribe tan lindo *-* lo ame! :DDDDDDDDDD juro q casi me caigo de la silla con el final.
Decirles que me retirare de escribir capis, porque en los capis que escribo no tienen mucho comentarios, en el capitulo pasado no hubieron comnetarios a exepcion de uno, asique como que no les gusta .__. pero seguira katty, amo sus capis ^^  
Bueno desearles que les vaya bien en todo y que siempre las tenemos presentes, gracias a las que comentaron mis capitulos *-* Adioshin!

Atte Alex
E.A

miércoles, 21 de marzo de 2012

Capitulo 17 “¿Aun está en mi cabeza?”

-No…no… Tom… déjame ir…
- No… no me dejes…- Me aprisiono aun mas, sus labios estaban tan cerca.- Yo… estoy… enamorado de ti… 
Narra Elizabeth
Sus labios, rosaron con los míos haciéndolos encajar perfectamente, sus manos recorrían mi cintura, cada caricia, hacía que mi lado oscuro regresara y que yo perdiera la razón… El beso se profundizó, mis ojos se volvieron negros y mi respiración se agito. Tom me acorralo contra la pared, sus manos tibias se escabulleron por debajo de mi polera, sus caricias recorrían mi espalda cada parte de mi piel, sentía sus dedos deslizarse hasta que todo acabo… En mi corazón estaba la batalla más difícil que había tenido que afrontar, la oscuridad se estaba apoderando de mí, tenía que detenerla antes de que fuera demasiado tarde…
-Para…-Susurre mientras Tom bajaba por mi cuello-
-Tom, detente…- Las ansias, el sentirlo, el querer tenerlo se estaba apoderando de mi. Mi Lado Oscuro, sus manos subieron hasta el broche de mi sujetador…
- ¡DETENTE! – Le grite, se aparto de mi nuestras respiraciones estaban agitadas y mis ojos completamente negros…
-Sonrió- Vaya… Falta poco pequeña Elizabeth…- Sus ojos eran negros, su sonrisa me daba miedo, el Tom humano había desaparecido, se acerco a mí y acaricio mi mejilla- Pronto serás mía, y ningún pajarraco emplumado me alejara de ti…-Mis ojos volvieron a la normalidad
-Como… Puedes estar enamorado de mí, si me haces daño…- Mis ojos se humedecieron
-No te hago daño- Se dio vuelta- Es tu destino, yo puedo salvarte… ¿No te das cuenta?, Bill no es la respuesta… Yo también estoy ahí- se dio vuelta bruscamente, su aura se hiso más potente, era completamente negra, se acerco a mí y me acorralo contra la pared
-No… Puedo…-Mis lagrimas caían por mis mejillas, ya no lo soportaba, decidir, una decisión que cambiaria mi vida…-Pero yo, yo quería mi futuro –Le dije, el pareció sorprenderse- Quería ser doctora… Ir a los hospitales… Tener mi especialidad, pero ahora no sé si soy capas…
-Escucha el deseo, como escuchas el viento entre los árboles, deja que tu lado oscuro se libere…- Me susurro, me beso mi mejilla y se perdió en la oscuridad- Tienes un mejor futuro junto a mi… -Puede escuchar esas palabras, mientras en viento se las llevaba, hacia un lugar desconocido.
Comencé a caminar, y me di cuenta que tengo que apurarme en mi decisión, la nieve caía por plumilla, Bill aun no aparecía y yo estaba cansada, sabía que había sido injusta con Bill, el se sacrifico tantas veces por mí… Pero ahora mi culpa es mayor… Tom agravó la situación…
Me fui al restaurante, tendré que tomar horas extras para poder pagar el arriendo ahora que no está Jimmy, todo será muy difícil… Tendré que vender algo… O no sé, tal vez mudarme a algo más económico, no sé qué hacer, Jimmy me dejo así, y la renta se acerca…
Me fui caminando, calentando mis manos adentro de mis bolsillos, el frío calaba mis huesos, cuando llegue al restaurante me di cuenta de que decía “CERRADO POR REPARACIONES” genial, ¿Qué habrá pasado?...
