miércoles, 29 de febrero de 2012

Capitulo 12 "Pequeñas, grandes... Sospechas"

Narra Tom
Porque siempre, que tengo a Liz llega el estúpido de William a arruinármelo todo, solo me retrase 15 minutos mientras me encargaba de algunas almas, cuando llegue a la cafetería el ya se la había llevado.
Si bien es cierto, me gusta Elizabeth y la tendré solo para mí, así tenga que quemarle las alas a William, que es algo que disfrutare… sacándole pluma por pluma, el alma de Bill pertenecerá al infierno, me encargare de eso.
Me fui de la cafetería, de seguro Bill se quedaría con Elizabeth, pero no durante la noche, si bien tenía que saciar mis deseos carnales, que Liz no cumple… Aun…
Comencé a conducir me encantaba la velocidad, se que puedo usar mis alas, pero me gusta más la adrenalina de conducir, hacia un cabaret, al llegar habían miles de mujeres con ropas diminutas, mi mirada se poso en una rubia, era sensual, de piernas largas, la seguí…
-Hola lindo… ¿Quieres divertirte?- se acerco a mí y me beso el cuello
-Seria un placer, preciosa…- me tomo la mano y nos fuimos a una habitación, cuando Elizabeth este en el infierno, no tendré necesidad de acostarme con cualquiera… Su lado demonio despertara, y seremos nosotros dos contra el cielo... Solo tengo que seguir con esto.
Al otro día…
Narra Liz
Anoche nos quedamos hasta tarde… Bill y yo, es que el tiempo vuela cuando estoy con él, pero mi conciencia nos estaba tranquila, ver como Tom estaba ahí, y yo yéndome con Bill, su mirada, no puedo negar que me gusta Tom, pero Bill, tengo miedo que me vuelva a lastimar, siempre aparece y después se va, en cambio Tom está ahí siempre. Pero el me esconde algo, un secreto, que debo descubrir.
Me levante, hoy tengo que hacer muchas cosas, además después del trabajo tengo que ir a hacer compras, lo necesario, ya que no es mucho el dinero, a Jimmy no le ha ido muy bien, en la tienda de cds y como yo estuve enferma…. Pues… Bueno ya saldremos de esta siempre lo hacemos. Lo que no entiendo es porque Jimmy no tiene aura, a noche le pregunte a Bill, pero… No me quiso responder. Siempre me deja con la duda.
Hoy, cuando llegue a la universidad, no vi ni a Bill, ni a Tom, no había rastro de ellos, es difícil concentrarme en clases, viendo tantas auras juntas, después de la universidad, y de las aburridas clases de anatomía… Me encontré con Alice
-¿Quieres ir a ver vestidos, después de clases…?- decía mientras saltaba de emoción
-Emmm… No iré al baile Alice
-Pero ¿Por qué no?
-Es que… No… Tengo tiempo…
-Pero Liz, debes ir, eres la chica mas envidiada de la universidad, iras con Tom… Sabes que hay miles de arrastradas que se mueren por su atención… Y él te invita…
-Lo sé, pero… ashh! – Jimmy donde estas cuando te necesito
-Elizabeth…- Gracias a Dios
-Jimmy…-me acerque para abrazarlo pero el retrocedió
-¿Iras hoy de compras cierto…?-dijo con la mirada perdida
-Pensé que iríamos juntos…
-Veras… tengo unos trabajos pendientes – fijo su mirada detrás de mí, y luego la volvió hacia mis ojos,  acaricio mi mejilla y dijo…- Ten cuidado Elizabeth…- beso mi frente, luego tomo mi mano y me paso su parte del dinero, después siguió su camino.
Me voltee para ver a Alice, pero se había ido, al parecer con Jared, fui a tomar el autobús, para dirigirme a mi trabajo y después a la tienda…
Narra Bill
Hoy tuve cosas importantes que hacer, tenía unos asuntos que arreglar, por ende no fui a la universidad, eran las cinco de la tarde, los salones deberían estar vacios, pero yo iba en busca de John, tenía un asunto pendiente con él, me dirigí a su salón, y lo vi leyendo, mientras fumaba un cigarrillo, me detuve a observarlo, se que él no recuerda nada de lo que nos hiso a mí y a Tom, pero él se rebeló contra el infierno, su voz me saco de mis pensamientos
-¿Te quedaras, todo el día ahí, o pasaras?- Aun debía de tener ese sentido de los demonios, que detectan hasta la mínima aura celestial
-Solo vengo a hablar, te propongo una alianza…- Tener a John de mi lado sería una buena idea, Tom ya tiene a Jimmy, y pronto serán más…
-No hago alianzas con nadie, no me gusta que el equilibrio se pierda- dijo
-John, escúchame… La vida de Elizabeth está en peligro y tú lo sabes…
-Te estás enamorando
-No, solo protejo a los humanos
-Pues parece que te interesa esta humana…- dijo
-Me quede en silencio por un momento- ¿Me ayudaras? O  ¿prefieres el trato que Tom te dará?
-No le tengo miedo y tampoco a ti, pero acepto aliarme contigo William Kaulitz
-¿Cómo…?
-Las cosas no son como tú crees… No eh olvidado todo, y tampoco me arrepiento de lo que hice, desde que me desterraron, eh tenido pesadillas, que poco a poco pude unir, hasta armar el rompecabezas…
-Me quede sorprendido, John no era cualquier desterrado, era alguien extremadamente astuto y siempre va un paso delante de nosotros…
Narra Liz
Cada persona en su mundo, cada persona con su tema, con sus problemas, centrados en su conversación en cada mesa, cuando me acerco a cada mesa,  es como si no me vieran, como si fuera un objeto, dan ganas de gritarles “Oigan, soy persona también” pero por más que odie esto, la mitad de mi salario les corresponde a ellos, aunque algunos sean un tacaños.
Ya había terminado mi turno, retire mis últimas propinas, y fui a cambiarme de ropa. Me despedí de Vivian y Sofía, luego Salí, afuera hacia mucho frio, el clima había mejorado un poco estos días, pero de un día a otro empeora.
Espere el autobús que me llevaría a la tienda, cuando llego me subí, siguiente parada la tienda.
Al llegar tome una canasta y me fui por los lácteos, tenía que comprar leche y cereal, no es por presumir pero me quede excelente el cereal con leche. Fui por el pan, arroz y algunos tarros de atún, luego huevos y fideos, siempre sacan de apuro, yogurt, azúcar y lo ultimo jugo de naranja. Tenía que ver el lado ahorrativo, asique después nos daríamos un gusto.
Cuando llegue a la caja, pase los alimentos, disponía de 40 dólares si me pasaba tendría que devolver algunos alimentos, el sonido del Pip cada vez que pasaban los alimentos me ponía nerviosa, hasta que la cajera dijo…
-Son 49,50 centavos…- un escalofrió recorrió por mi espalda
-Bueno, tendré que… -Me interrumpieron
-Yo pago…- Era su voz Tom
-¿Tom? Que haces aquí…
- De compras…- me sonrió, sus labios, con cada sonrisa que me daba, hacia que los deseara más
-No dejare que pagues, puedo devolver algunas cosas…- dije
-No…- De su billetera saco 50 dólares, un numero que solamente esta cuando pagamos la renta del departamento, paso el dinero y le dieron 10 centavos de vuelto, los cuales se los dio al propínelo- ¿Necesitas que te lleve?
-Ya has hecho mucho por hoy, además debo pagarte…- Saque los 40 dólares, pero por más que insistí no me los quiso recibir
-Ya basta Liz… No lo recibiré y punto…- Me miro serio y después sonrió, cargo las bolsas pesadas y yo las livianas nos dispusimos a salir hacia la salida- vamos tengo el auto por allá
Mientas caminábamos, y pasábamos por los autos estacionados, comenzaron a sonar sus alarmas a medida que íbamos caminando, eso sí que era extraño, era como si Tom activara sus alarmas con tan solo pasar caminando, su mirada estaba fija adelante, el camino era silencioso, hasta que llegamos a su Audi R8.
Hecho las bolsa de él, como si pesaran una pluma  atrás y después tomo las mías, cerró las puertas y volvió donde mi…
-¿Y… dime el baile sigue en pie? – me dijo
-Es que… No sé bailar…- sonreí apenada mirando el piso, sus dedos levantaron mi mentón, y me encontré con sus ojos, los cuales me perdía cada vez que los miraba
-No te preocupes, yo te enseñare…- sus brazos rodearon mi cintura y me atrajeron hacia él, sentía su respiración muy cerca, y me hablaba en susurros- Quiero que vengas con migo ¿Si?
-No lo sé Tom… Es que…
-Deja de encontrar problemas donde no los hay…- Sus labios se juntaron son los míos, nuestras respiraciones se agitaron, después nos detuvimos para tomar algo de aire, juntamos nuestras frentes aun con los ojos cerrados.
-Vamos, estoy cansada…- le dije, el abrió sus ojos
-Claro pequeña, vamos…
Abrió la puerta del copiloto para que subiera, después el se subió para dirigirnos a mi departamento, quería dormir, estaba muy cansada, y sentía algo de vergüenza, porque Tom había pagado, tenía que pagarle, siempre está ahí para sacarme de apuros.
El sonido del motor no se sentía, apoye mi cabeza en la ventana y fui cerrando los ojos, hasta que sentí la mano de Tom entrelazarse con la mía, luego besó mi mano, y me quede dormida…
Narra Bill
Luego de un largo día ocupado, cayó la noche, las 12 en punto, no se posaba una nube en el cielo pero mientras me dirigía a mi destino empezaron a aparecer pequeñas y luego grandes, cubrieron todo con su densa oscuridad y la niebla entre las calles de la ciudad, es el menor de los males que envía Dios cuando intento acercarme a Elizabeth, un castigo.
En el camino no dejaba de pensar en las palabras de John, “te estás enamorando”… si conoce las consecuencias de eso, ¿Por qué accedió a aliarse conmigo?
Pare frente a mi lugar diario, donde cada noche velo sus sueños sin que ella me sienta, no más que en sueños donde nos besamos y no hay barreras que lo impidan, no hay cielo ni infierno solo nuestras almas, extendí  mis alas y subí a su piso, desde su ventana se veía que aun estaba con su ropa, recostada sobre la cama y, alguien la había cubierto con una manta.
-Thomas…-
Mi mente se lleno de imágenes de ellos juntos, el llevándola a su casa, tomando su mano, besando sus labios, dejándola sobre su cama con un inocente beso en la frente… me hizo hervir en celos, porque no soy yo quien la cobija, mis alas batieron con fuerza emitiendo un fuerte sonido de aleteo seco y profundo.
Liz abrió los ojos confundida y miro a la ventana, muy tarde para huir, se levanto de la cama frotándose los ojos y se paro frente a la cornisa.
-¿Estoy soñando…?- Corrió el cerrojo de la ventana y con inseguridad la abrió, su mano toco mi rostro y sus ojos se fueron directo a mis alas batiéndose más lento cada vez.- Bill… ¿Qué haces aquí?
-Yo… Liz… Estas soñando
-No, no lo estoy, no creas que soy tan tonta.- Dijo enojada.- Tú crees que no me doy cuenta de que cada noche vienes a mi ventana y luego te vas…
-No es lo que crees- Me sonroje… demonios.
- ¿Entonces qué…?
- Mi misión es protegerte, y eso es lo que hago…
- Entonces quédate conmigo.- Extendió su mano a la mía aun flotando.- No te vayas, siempre te vas
-No Liz, somos amigos
- ¿A que le tienes tanto miedo?- Sus ojos se llenaron de lágrimas
Me di la vuelta suspirando profundo y empecé a alejarme, mis ojos también estaban llenos de lágrimas pero no podía quedarme.- Un día vendré a proteger tus sueños, y tu ya te abras ido
-Siempre estaré aquí, siempre que quieras
-No Elizabeth créeme.- Nuestras miradas se encontraron antes de decirle.- Te irás, te irás para siempre…
Narra Liz
Bill se fue… otra vez sus alas y aura violeta se perdió como una estrella en el cielo, no sé por qué cree que me iré, no entiende que yo quiero estar con él… pero Tom me gusta... Mejor me iré de nuevo a la cama.
Me puse mi pijama de ositos, mi preferido para los momentos de tristeza, y recordé que Tom me cargo hasta la cama y me arropo con suavidad, luego se fue, he estado pensando y creo que, Tom podría tener algo que ver con la forma en que Bill me trata.