-Digamos que unos pequeños desperfectos en las cañerías…- Su voz, no podría mirarlo a la cara después de lo que le dije; Bill
-Perdóname, Bill, no debí decirte esas cosas…- le dije sin voltearme, sentí sus pasos acercarse a mí, me rodeo con sus brazos y pude sentir su calor corporal, su cabeza fue apoyada en mi hombro y su respiración chocaba contra mi cuello- Fui una tonta… No tenía idea, que…
-Shh… No importa- susurro me di vuelta para encontrarme con sus ojos, tan endulzantes como la miel, me atrapaban  sin dejarme ir, su respiración se convertía en vapor al igual que la mía, pero su temperatura no bajaba, podía sentir la calidez de su cuerpo junto al mío, cada vez la distancia era mínima, nuestros labios nos conectaban a ambos, el tiempo se detuvo y no sentí mas frio en mi…
-Bill…- Le dije mientras nos separábamos, el frío volvió a mi
-Vamos, te iré a dejar a casa…
Nos fuimos al departamento, en su moto, el frío recorría mis mejillas, las calles estaban vacías, en mis pensamientos estaba la preocupación ¿Dónde está Jimmy? ¿Dónde viviría si no tenía como pagar? No hablábamos nada, las plumilla dificultaba mi mirada pero al parecer la de Bill era perfecta todo estaba calculado, excepto… El Poderoso Freno de la moto… Hiso rechinar los neumáticos contra el pavimento
-¡Bill! ¿Qué paso?- Mi respiración era agitada
-Un Demonio…
En la mitad de la carretera, había una demonio en su versión normal, tenía sus alas extendidas, su cuerpo estaba quemado y desprendía un olor a azufre, en sus manos tenía una Oz, Bill se bajo de la moto y desprendió sus alas, tan altas y plateadas, su luz violeta alumbraba la calle…
-William, Lapsis ángelus –  “William, ángel caído” Hablaba en latín, nunca había hablado el idioma pero podía entender perfectamente lo que decía, su voz era ronca y lenta, su mirada estaba fija en mí- Aliquam mihi sica... Illa pertinet ad infernum- “Es tiempo de que me entregues la daga... Ella pertenece al infierno”
-Numquam animam meam defendere si opus –Dijo Bill, “Nunca, si es necesario la protegeré con mi vida”
El demonio sonrió tomo su Oz y la hiso chocar con el pavimento sus alas se batieron, y las de Bill vibraron, el demonio contesto- Te melius committitur ergo- “Sera mejor que comiences entonces”.
-Bill… Por favor… No quiero que te pase nada, déjame ir…- tenía mucho miedo, el demonio se parecía al de mis pesadillas, pero ahora estábamos enfrente de él
-Elizabeth, no me pasara nada, solo quédate lejos y ocúltate, pase lo que pase… No salgas…
Comencé a correr atrás de unos arbustos, mientras veía como el demonio arrastraba el filo de la hoja contra la calle haciéndola salir chispas, dibujaba algo un círculo con una estrella al revés, luego las líneas comenzaron a arder dentro del circulo solo estaba el demonio, el abrigo de Bill se elevaba con el viento, Bill comenzó a caminar hacia el circulo, la nieve comenzó a caer con más fuerza…
-Ingressus fueris, non procedet ad…-Rió-  interficiendum me-dijo “Una vez que entras, ya no puedes salir, hasta matarme”
-Quod facit tibi...-Dijo Bill,” Que crees que hare...” mientras se adentraba al círculo, las llamas disminuyeron mientras él se adentraba, una vez dentro… Las llamas volvieron a la normalidad.
El demonio ataco con su Oz a Bill, era la peor pesadilla que podía presenciar, no quería que le pasara nada a Bill, un movimiento rápido, hiso que el demonio fallare, Bill contraataco, contra el demonio, de su mano sin darme cuenta, había sacado una espada, era de plata, y tenía incrustaciones era hermosa, el astuto demonio ataco con la Oz y un fuerte sonido metálico remeció cada parte de mi cuerpo… Temblaba… Tenía miedo. En un engañoso golpe el demonio le golpeo el estomago y luego le propino otro golpe en la cara, un poco de sangre cayó en el pavimento, y la espada salió hacia un lado de la calle.
Bill estaba inconsciente… Luego reacciono, colocando sus manos presionando sobre sus costillas, tenía una herida en la parte superior de la cabeza y de su labio corría un hilito de sangre.
-Nunc angelus ... Videre? Non percute me- dijo “Ahora angelito... ¿Ves? No puedes vencerme” levanto su Oz dispuesta a enterrársela en el medio del cuerpo de Bill
Nooooooooooooooooo!- Las lagrimas recorrieron mis mejillas, las llamas ardían, entre en ellas sin quemarme, no sentí nada solo paz, una luz celeste emanaba de mi cuerpo, me di cuenta de que no era una luz, sino llamas azules, que en los extremos se hacían celestes…
-¡No! Elizabeth- Escuche a Bill, pero era demasiado tarde, me interpuse entre Bill y el demonio… Sentí que algo desplegaba de mi espalda…- Oh, Dios mío…
-impossibile…- Dijo el demonio.
Mis ojos se volvieron celestes, tan resplandecientes como el cielo, a mí alrededor, pude ver una luz plateada, que brillaba, como las estrellas, en mí reinaba la nobleza, la paz y la justicia podía sentir como eran juntadas, para apoderarse de mí…
-Consilium Dei tibi... Diabolo fata signatum in inferno ubi non habet remissionem peccatorum tuorum, et anima captum aeternum ...- “Dios tiene un plan para ti... Demonio, y tu destino esta sellado en el infierno, donde nunca tendrás el perdón por tus pecados, y tu alma será desgarrada, por toda la eternidad...” Le dije las palabras fluían de mi boca, como si fuera mi idioma de nacimiento, era perfectamente pronunciado. ¿Qué estaba pasando?
 -Te in inferno Elisabeth Armstrong-“Nos veremos en el infierno Elizabeth Armstrong dijo, rió y luego mi fuego azul se extendió, hasta que el demonio quedo reducido a cenizas, el fuego de aquel símbolo se desvaneció y con ello las marcas.
Caí al suelo, el fuego disminuyo y mi luz desapareció, mi respiración estaba agitada, escuche como Bill se acercaba, arrastrándose, por su dolor…
-¿Qué… Que… Pasó? Bill… Como es que…
-Despertó, Liz, Despertó tu lado ángel- Se sentó detrás de mí, y me acurruco en sus brazos, la brisa fresca de la nieves movía mis mechones de cabello, tenía miedo, si ya tengo un lado demonio y ahora uno angelical… ¿Qué sigue ahora?
-Como… Es que… Despertó…
-Supongo, que tu valentía, lo hiso despertar una de las virtudes de un ángel… 
-¿Qué pasara ahora? Tengo dos personas diferentes dentro de mí…
-Pues ahora bien tu decisión- Me aparte de Bill, y recordé que tenía una herida en la cabeza, y más aun la que tenía en él la
-Bill, vamos a casa… Estas mal herido…- Toque su frente y se quejo- Vamos… No perdamos tiempo…
-No es nada…- Puse mi mirada seria y se levanto…
-Vamos…
Nos subimos a su moto, y nos fuimos despacio, con cuidado de que Bill no le dolieran los golpes de aquella batalla…
30 minutos después
-Acuéstate en mi cama… Voy a buscar alcohol y algodón
-Te dije que no es nada-
-Solo ve ¿Si?- Se fue refunfuñando a mi pieza, mientras yo llevaba el alcohol- Bien acuéstate- Le apunte. Abrí el pequeño frasco de alcohol y vertí un poco en el algodón… Me senté a su lado, presiones el algodón en la herida de su frente
-¡Auch!...-dijo
-Lo siento…- Llene otro algodón con alcohol, para volver hacia la herida, Suspire- ¿Por qué podía entender lo que decía el demonio?