Ellos son hermanos, pero se ve que se odian…  ¿Tom sabe que Bill es un ángel caído? ¿Por qué sus auras son tan distintas? ¿…Tengo yo algo que ver con esto? Todos estos pensamientos no me dejaron dormir, me di mil vueltas en la cama pensando en ellos, en como Bill viene del cielo, y Tom…
No podría ser.
Ya no resistí mas, me levante por café aunque menos me ayudara a dormir lo necesito para calmar la ansiedad. Después de mil vueltas y mil pensamientos, Jimmy entro al departamento haciéndome sobresaltar, ya eran las… ¿6 de la mañana? No dormí nada y solo me di vueltas por la sala.
-¿Liz?- Traía sus eternas gafas oscuras aunque estuviera aclareciendo.- Estas despierta.
- Y tú también… no quiero ni saber dónde estabas.
Camino tambaleándose hacia mí apoyándose de las paredes y me abrazo con fuerza, note que estaba ebrio.
-No… me… odies...- Suspiro profundo y sentí todo el olor del alcohol en su aliento.- ¿Por qué ya no me quieres Liz?
- Si te quiero.- Lo aleje con cuidado.
-Lo hago todo por ti… y no te importa nada más que el imbécil de Bill…
- Mira, iras a dormir y luego hablaremos ¿sí?
-No…- Me soltó con bruscamente, ahora parecía enojado entro a su habitación y cerro de un portazo.
Ni me di cuenta y eran las 7, hora de ir a la universidad, me di un baño, mas café y las llaves, mientras caminaba veía carteles sobre las paredes y luego una más grande en la entrada del instituto, Alice corrió a mí con uno en la mano… la fiesta de otoño, hoy es viernes.
-¿Tienes tu vestido?- Me dijo, pero yo aun pensaba en Bill y Tom
-Alice… ¿Hoy toca biología en la sala de computación?
-Si pfff que horrible
- Y… ¿Tienen internet?
- Si, ¡ya se! Veremos peinados para esta noche
-Claro... necesito averiguar algo-Le dije distraída.
Tuve que aguantarme las clases de la mañana hasta las 3 de la tarde, biología, la profesora decía algo sobre la mitosis pero yo no la escuche, y cuando nadie me miraba no resistí la curiosidad.
-Seres con fuerza sobrehumana…- Empecé a buscar en google, ya no me quedan más recursos y necesito saber quién es Tom… ¿Vampiros? ¿Licántropos? No lo creo…- Símbolos de protección, energía sobrenatural, manifestación en espejos, reacciones a símbolos religiosos…
…¿Demonios? Todo concordaba con demonios…Tom… ¿un demonio? Si Bill es un ángel como podría Tom ser un demonio, seguí revisando páginas mientras todos los demás trabajaban en células.- El agua bendita los quema…
-¿Con quién hablas?
- … ¡Alice!- Di un salto y cerré todas las paginas, ¿en serio estuve toda esta hora murmurando?
-Olvídalo.-Rio- ¿Y ya te vas? Por si no lo notaste la clase ya termino.
-Sí, tengo algunas cosas que hacer.
-Nos vemos en la noche…!
Corrí hasta la salida, una iglesia, creo que ahí puedo conseguir agua bendita, mientras corría a través de los pasillos pensaba en las miles de posibilidades, y de casualidad tropecé con el profesor John, mis cuadernos quedaron regados por el piso.
-Lo-lo siento profesor…- Me ayudo a recoger mis libros.
-¿A dónde ibas tan apurada, señorita Elizabeth?- Me quedo mirando fijo sus ojos eran tan oscuros, su mirada me atravesaba el alma, de un impulso tuve que decirle, como si me hubiera obligado.
-A buscar agua bendita…
-¿Agua bendita?- No parecía sorprendido, más bien estaba calmado.- Yo puedo ayudarte con eso.
-Gracias- Saco de un bolsillo secreto en su chaqueta negra una pequeña botellita con cruces y símbolos, me la dio.
-Aquí tienes- Saco un cigarro, mi mano temblaba, me aleje sin decir palabra pero antes me dijo- Olvida que hablaste conmigo, ¿Si?
-Si-si…-
-¿Nos vemos en el baile?
-Sí, eso creo
Guarde la botellita en  mi bolso, y me dispuse a ir a casa, no tuve que llamar a Tom porque cuando llegue al departamento, su auto estaba estacionado en la entrada, y Tom  apoyado en el desinteresadamente, se quito sus gafas oscuras y me sonrió.
-Liz.- Beso mis labios- Perdón por no avisarte… quería verte y darte algo.
- Esta bien, ¿entremos?
Subimos en silencio, no me atreví a hablarle pensando en lo que haría con él, tenía la mano dentro de mi bolso apretando el agua que John me dio. Al parecer es solo agua, no sé en qué estoy pensando esto ni siquiera va a funcionar.
Abrí temblorosamente el cerrojo y ambos entramos, Tom me dio una sonrisa maliciosa y me tomo de la mano conduciéndome hasta mi habitación, me arrojo sobre la cama y él se arrastro lentamente hasta quedar sobre mí.
-Tom… que… haces…-Aun tenía el bolso en mis manos.
-Elizabeth... eres como una droga…-Me tenía aprisionada entre sus brazos pero note que su aura se volvía mas negra y los bordes dorados desaparecían.- Mi droga
Salí de su abrazo con dificultad, tenía la respiración agitada, solo atine a decirle.-  ¿Quieres… agua?
El rio.- Esta bien.
Me dirigí con el bolso hasta la cocina, mis manos temblaban y derrame un poco del agua bendita en el vaso, esto es una tontería al final era solo agua… se la lleve a Tom, dio un sorbo y no paso nada… segundo sorbo y sus ojos se volvieron negros, lanzo el vaso lejos mientras salía algo de humo por su boca como si hubiese fumado en lugar de tomar agua, carraspeo un poco pero luego todo se volvió normal.
-¿Es… estas… bien Tom?
-Si.- Me sonrió como siempre pero había rabia en sus ojos y su voz, no puedo creer lo que vi, me estoy volviendo loca, ahora parece tan normal.- Solo me ahogue un poco.
-Lo lamento…
-¿No tienes porque lamentarlo, cierto?- Se levanto, me tomo de la cintura y cerro los ojos, intente esconder la frustración, aun no sé quien es Tom.- Tengo algo para ti…

HOLAAAA! como estan? les tragimos un capi mas rapido!! hoy empesaron las clases, pero la primera semana no cuenta xD, bueno el capi trece... esta... escribiendose, va a ser demasiado largo, asiq tienen q tener pasiencia... Lo que les puedo decir esq me esforzare por escribirlo, van a llegar a suspirar! xDjakakjakjakj 


Este capi los escribimos las dos, mitad yo y mitad Katherine, no sabemos si nso quedo bn asiq esperamos sus comentarios, la encuesta esta peliadisima, hay q desempatarla....  ahi se las dejo
Suerte en los estudios :D gracias por comentar, tubimos tres comentariso y eran laargos fue emocionante :')


Saludienes a todas nuestras seguidoras, tienen una desicion en sus manos...

Atte E.A


Alex

domingo, 26 de febrero de 2012

Capitulo 11 “Mi tiempo gira a tu alrededor”

-Y casi todas las Nef estan en el snc, excepto las postganglionares del sn vegetativo…
Wow… clase de… clase de… ¿Ni siquiera se en que clase estoy? No sé cómo podría concentrarme con tantas luces brillantes en toda la sala, cada estudiante con un aura diferente a la otra… es todo lo que quedo de la pesadilla que fue mi enfermedad.
Hoy Bill no apareció en el instituto, llegue muy retrasada a pesar de estar sana otra vez me siento débil, esta mañana mire por largos minutos mi muñeca, tuve un deseo fugaz de volver a tener esa marca infernal quemando en mi piel. Pero luego me mire frente al espejo en mi habitación, en mi espalda estaba el sello hecho por Bill, me sonroje al recordar sus suaves manos recorriendo mi piel para grabar ese tatuaje, todo lo que hizo por mi… pero ahora se esfumo otra vez.
-Señorita Armstrong… señorita Armstrong…- Escuche voces acercándose, una luz blanca, más bien gris, avejentada, el profesor Steven estaba frente a mi sacudiendo su palma frente a mis ojos.- ¿Se siente bien?
-No…- Mire de reojo a Tom que me miraba con esa sonrisa misteriosa, no lo vi en el pasillo, ni cuando entro a clases, creí que no estaba en clases hasta que vi su aura cuando nuestras miradas cruzaron por una fracción de segundo, tan oscura, de un negro azabache tan atrayente como terrorífico.- Puedo… salir a tomar aire?
-Adelante.
Salí rápido, pero las luces oscuras me siguieron, camine mas y mas rápido hasta un límite contra una pared, me voltee y Tom me estaba acorralando contra la pared.
-¿Te asuste?- Me pregunto pero su voz ya no era terrorífica, era dulce.
- Un poco…
- Lo siento Liz.- Puso un mechón de cabello rebelde detrás de mi oreja y suspiro.- Aun te vez algo débil
-Me pondré mejor…
Ahora veía bien el alma de Tom, era tan negra y en los bordes se volvía dorada, el caos en la mezcla de ambos colores la hacía hermosa,  al igual que la de Bill, solo que esta tenía algo maligno en sí.
Como si estuviera aprisionada por el dolor y no pudiera ser liberada.
-¿Quieres que te lleve a casa?
-No… solo… vamos por agua ¿sí?
- Claro- Me ofreció su brazo y yo lo tome.
-Gracias…
- Mira.- Se acerco hacia un cartel que decía algo sobre una gran fiesta.- “Baile de Otoño”… es el viernes.
-¿Con parejas?- Entre exámenes, y ensayos retrasados a causa de mi enfermedad, se me había olvidado lo del baile.
-Sí, interesante…-Dijo.- Te verías hermosa en un vestido de fiesta, Liz
Reí nerviosamente.- No lo sé, no creo que pueda pagarlo…
-Eso déjamelo a mí… ¿Irías conmigo?
- No lo sé…
- Vamos, te haría bien, no te arrepentirás- Recorrió mi brazo hasta juntar mis manos con las suyas y una corriente eléctrica fluyo.- Hazlo por mi
- Es-está bien
-¿Lo prometes?
-Lo prometo.- Sonreí sinceramente
El de inmediato me sonrió, hay algo extraño en Tom y tengo que descubrirlo, su presencia es como un imán pero siempre está Bill en mi mente, Bill y sus ojos, Bill y sus gloriosas alas, Bill salvando mi vida… Bill y sus secretos…
Bill y mi destino.
Palidecí al recordar todo lo que dijo… Eres la portadora de la lanza del destino… Una llave que abre la cerradura… Equilibra el cielo y el infierno… Quieren dañarte… todo es muy confuso en mi mente y no puedo entender…  me dan ganas terribles de gritar, ¿no podía dejarme como estaba?
Apreté la mano de Tom, buscando algo de tranquilidad, sin conseguirlo como cuando toco a Bill y todo el tiempo gira frente a nosotros. El sonrió aun más ancho y sus labios brillaron haciéndome temblar de deseo por probarlos, entrelazo sus dedos con los míos tan lentamente mientras sus labios se acercaban a los míos uniéndose entre suspiros, no muy convencida pero sus manos ya estaban contra mi cintura me aprisionaban cada vez más a su pecho acariciando mi espalda, el tatuaje que Bill me hizo…
Pero luego se alejo con los ojos muy abiertos y el rastro negro en sus pupilas, tenía la respiración agitada como si yo le hubiese hecho daño al tocarlo.
-¿Tom…?
-Olvídalo, tengo que irme…perdón
-¿Tom…? ¡Espera!
-Adiós Liz…Te-te veo lue-luego…- Pero ya se había alejado con su sombra oscura y dorada agrandándose mas mientras desaparecía.
Narra Tom
-Un… ¿sello anti demonios?
-Si… ese maldito…
William se cree muy listo, pude sentir el tatuaje bajo el cuello de Elizabeth cuando lo toque mi piel ardió y se deshizo pero por suerte Liz no lo noto, es una trampa anti demonios, con esto no podre intentar nada contra ella.
-¿Y también me alejara a mí de ella?-Dijo Jimmy
- No idiota, tú no eres un demonio, solo que no tienes alma…
- Ah…- Se apoyo contra la pared, pobre tipo en sus ojos ya se ve lo perdido que esta, la maldad del infierno lo consume y pronto ya no lo podrá controlar... entonces yo podre usarlo para conseguir la lanza.
-Pobre bastardo.- Me reí fuerte en su cara.- Al menos me servirás de algo… Eres el único que puede acercarse a Liz
- ¿A qué te refieres?
- Ve y averigua que tanto sabe sobre su destino.
- Bien.
- Y no falles.
Narra Liz
Ya casi termina el día, no entiendo porque Bill siempre desaparece… bueno, es un ángel caído, pero es como si me evitara, y ahora Tom también me evita…
-Y Lucy Connor se estaba besando con…
Bla bla bla, Alice, íbamos juntas por el pasillo hasta la entrada del instituto donde esperaría a Jimmy, solo pensaba en que desde ayer que no lo veo, hoy me levante y el departamento estaba vacío, le pregunte al portero y dijo que había salido cerca de las 5 de la mañana… ¿también me evita? Eso es extraño en Jimmy y aun más madrugar.
- Y entonces su novio…- Siguió diciendo
- Rompió con ella… ya me habías contado antes, ¿recuerdas?
- ¡Sí! Pero eso no es todo, luego Lucy…
- Volteo una soda grande de naranja sobre su cabeza… también lo se
- Bieeeeen, ya entendí, no quieres saber.- Hizo un puchero pero luego su rostro se ilumino.- ¡Liz! ¿Iras al baile de otoño el viernes?
-No lo…
- ¡Tenemos que estar ahí!- Me interrumpió.- ¿Con quién iras? Ya elegí el vestido…
-Tom me invito.- Me miro boquiabierta.- Ya le prometí que iríamos así que…
- ¿Tom? Es tan misterioso… y malvado- Rio tan fuerte que los demás voltearon a mirarnos.- ¡Bien! Buscaremos un vestido para ti, y un peinado, maquillaje, zapatos…
-Espera Alice.- Le hice un gesto con las manos para que parara, esa chica… casi daba saltitos de alegría.- Nunca he estado en un baile de Otoño.
-Es una tradición aquí en la ciudad…
Alice se quedo sorprendentemente callada, sonriéndole a Jared que venía con Jimmy bajando por las amplias escaleras de mármol del instituto, su aura se volvió de azul a turquesa como el mar en una mañana de verano, es pura y sincera, y claramente enamorada de ese chico.
-Hola mi amor.- Se besaron y con Jimmy nos alejamos, ambos incómodos y sin saber porque, éramos tan unidos, éramos casi hermanos pero ahora ya no lo reconozco, falta algo en el.
- Hola Liz.- Me dijo Jimmy, levante mi vista para sonreírle y me di cuenta… Jimmy no tenía aura.
La luz de su alma era invisible, y luego note que Jared tampoco la tenía.
Jimmy y Jared… ¿no tienen alma?
-¿Vas a casa?
- S-si… luego tengo que ir a trabajar a la cafetería… si es que aun me aceptan
-Vamos… o…- Se mordió el labio nervioso
- ¿O?
-¿Iras con Bill?
- No
-¿Estas con Bill?
- No… ¿Qué?... No, claro que no
-Ah… ¿Irán al baile de Otoño?
- No… iré con Tom
-¿Iras con Tom?- Sus puños se apretaron a tal punto que se veían rojos, estaba claramente sorprendido, enojado.- Oh…
-¿Por qué haces todas estas preguntas?
-Olvídalo…
Se siente horrible no poder decirle todo a mi mejor amigo, aunque el también me oculte cosas, quizás es la droga, quizás es algo mas…
Caminamos en silencio hasta el departamento, todo era tenso apenas me despedí de Alice, cuando subimos me encerré en mi habitación, Jimmy se encerró en la suya y solo fui a la cama a llorar…
No supe cuando caí en un sueño profundo…
 “De pronto estaba Bill flotando frente a mí, sus alas ya no eran blancas sino plateadas, quería tocarlas, sentirlas cubrirme y protegerme, mire mis ropa y una daga de plata, manchada con sangre se escondía entre un vestido blanco que llevaba puesto. Bill la tomo y su mano sangro de un líquido escarlata espeso, la arrojo lejos y me rodeo con sus brazos, sus labios contra los míos…”
…Y desperté
Bill no estaba, nunca esta, me levante a prepararme para ir a trabajar… antes marque el numero de Tom
Narra Bill
Anoche Salí de la habitación de Elizabeth, y aunque crea que ella me puede amar… es imposible por más que intente, por más que la salve, el destino nos separa. Tom encontrara la forma de quitármela aunque está sellada contra él, nada lo detiene.
Volé tan lejos que llegue a un lugar boscoso, no me detuve y volé hasta que era el amanecer, mis alas se sentían tan libres agitándose con sus bordes de plata, subí mas y percibí el viento helado entre las nubes, la brisa mojada de el aire espeso en la atmosfera es lo más cercano al cielo para mi, mi hogar, al que nunca podre volver.
Cuando me di cuenta ya eran casi las 7 de la tarde, quise ir a ver a Elizabeth, la encontré durmiendo en su cama, con sus ojos humedecidos, se veía tan tranquila desde la cornisa de la ventana, me introduje en sus sueños, solo mi alma como lo he hecho otras veces, y pude sentirla entre mis brazos y besarla, pero solo fue un sueño.
Ella se estaba preparando para ir a la cafetería, salió apresuradamente y la seguí, nunca me vio pero de vez en cuando volteaba buscando mi rastro violeta en el aire, luego seguía caminando.
-A dónde vas, ¿angelito?
- Thomas…- Me sobresalte ya que sentí el olor a azufre en el ambiente húmedo por la lluvia que amenazaba, y Tom cayó frente a mí hábilmente.- ¿Qué haces aquí?
-Liz me llamo, antes de salir de casa.- Se acerco a mi oído y susurro.- Moría de deseo por verme.
-Déjame en paz, Thomas. Ya no puedes hacerle daño…
- Eso crees.- Se desvaneció rápidamente.
Porque Liz lo llamaría… ¿Aun están juntos? Me invadió una rabia, seguí caminando y cuando cruce la puerta de la cafetería, vi a Liz atendiendo entre mesas de clientes, ella y solo ella frente a mí, a unos metros, sus ojos encontraron los míos y me sonrió.
Narra Elizabeth
Llame a Tom para pedirle ayuda, pensando en bailes de Otoño y vestidos… cuando mañana tengo examen de Anatomía y con todas las distracciones, necesito ayuda. Luego Salí hasta mi trabajo, camine sola por las calles de la ciudad, estaba más oscuro que lo normal pero sentía una presencia detrás que me protegía.
Entre a la cafetería y todos me saludaron normalmente, al parecer ya sabían de mi enfermedad, no entiendo cómo es que aun Sofía no me despide. Habían tantos clientes que solo me dedique a atenderlos, espere a Tom pero nunca llego, se suponía que me pasaría a buscar cuando saliera, ya casi era hora de cerrar cuando sentí una presencia fuerte acercándose, la puerta se abrió entre los “tin tin” de la campanita en la entrada… era mi ángel. Bill.
-Hola Liz…- Se acerco a mí y me saludo con un beso en la mejilla, me veía tonta pero no podía dejar de sonreírle.- ¿Te interrumpo?
-No… ya casi termino, me alegro mucho de verte. ¿Hoy no fuiste al instituto?
-No… lo siento…
-Te-te… extrañe
Me estaba muriendo de ganas de preguntarle si mi sueño fue real, si el también me extraño tanto como yo a él… si me dejaría ver sus hermosas alas una última vez.
-Elizabeth…
- Olvídalo… ¿iras al baile de Otoño?
- No… no tenía idea de que había un baile.- Suspiro pesadamente.- Pero no iré
-Oh…
-¡Liz estamos por cerrar!- Me grito la jefa desde adentro, rayos cuando me di cuenta ya no había nadie en el local.
- Venia a preguntarte si quieres que te enseñe Anatomía, ya sabes, el examen de mañana.
-Si no te molesta.- Mire una última vez la puerta, Tom jamás llego…- Esta bien.
Me sonrió, nunca me canso de su sonrisa, y es solo mía. Subió a su moto y yo atrás de el, sujetándome fuerte, estaba un poco nerviosa por la velocidad, Bill se dio cuenta.
-Tranquila, nunca te dejare caer.- Me dijo.- Confía en mi
Me aferre mas fuerte a su cintura y de una mirada rápida me volví a la cafetería, solo mis ojos conectaron con los de Tom, estaba en la puerta, sus pupilas se veían negras, y luego todos sus ojos se tiñeron de oscuridad, paso los dedos lentamente por el marco color lavanda y este se volvió negro como el carbón, ardió con el contacto de su piel, su aura se hacía cada vez más grande a medida que nos alejábamos y nunca desaparecía… Me aferre más a Bill…
Ahora estoy segura de que hay algo sobre Tom que aun no sé, y voy a averiguarlo.


Perdoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooon!! problemas tecnicos, se esta escribiendo el proximo capitulo!! somos treinta y cinco, :DDDDDDDDDDDD que felicidad, perdon por la demora lo sentimos u.u les tenemos malas noticias el miercoles comienzan las clases DDD: NOOOOO! trataremos de subirles capis, no se preocupen, pero se reduciran algunos dias... lo sentimos 
Bienvenidas nuevas lectoras, gracias por sus comentarios :D
El proximo capi se vienen sorpresas y nuevos conflictos entre los personajes, no se lo pierdan :D


Atte E.A


Alex

sábado, 18 de febrero de 2012

Capitulo 10 parte 2

-… resiste una noches más, solo una noches más…
Narra Bill
Salí del departamento de Liz, tenía que ir al cementerio donde el portal hacia el infierno, era una tumba, que ha existido desde siempre, y que su destrucción es el deseo de cualquier ángel, ¿Quién lo diría?... Abrí mis alas si este era posiblemente mi último vuelo por los aires quería disfrutarlo, mis alas quemaban por salir, me perdía entre las nubes, hasta que desde los cielos pude ver el cementerio y sus lapidas desgastadas por los años, decidí descender, y comenzar a buscar lo que sería mi próxima aventura
Frente a mí las puertas del infierno, se abren para dar paso para dar a una de mis peores pesadillas, mi cuerpo se tenso al solo oír los gritos de las almas desesperadas por castigos, hechos por los demonios, según Thomas, son capaces de percibir a los nuevos…
La sombra de una persona apoyada en la pared de la tumba llamo de atención, era Adam
-Vaya, vaya, tarde o temprano te tendríamos por aquí… - se acerco a mí, y yo desplegué mis alas.
-¿Que también me pegaras las peste Adam?, Si es que ese es tu verdadero nombre
-Rio, y en una velocidad impresionante, me tiro al piso- no juegues con migo angelito, y… sacar tus alitas no te servirán de nada, aparte un poco de carne fresca no nos ara mal- paso su lengua por mi mejilla y lo empuje de mi.
-Necesito ver a Lucifer…
-Pero que considerado… el te espera…-sonrió maléficamente- permíteme llevarte con el
Recito unas palabras, en latín antiguo, las puertas se abrieron, no era necesario verlo, estaba entrando al infierno, los ojos de Adam se volvieron blancos, me miro, y me hiso una seña para pasar, al cruzar el umbral supe que sería difícil volver.
-Vamos, no tengas miedo…-rio – solo hay gemidos, orgias por ahí, no lo sé si quieres abandonar el cielo, por…- levanto las cejas, pero lo interrumpí
-Ni lo sueñes…
-No serás un ángel caído toda la eternidad ¿Verdad? Debes tener ciertos… placeres –
Comenzamos a caminar, latigazos, los mismos monstruos que atormentaban a Elizabeth en sus pesadillas estaban ahí, arrastrándose buscando algo que comer, cuando Adam pasa todos los demonios hacían reverencia.
Llegamos a unas compuertas, ardían por dentro  se escuchaban gritos, se abrieron lentamente, hasta que logre ver en el fondo un jaula con el gran candado que se utilizo para encerrarlo ahí, recuerdo muy bien esa guerra, Dios desterró a Lucifer, y lo condeno encerrado en una jaula por toda la eternidad, lo único que puede liberarlo es… Elizabeth
-William… Te estaba esperando…- suspiró cansado- pero pasa ponte cómodo, ¿Quieres algo?
-No quiero nada de ti…
-Más respeto angelito – dijo Adam aun en la puerta
Estaba a punto de sacar mis alas cuando…
-No te recomiendo que despliegues tus alas, a no ser que quieras que se quemen- dijo Lucifer- Adam querido, puedes irte, tengo asuntos pendientes, trae el mejor vino, no todos los días se tiene a un ser celestial en el infierno-rio.
Adam Salió de la habitación, pude escuchar, cerrarse tras de mi
-Dime, William, que se te ofrece
-Que le has hecho a Elizabeth, dime… Porque Thomas…-m e interrumpió
-Dejemos a Thomas fuera de esto, el solo fue en encargado de pasar la enfermedad…
-Pero, porque, si lo único que quieres es la lanza, ¿Porque el de matarla?
-Un pajarito m convenció en tenerla en el infierno, porque sabes William, después que ella muera su alma será mía…
En mis pensamientos solo había un nombre que podría haber dado esa idea Thomas
-Lucifer…-En eso las puertas se abren, dando paso a una mujer, demasiado hermosa, vestida con una lencería roja, dejo los vinos en copas, y me guiño un ojo, luego se fue caminando sensualmente.
-Ves, esto es calidad- Rio- ¿Que querías decirme?
-Pues estoy dispuesto a ofrecerte un trato…
-Continua
-Te doy mi alma, un alma pura celestial, por la cura de la enfermedad de Elizabeth y para que su alma no conozca nunca el infierno
-Eso no te lo puedo garantizar, puede que conozca en infierno, pero lo demás me tienta, acércate William
Me acerque a paso decidido hacia la jaula
-Estarías dispuesto a sacrificar tu alma por la vida de Elizabeth
-Por eso y mucho más…
-Veo que el angelito está enamorado, pero bueno, si así lo quieres
Una mano, quemada, a carne viva salió de la jaula se hundió en mi estomago y de mi ser saco mi alma, blanca con el aura violeta alrededor, mi alma se fue adentro de la jaula, y podía sentir como Lucifer se divertía con ella. Caí al suelo por el dolor en mi estomago…
Mis alas fueron quemadas, pude ver como el fuego las consumía desde las puntas hacia dentro dejándome dos parcas de quemadura, el dolor en mi espalda era insoportable
-Tienes 12 horas, si no vuelves… Te iré a buscar, bueno yo no, como ves hijo…- Esa palabra no era digna de salir de sus labios- Pero Adam, el si puede, o tal vez… Thomas, el no es muy bueno con los nuevos, ¿Te ha dicho?
Lucifer saco de su jaula las almas que serian la energía de Elizabeth, en todo este tiempo Lucifer estuvo robando la vida de Elizabeth y para poder recuperarla, la única cura para que vuelva a la normalidad era darle almas pasadas convertidas en energía, las tome en mis brazos y Salí por la puerta, mi vida estaba vacía, no podría explicar lo acabado que me sentía.
Narra Elizabeth
Una vida, mi vida, Bill, Ángel caído, mi ángel guardián, ya no tengo vida, estoy delgada y demacrada, Jimmy esta a mi lado siempre, Tom viene a animarme, pero pareciera que cada vez que me debilito el está feliz… Aun no entiendo, ahora estoy sola, Jimmy está trabajando los turnos para cubrir el alquiler del departamento, creo que tendré que buscar trabajo.
Estoy aquí en el sillón del departamento, viendo un punto fijo, no eh visto a Bill desde ayer, donde estará…
La puerta del departamento, alguien estaba tocando, me levante, al abrir, casi me desmayo por la imagen
Bill traía en brazos, ¿Almas? De su ropa desprendía humo, o vapor
-¿Qué haces levantada?...- decía entre jadeos como si hubiera corrido un maratón- ve a acostarte - Le obedecí, tenía razón a pasitos había llegado a la puerta-  Esto Elizabeth es la cura de tu enfermedad
Me acostó en el sillón, y posicionó las almas sobre mí, luego fueron absorbidas por mi cuerpo y yo lentamente comencé a recuperarme
-¿Qué hiciste Bill?- observe la marca en mi muñeca esta estaba desapareciendo lentamente, mi cabello, tomo brillo, mi piel ya no estaba pálida, mi color había vuelto
-Se podría decir que fui y volví del infierno… Literalmente…- dijo melancólico
Me senté en el sillón el estaba al lado de mi, tenía su mirada perdida en un punto de departamento, tome su mejilla con mi mano, luego la acaricie
-No sé cómo pagarte todo lo que haces por mi...- puso su mano sobre la mía
-Soy tu ángel guardián Liz, no tienes que agradecerme- Bill estaba diferente, no podía ver su aura violeta alrededor de él, sus ojos no tiene brillo, miro la hora asustado – debo irme
Supe que algo andaba mal- Bill… ¿Qué hiciste?
-Estaré bien Elizabeth, es cosa de tiempo, pase lo que pase- la puerta comenzó a sonar desesperadamente- no salgas de tu habitación, promételo…
-Pero…
-Por favor Elizabeth… solo promételo, ponle seguro y no salgas hasta que yo te avise
Sus ojos reflejaban miedo, algo que nunca había visto, acaricie su mejilla, y el cerro los ojos y suspiro, luego los abrió con una infinita tristeza. Le hice caso y entre a mi habitación, cerré la puerta con seguro, y no supe nada después, de lo que pasara de la puerta hacia fuera ya no me incumbe a mí.
Narra Bill
Los golpes en la puerta se hacían, mas fuertes, habían dos presencias una claramente era Thomas la otra podría ser Adam, ojala mi plan tenga resultados.
Abrí la puerta y pude ver la ira de los ojos de Thomas, y a Adam recargado en la pared de enfrente con los ojos en el suelo.
-Iba a ser mía, Bill…- dijo Tom
-Tú lo has dicho iba
-Pero ahora eres de nosotros…- dijo Adam, ambos entraron al departamento, yo retrocedí, mientras ellos se acercaban a mí, “Padre no me abandones” paso por mi mente, Thomas tenía los ojos negros y Adam, blancos, se abrió un vórtice en el suelo, donde se podían ver los cuerpos putrefactos de las personas
-Salta Billy, llego tu hora…- dijo Tom
-O… ¿Quieres que te empujemos? – Adam, siempre Adam, era un pesadilla
Me acerque al vórtice, el azufre mas gritos de las alamas distraían mis sentidos
-William, te estamos esperando…- dijo la voz de Lucifer
Sin mirar atrás, salte, pero algo me sostuvo, luego pude ver la habitación desde el cielo, y podía ver la furia de ambos demonios, una luz blanca cegó mis ojos, y de pronto me vi en el cielo…
-Hijo…
-¿Padre? Creí que…
-Tu sacrificio ha sido un acto valeroso, has dado tu propia vida por Elizabeth, pero sigues cometiendo el pecado, William, esta vez te recupere por el sacrificio, pero no puedo admitirte de nuevo en los cielos, seguirás siendo un ángel caído por toda la eternidad
-Si padre…- Me arrodille, y luego sentí mis alas, pero no eran las mismas, tenían un tomo plata, junto con blanco, mas grandes y suaves con el terciopelo
-Todo sacrificio tiene su premio William…
Volví al departamento y podía escuchar los gritos de Lucifer desde el Vórtice, claro, hice un sacrificio, no podía irme al infierno, se podría decir que burle al Diablo.
Aterricé en el departamento, con mis alas desplegadas…
-Yo no les debo nada, lárguense
-Esto no se queda así Bill…- dijo Adam, mientras el vórtice se comenzaba a cerrar
-Además, yo tengo, el corazón de Elizabeth, podrás a ver ganado una batalla William, pero no la guerra…- dicho esto ambos demonios salieron del departamento de Elizabeth, por la oscuridad de donde tendrían que a verse quedado.
Fui hasta la habitación de Elizabeth estaba con llave…
-Elizabeth, ya… puedes salir…- Ella salió con los ojos llorosos, y me abrazo, su corazón estaba acelerado.
-Dime Bill, dime por favor, que esta sucedió…- la aparte despacio de mí y con mis pulgares limpie sus lágrimas-
-Tranquila mi pequeño ángel, pronto sabrás todo, pero por ahora no debo decirte nada. Pero es necesario, que hagamos algo para que no te vuelvas a enfermar… No sé si estarás dispuesta a…
-Bill estoy dispuesta a todo, no quiero estar al borde de la muerte otras ves
-Bien, es un sello, mejor dicho un tatuaje, no te dolerá, bueno solo en el principio, es para que no te entren las enfermedades del infierno, ni te posea algún demonio, si te lo haces no hay vuelta atrás, nada ni nadie lograra sacártelo jamás…
-¿Es muy grande?
-Bueno, más o menos… Dime el lugar…
-Emm… lo quiero debajo de la nuca, en medio de los dos omoplatos
-Bien…- me puse nervioso, ya que Elizabeth se saco su poleron, y luego su polera quedando solo en brasier, levanto su cabello y me apunto el lugar- Estas Lista…?
-Sí, solo… déjame respirar un momento…- pasaron unos segundos después escuche su voz…- Hazlo
Apoye mi mano en su espalda, su piel era suave, la mejor sensación del mundo, deseaba tenerla entre mis brazos, Thomas no se merece a Elizabeth, ella es pura delicada pero con esto, dudara si se volverá a hacer algo…
Me concentre, y comencé a decir unas palabras en latín, lentamente el tatuaje comenzó a traspasarse en la piel de Elizabeth, y junto a él los gemidos de dolor de ella. Al aparecer el sello, supuestamente es como quemar la piel en un ángel no se siente, pero en un mortal, el dolor es infernal, pero es por su bien.
-Aaaaaah…- un grito de Liz, saque mi mano de su espalda y la recargue contra mi pecho, radié mis brazos en su cintura y apegándola a mí, su espalda estaba en mi pecho, mi corazón se acelero…
-Relájate, ya pasara, solo escucha mi voz…- le dije, ella se relajo en mis brazos, de vez en cuando, se estrechaba a causa del dolor, pero luego cerraba sus ojos, con el puro movimiento de mi respiración- ¿Cómo te sientes?
-Suspiro- Jamás eh estado mejor… Bill
-Dime…
-Ahora que me siento mejor, creo que estoy atrasada en la universidad…
-Es verdad…  Pero te puedo ayudar después de todo…- le guiñe un ojo
-Gracias
Nos separamos, y observe el tatuaje en su espalda…