-Es una parte de ti… Al igual… que…
-Bill, Había fuego azul alrededor mío, y esa luz plateada...- Mientras le secaba un poco la herida-
-También, forma parte, de tu lado ángel- Llene otro algodón, para limpiarle, la herida del costado de su boca- ¡Auch! Arde
-Perdón…- Pasé el ultimo trozo de algodón sobre el labio, lo mire a los ojos, y pude ver la luz violeta dentro de ellos, contemplaba mi alma, leía mis ojos, podía ver lo que sentía. Me iba a levantar, pero atrapo mi brazo y me atrajo hacia él, su brazo paso por mi cintura y me sujetó de no caer…
-¿Qué es lo que haces en mi Lizy?-Susurro cerca de mis labios- Cada vez que estoy cerca de ti… Siento que no necesito alas para volar… Liz-Me sonroje, Bill aproximo sus labios, su respiración estaba era pausada, facilite el camino hacia mis labios, lo que comenzó con un roce, termino con un beso que no tenia limites, el sabor a oxido apareció en mi boca, la herida de Bill estaba sangrando, no le dimos importancia, el tiempo no importaba, el lugar tampoco, apoye un mano en su abdomen y emitió un quejito, me separe y lo mire preocupada, había olvidado que también le habían dado ahí.
-Bill, déjame ver
-Probablemente sea solo un raspallón no te preocupes…
-Bill, déjame ver- Desabroche su camisa y quede impactada con lo que vi, era un hematoma gigante, tenía una herida, poco profunda con unas cuantas gotitas de sangre- Bill…
Me pare y fui por hielo, tenía que bajarle lo morado del hematoma, abrí el refrigerador, saque una bolsa de hielo y entre de nuevo a la habitación… Tome uno de mis pañuelos y envolví la bolsa de hielo, y lo puse suavemente en el moretón, mientras el pañuelo, absorbía gotas de sangre, miraba como Bill tenia cerrados sus ojos, hasta caer en un profundo sueño, estaba cansado y no era para mas…
Sus perfectas facciones eran reflejadas en una faceta de descanso total, sus ojos cerrados, su respiración pausada y lenta, me recosté a su lado, tome una frazada y nos tape a ambos, apoye mi cabeza en su pecho, el subir y bajar de su respiración, su olor que era cada vez mas embriagante, era como morfina, me estaba quedando dormida, su brazo recorrió mi espalda, me abrazo apegándome a él, para que nunca lo dejara, luego todo se oscureció, Abriéndome paso al mundo de los sueños…
Me encontraba en una casa, frente a la chimenea prendida, arriba de esta había un espejo, el fuego me abrazaba y sentía el calor por mi cuerpo, me senté, contemple las llamas, y una lágrima recorrió mi mejilla, fui hasta la cocina, y abrí el almacenamiento ¿Dónde estaba? No era mi casa… Tome una botella de vino, la abrí y me serví una copa… Su sabor era acido y luego dulce, el alcohol me quemaba la garganta...
Volví al living... Abrí un bolso y saque un sobre, era completamente blanco, lo puse en la mesa apoyándola en la copa, mire hacia arriba y me di cuenta de que había una soga colgada desde una biga del techo, ¿Qué estaba haciendo?, Me a un banco pequeño que había, las lagrimas caían por mis mejillas mojando mis manos al limpiarlas, posicioné la soga en mi cuello y contemple mi reflejo, no era yo era…
Alice…
-Nos volveremos a encontrar mi amor… Jared –Empujo el banco.