-¿Y…? ¿Está bien?-dijo
-Perfecto- le dije, era hora de irme
-Bill, aun puedo ver tu aura…- no puede ser, eso fue producto de su enfermedad, algo que nunca podrá borrar, o tal vez es un don
-Elizabeth, después de tu enfermedad… te quedaste con ese don Liz, es algo que te acompañara por tu vida, velo por el lado positivo, te ayudara a prevenir…- vi la hora- Tengo que irme, mañana tienes que ir a la universidad
-Creo que soy cesante…- se puso triste- tengo que buscar trabajo- ver a Liz trabajar me destruía el alma, tenía que trabajar y estudiar un carrera que no es nada fácil.
-No te preocupes yo hare que no te despidan ya lo veras…- le di un dulce beso en la mejilla, me di media vuelta hacia el balcón de la sala, desplegué mis alas y escuche la voz de Elizabeth
-Bill, eres hermoso…- mis alas se agitaron al sentir Elizabeth, pasar sus manos por ellas- son tan suaves tal cual terciopelo, tan blancas como la nieve… Bill- avance más hacia la salida y me perdí en los cielos.
Narra Thomas
-¡Debiste matarlo cuando pudiste eres un estúpido! – dijo Adam
-¿Yo? Quien es el jinete de la peste aquí- dije
-Dejen de pelear- dijo Jimmy- Ahora Bill es más fuerte
-¿¡Te das cuenta que burló a nuestro padre!?- dijo Adam
-No se preocupen, Adam, ya me dejaste en claro todo, no recuerdas…- con solo nombrarlo mis cicatrices en mi espalda ardían- Tengo el amor de Elizabeth, ella confía en mí, solo sabe que Bill es un angelito, pero no puede descubrir lo que soy ni tampoco lo que ella es...

Holaaaaaaaaa! perdon la tardanza y perdon por el capi, el prox sera mas largo, es que hoy es mi cumpleaños :DD (Alex) y eh estado ocupada :DDD perdon, el prox capi seria para el miercoles o jueves, :DDD nos vemos saludines y gracias por los comentarios :DD

Atte Evil Angel

martes, 14 de febrero de 2012

One shot “Día de los enamorados” BONUS

ADVERTENCIA
·        Esta historia está basada en hecho reales, con hechos verídicos, que serán explicados después.
·       Los nombres de los personajes han sido cambiados para proteger la identidad de los verdaderos protagonistas.
·       También los nombres fueron cambiados para su entretención.

“Menos de 24 horas”
Aquí estoy en la misma playa de hace 30 años…Esta es mi historia, me llamo Alejandra Smith… Nadie creería mi historia, ya que prácticamente es imposible de creer… Ni mis nietos me creen.
Vamos a años atrás, en la universidad, cuando por primera vez lo vi, el estaba estudiando medicina y yo artes, si, me encantaba pintar los lienzos, y decidí especializarme en lo que amo. Quién diría que él se fijaría en mí… Siempre lo observaba, una tarde lo dibuje con lápiz carbón, sus labios sombreados, me perdía en sus ojos, aun que lo dibujaba secretamente, cuando reía, podía ver sus hoyuelos, y cuando me miro aun que fue por 1 segundo, mis mejillas se tornaron rojas.
Una tarde, mientras terminaba un lienzo para la clase, sentí la puerta abrirse, yo con pintura en las manos algunas manchas en mi cara y mi ropa pintada, seguí concentrada en mi pintura cuando escuche por primera vez su voz…
-Emmm… Disculpa, este es el salón de artes- mi pincel callo, ambos estábamos nerviosos
-S…si- titubee
-Amms… es que estaba…-nervios- estaba… buscando… Al profesor… si, si el profesor
-¿De artes? Pero estudias medicina – me miro confundido
-¿Como sabes?
-Digo, digo, debes estudiar medicina o arquitectura, nunca te había visto por aquí – me volví hacia el lienzo pintando nerviosa
-Sentí sus pasos acercarse…- me llamo Bill, Bill Kaulitz
-Me… Llamar… quiero decir… Me llamo Alejandra, pero dime Ale – sonreí nerviosa, me voltee, pero recordé que tenía la cara pintada
-Rio, ¡Oh Dios Mío! su sonrisa de cerca es mucho más linda- No te preocupes te ves linda así
-Me sonrojé- ¡mientes! Parezco payaso – me acerque a él, tenía unos libros en mano
-Pues entonces eres una linda payasita – se sonrojo y rio- quiero, es decir, ¿Quieres ir… a la cafetería por un café?
-Me encantaría, pero tengo que cambiarme, me esperas
-Por supuesto- se sentó en un banquito- de aquí no me muevo
Me fui a cambiar al baño, me puse mis jeans, mis zapatillas y mi polera, me lave la cara, al salir lo vi observando mis pinturas
-Tú hiciste esto…- dijo apuntando un cuadro que había hecho, pintando el mar, me encantaba pintar el mar, sentir su briza, el sonido de sus olas, junto con el canto de las gaviotas
-Sí, pero es horrible mejor vamos por el café
-Estás loca, me encanta
-Vamos por el café- le tome la mano y lo arrastre hacia la puerta, una electricidad recorrió mi cuerpo, pude sentir que a él le sucedió también
Paso el primer año, si me detengo en cada detalle no terminaría nunca, y tal vez saldría un libro, yo vivía sola en Berlín, quise venirme a Europa, en especial Alemania, me gustaba ese País desde pequeña, me gusto Alemania y en especial Berlín, estudiar ahí fue el sueño que mis padres quisieron cumplirme
El tiempo comenzó a pasar y nosotros seguimos de novios, cuando el estudiaba, no me gustaba molestarlo, pero a veces era inevitable, una vez le cubrí los ojos por detrás mientras estudiaba anatomía, rio un poco, luego me tomo de la cintura, y me beso, los libros sobraron en ese instante, esa noche fuimos unos. Jamás lo olvidare, si tan solo… hubiese…
Continuemos con la historia, llevábamos, dos años de novios, si es cierto, no todo es de rosa, teníamos discusiones, el decía que yo era muy irresponsable y que a veces lo distraía, pero después llegaba a mi departamento, con un oso gigante y un lo siento, siempre lo perdonaba.
Una tarde, cuando descansábamos, en el pasto, yo recostada en su pecho mirándolo, sentir su respiración pausada, y su aroma…
-Dime amor, ya te decidiste en que especializarte…- lo interrumpí, parecía ido en sus pensamientos…
-Aaah?-me dijo, rodia lo ojos
-Que si decidiste en que especializarte…- el acaricio mi mejilla
-Sí, quiero especializarme en oncología – me sonrió – y… ¿Tu que harás después?
-Quiero hacer un post grado en arte, además de obtener la pedagogía
-Entonces aun no te iras de la universidad… ¿Verdad?- dijo asustado, sabía que el egresaría en ocho años y a mí me tomaría menos tiempo en salir si pensaba obtener un post grado
-No, ¡tonto!- me acerque y lo bese- sabes que te esperaría
-Si lo sé- dijo como ido
La tarde fue pasando y así los años, cumplimos 5 años de novios, en la carrera, yo llevaba mis post grado, y el estaba en los internados, son dos años, de los cuales vas a hospitales, y aprendes cosas, algo así me ha dicho Bill.
Últimamente hemos peleado mucho, pues los padres de Bill no me aceptan, hace ya un tiempo conocimos a nuestros “Suegros” la verdad yo quería, porque Bill, tenía algunas dudas y discutíamos por ello tenía el presentimiento que algo andaba mal.
La cena con mis padres fue espectacular, mis padres amaban a Bill, y se llevaban bien con él, hacíamos cenas “Familiares” cada vez que teníamos libres. Pero un día, me nació la curiosidad de querer conocer a los padres de Bill, el se negó rotundamente, siempre inventaba excusas como “Trabajan demasiado”, “No están en el País”. Discutíamos por eso, a veces terminaba llorando, pues se nos subía el tono, el terminaba yéndose del departamento, y después volvía arrepentido, mientras yo dormía.
Después de tanto insistir me llevó, pero entonces había comprendido porque siempre evito presentarme ante ellos. Los padres de Bill, era una familia adinerada, cuando me vieron sus caras cayeron al suelo, tuvieron una discusión delante de mi…
-¡Pero Bill! Es una simple profesora de artes, una cualquiera…- dijo su padre
-Hijo porque nos haces esto y más con una rebelde…- dijo su madre. Mis lágrimas no tardaron en salir
-¡Suficiente! Yo la amo no pueden respetar eso, yo soy feliz con ella y…- lo interrumpí, era cierto, Bill no pertenecía en mi mundo.
-Bill, creo que mejor me iré
-Por fin se te ocurrió algo productivo, vamos mis pequeño Billy encontraremos a otra indicada, con reputación, una hija de mis amigas ¿Qué te parece?
-No, basta ya, Ale, yo me voy contigo…
Lo malo de todo esto, es que algunas de las hijas de las amiguitas de la mama de Bill, están estudiando la misma carrera que él, y de vez en cuando veo que se les insinúan. Sea como sea la madre de Bill quiere separarnos, pero nos amamos y somos nosotros contra el mundo.
Recuerdo que estábamos en los últimos años de nuestra carrera, había sacado mi post grado y Bill está en su especialización. Como vacaciones, Bill arrendo una cabaña justo para los días de San Valentín, solo nosotros dos en la playa… Cuando llegamos había un cena romántica, cenamos a la luz de la velas, con las miradas perdidas entre ambos.
Luego de cenar, aun con música puesta, nos fuimos a bailar a la terraza de la cabaña, como único reflector teníamos la luna, bailamos un vals, mientras nos confesábamos nuestro amor, nuestros labios se juntaban, sus labios bajaban desde mis mejillas hasta mi cuello, lo que comenzó con el vals, termino en excitación y luego a la cama, esa noche fue mágica, nos entregamos en cuerpo y alma. Sus caricias sus besos, sus frases, y su aliento chocar contra mi piel. Ambos caímos rendidos en la cama con la respiración agitada, Bill se quedo dormido, pero a mí me distraía, la luz de la luna y el mar se veía perfecto vi la hora y eran las tres de la mañana. Me levante, tome un toalla y me fui a bañar, el agua estaba tibia, era maravilloso, me sumergí en al agua, nade un momento y luego me dedique a flotar, hasta que unos brazos abrazaron mi cintura…
-Aaah…- grite asustada
-No me gusta, despertar y ver que no estás a mi lado…- Bill, lo dijo como tan melancólico, sus brazos rodeando mi cintura apegando mi espalda a su pecho
-El mar, se veía tan hermoso
-No digas eso, me pondré celoso –rio, me imaginaba su sonrisa, no aguante mas, me di vuelta y lo bese, sus labios estaban salados a causa del agua
-No lo hagas, sabes que siempre seré tuya…-Jugamos en plena noche en la playa, nadamos besos bajo el agua etc. Después nos fuimos a dormir.