-¡Nooooooooooooooooo! ¡Alice!- Ahora yo observaba como su cuerpo se contraía a causa de la falta de oxigeno, de  su cuello caían gotitas de sangre, después de las convulsiones todo su cuerpo se calmo…
-Cometió suicidio…- Esa voz yo la conocía… Alex…- Se irá al infierno- Me di vuelta y estaba apoyado en la pared, mirándome, sus ojos verdes, me atrapaban- Al igual que tu…
Desperté…
-¡Nooooooooooooooooooooooooo!- Mi respiración era agitada, Bill despertó y me abrazo
-¿Qué paso?- Dijo medio dormido
-Alice… Alice… Alice…-Como no puede ser verdad…
-¿Qué…? ¿Soñaste? No… -Medito un momento, mientras mi cabeza estaba apoyada entre mis piernas, su mirada se fijo en mi, pude sentirlo, su mano recorrió mi espalda de arriba hacia abajo y viceversa…-Cuéntamelo – Le conté cada detalle del sueño, y también lo de Alex, cuando termine suspire y volví a ocultar mi cabeza entre mis brazos
-Bill, tengo que ir con Alice…
-Ve… Tengo unos asuntos que atender…
-Bueno…
Nos arreglamos, desayunamos, nadie pronuncio palabra, era silencio yo sumida en mis pensamientos, en mi dueño y en Alice, tenía que ver si estaba bien, y que no era una pesadilla. Mientras yo estaba sumida en ellos Bill observaba cada expresión de mi cara, como si quisiera descifrar algo, como si leyera mi mente…
Le di un sorbo a mi café, y el rompió el silencio…
-Liz… Si, tienes algún problema solo llámame ¿Si? Sabes que siempre estoy contigo
-Lo sé, pero Alice…
-Ve, averigua y me dices…
Me levante, junto con Bill lavamos la losa y después salimos, nos subimos a su moto, me dejo en el centro, y él se fue, emprendí rumbo a la casa de Alice, quedaba cerca, cuando llegue y observe la escena, caí de rodillas al piso…
Narra Bill
Mi heridas habían cicatrizado un poco, si bien los ángeles demoran un poco más que los demonios en curarse… Pues tenía que esperar. Me fui rumbo a la casa de Tom, o como me gusta decirlo… “La cueva de demonios”, estaciones a fuera de su casa, habían dos demonios, conversando, cuando me vieron, sus ojos se convirtieron negros, y estaba a la defensiva
-¿Qué hace un angelito aquí?- pregunto uno
-Nada que te importe, asqueroso hibrido…- Sonrió- Pronto caerás William…
Entre, la atmosfera era densa, el olor a azufre pestilaba, entre a lo que era el living, y ahí estaba Tom contemplando la ventana, viendo como las nubes se juntaban para que comenzara a llover…
-¿Qué haces aquí? – dijo sin mirarme…
-Creí que trabajabas solo Tom… Le dije…
-Trabajo solo…- Se volteo
-¿Qué pasa? ¿El pequeño Luci esta tan preocupado que no puede hacer esto solo?…- Su cara demostraba enojo-
-¡Cállate! Trabajo solo, me gusta la perfección…-Rió-
-Ayer me ataco, quiero decir nos atacaron- pude sentir el odio de Tom- Un demonio… Y no era cualquier demonio…
-¿Qué? No… No puede ser posible…
-Alguien está perdiendo la fe en ti… -Reí y fui caminando hacia la salida…

Chicas gracias por los comentarios nos hacen muy felices :3 esperamos que les guste este capitulo escrito por mi querida Alex ^-^ decirle bienvenidas a las nuevas lectoras, ya que ahora somos 40 :D estamos con muchas pruebas pero intentaremos subir pronto.
Las queremos, hasta la proxima! :)

Katty :3

E.A.


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