No todo es eterno y tienen razón, una tarde cuando fui a buscarlo para irnos a casa, entre al salón y lo vi con una de las hijitas de las amigas de la madre de Bill, acorralado en la pared y el con sus manos en su cintura…
-Bill…- El se separo de la chica ella sonrió triunfante y Bill tenso
-Ale, ella…
-No me expliques Bill, tarde o temprano tenía que suceder…- me di media vuelta, pero antes de irme- Fue lindo mientras duro
Sentí lo gritos de Bill por el pasillo, la última vez que vi a Bill, desde entonces fue cuando se licencio de medicina, lo vi con sus padres y una mujer siliconada, pero linda, me fui con mi post grado y experiencias nuevas en la vida
Pasaron 10 años, conocí a Thomas, nos casamos, tuve dos hijos, Alex y Kevin, rubios. Hermosos como su padre, luego de un tiempo mis hijos estaban en adolescencia, yo trabajando dando clases en una universidad, y Bill cosa del pasado.
Bueno, digamos que la felicidad que existía entre Tom y yo desapareció, pues el amor se esfumo y decidimos separarnos, en las vacaciones Kevin y Alex se iban con su padre por el verano y después volvían para el colegio.
Había cambiado, tenía el pelo más largo, estaba demasiado cambiada al tiempo de la universidad, nunca le guarde rencor a Bill, no tenia porque sabía que tendría que suceder. Cuando mis hijos se fueron con su padre de vacaciones decidí ir a California, saque un pasaje y me fui en avión, al llegar me hospede a un hotel y decidí a recorrer la cuidad, y llegue a un Starbucks, me senté a tomarme un café, y descansar un momento, cuando escuche a mis espaldas
-Alejandra…- esa voz era su voz
-¿Bill?
Sip, después de casi 15 años nos volvimos a encontrar, el también tuvo una hija, Francisca, bailaba en Broadway, ballet clásico. Me contaba sobre sus recitales y lo orgulloso que se sentía. También se caso… Exacto con la misma mujer del salón, pero se divorcio cuando descubrió que no la amaba y lo único que le importaba era su dinero.
Era un doctor reconocido en California, tenia barba y demostraba más edad, estaba hermoso, los dos meses que estuve ahí, nos sirvió para conocernos y darnos cuenta que donde hubo fuego cenizas quedan, todo era como antes, aunque Bill me decía que me amaba y me estaba más hermosa que antes, yo le decía que no mintiera, pues yo sabía que el tiempo avanza y nadie se queda congelado en el tiempo.
Paso un año, habíamos salidos ya por muchos meses, nuestros hijos se conocían y se llevaban bien, pues ya no estaba pequeños Kevin era el mayor tenía 19, luego Alex 18 y Francisca con 17.
Una noche, en la misma cabaña de San Valentín, me pidió matrimonio, yo feliz acepte, nuestra luna de miel seria en Japón, nuestro casamiento era el día 12 de febrero, queríamos casarnos el 14 para el día de los enamorados, pero la iglesia que queríamos estaba ocupada.
Los padres de Bill no asistieron, esta vez no nos importaba, nos casamos de todos modos, el casamiento fue en lo grande, nos iríamos de luna de miel en unos días más, era la mujer más feliz de mi vida, tenía a Bill, nunca debí dejarlo. Esa noche después de la fiesta, nos fuimos a nuestra habitación, estaba tan cansada, que lo único que hice fue dormir, sentí cuando Bill beso mi mejilla y susurro… “Te amo nunca lo olvides”. Le di una sonrisa de lado y rose mis labios con los de él… Después me quede dormida.
Al otro día, no lo vi a mi lado, era temprano, había mucho movimiento en la casa, me levante y todos vestían sus trajes de baños, y vestidos…
-¿Qué pasa?-pregunte media dormida
-Pues Bill quiere que vayamos a la playa a un paseo familiar- dijo Kevin
-Y ah encargado pizzas- dijo Alex me día feliz
-Aun no estás lista, apúrate maaaaaa…-dijeron al unísono
-yayaya, solo llamen a Bill ¿sí?
-Bueno…- se fueron y yo cerré la puerta, me metí a bañar, y Salí para ponerme el traje de baño
-Me querías ver Ale
-Emm… sip, así que… quieres ir de paseo-dije asomando mi cabeza desde el baño
-Siii, hoy desperté con ganas de ir a la playa, dale bonita vamos- dijo poniendo esos ojitos
-Bueno, vamos- me acerque y lo bese, extrañaba ya sus labios desde la noche
El salió de la habitación, no sé porque pero tenía un presentimiento mi sexto sentido algo me decía, pero ya que… Un paseo familiar para que se entienda la familia. Todos iban listos, llevaban tablas de surf, sombrillas, sus toallas, y el infaltable cocaví para la tarde…  Comida.
Nos subimos al audi, de Bill, éramos muchos, estaban mis tíos, mis padres, y la familia de Bill, éramos como 13 personas, y en diferentes autos, me reía en silencio tras ver tantas personas. Me subí en el asiento de copiloto y Bill manejaba, atrás, se sentaron nuestros hijos, antes de partir nos pusimos el cinturón de seguridad, tomo mi mano y la beso…
-Te amo…- me dijo
-Yo también…- me acerque y lo bese hasta que escuche unos quejidos
-Ooooh nooo papá… ¿No pueden esperar a la noche de bodas?- dijo Francisca
-Siii, mamá enserio!, no queremos ver como intercambian babas-dijo Kevin
-babotas…- dijo Alex
-Reí y mire a Bill que los miraba por el espejo retrovisor- vamos que el publico esta impacientes por llegar
-Bueno vamos…
Partimos, el camino hacia la playa en el trayecto íbamos contando y molestando, éramos una familia por fin tenia al hombre que amaba y a mis hijos… Nos separamos y el destino nos volvió a unir, a veces, si las almas gemelas están destinadas a unirse, el universo conspira para hacerlo realidad.
Llegamos a la playa, todos salieron corriendo, a probar el agua, que parecían, instalaron la sombrilla, y todos fueron al agua, Bill tomo una tabla de surf, y yo me preparaba para tomar sol, bajo la atenta mirada de Bill.
-No puedo esperar a la noche de bodas…-dijo mientras sonreía
-Pues, falta poco…- se acerco a mí mientras se abrochaba el sujetador de la tabla en la muñeca
-Cuento las horas…- me estaba aplicando el protector solar- ¿Te ayudo?
-Bueno, échame en la espalda…- se lo pase, me tome el pelo y él se hecho en las manos y comenzó a esparcirlo por mi espalda, sentía su manos, en tiernas caricias, no quería que terminara nunca…
-Si sigo no aguantare la noche de bodas, amor- susurrándome
-Bueno, yo sigo…- me sí vuelta y lo bese- Ten cuidado
-Siempre lo tengo- otro beso, es que no quería que fuera, si hubiese hecho caso a mi sexto sentido, se fue corriendo, como niño pequeño, me recosté en la arena, mientras veía como Bill se sumergía en el mar a través de una ola, estaba atenta pasaron 30 segundos y Bill no salía, me comencé a desesperar, me pare hacia la playa y fue ahí cuando el mundo acabo
-Noooooooooooooooooooooooooooo… Papá- decía Francisca mientras lloraba, mientras Kevin lo sacaba del agua con la cabeza llega de sangre, los gritos se hicieron silencio, comenzaron a bajar y lo único que escuchaba era un pito en mis oídos mientras sacaban a Bill del agua, caí de rodillas y fue ahí cuando comencé a llorar, me acerque el cuerpo pero mis tios y mi padre me alejaron de el
-Noooo! Déjenme, tengo que verlo, mi amor!- gritando- Porqueee!-lloraba
Lo único que vi fue cuando Kevin subía al auto de Bill y se lo llevaba al hospital
Murió en el camino…
A veces la vida nos da lecciones, debí hacerle caso a mi instinto, pero se veía tan feliz de ir a la playa, no quería matar su ilusión, lo que me dijeron sobre su muerte fue que una piedra venia en la ola, y que el al sumergirse, impacto contra su cabeza, no alcanzo a llegar al hospital, se desangro en el camino, y Kevin escucho sus últimas palabras… “Dile a tu madre que la amo, y que siempre la ame”
Ahora mientras veo el mar, lo que me a arrebatado, pienso que el siempre estará esperándome, en alguna parte del cielo, donde nuestras almas podrán estar juntas para toda la eternidad…
Fin


domingo, 12 de febrero de 2012

Capitulo 10 “La puerta al infierno” Parte 1

Narra Bill
Elizabeth aun estando enferma parece que sus ojos son  la fuente de donde proviene toda la belleza del mundo, su cabello luce enmarañado y sus labios están resecos, pero aun sus ojos me miran llenos de vida, con incertidumbre y temor, tienen un brillo inexplicable a la vez… llego la hora de que sepa la verdad que marcara su destino en sangre...
-¿Bill?- Me sacudió por los hombros poniendo toda la energía que le quedaba en eso, me había quedado mirándola por minutos que solo a mi me parecieron segundos, ella estaba sentada en la cama.- ¿En qué piensas?
No iba a decirle que quería guardar lo más posible de su esencia en mí, pronto ya no habría nada.
- Quizás sea mejor que hablemos mañana…- Me agache y quedamos frente a frente, de inmediato llevo su mentón a mi hombro y largo un suspiro, su rostro quedo detrás de mi campo visual frente a una ventana cubierta por cortinas color caoba que se movían lentamente por el viento.- Te haría bien dormir.
Las débiles manos de Liz recorrieron mi pecho, lo que me hizo estremecerme, hasta llegar a mis hombros, se abrazo fuertemente de mi como si su vida dependiera de ello.- ¿Sabes?- Ella soltó una risita que me contagio a mi también.- Puedo ver una luz… alrededor de las personas…
Ella pareció notar que me puse tenso, Liz podía ver  la llama de luz, el aura, en todas las personas es diferente según lo dañada que este su alma, pero entre ángeles y demonios no puede ser vista por humanos a no ser que… les quede muy poco tiempo.
-En este momento estoy viendo tu luz, Bill.- Se hundió aun mas en nuestro abrazo.-Tu aura, es la más hermosa de todas…
Finalmente me atreví a rodearla con mis brazos, mis alas querían desplegarse aunque sin moverme de su exquisito abrazo.- ¿Cómo es la mía?- Le dije.
-Es diferente a todas la demás.- Su voz empezó a debilitarse.- Es más grande que todas, tiene todos los colores violetas y alrededor se vuelve dorada… me hace sentir bien.- Alzo su mano intentando atrapar algo invisible en el aire.- Pero no puedo tocarla… quisiera tocarla…
Cerró sus ojos y la tome entre mis brazos, mejor sería dejarla dormir y buscar una pronta cura para su enfermedad, es arriesgado pero ya sé dónde encontrarla, en el infierno. Aunque ya nada sirve, cuando Tom beso a Liz supe que la perdí, no importa tenga que morir impediré que el infierno venza.
La deje suavemente entre las cobijas de su cama para que descansara, pero tomo de mi chaqueta y jalo, sus ojos estaban más abiertos, absortos en el reflejo de las cortinas detrás de mí, un trueno resonó entre las ventanas dejando entrar una luz violeta que reflejo mis alas como sombra.
-Bill…- Jalo aun mas de mi.- ¿Qué… que… eres?
- Elizabeth…- El reflejo desapareció.
- Por favor, dime Bill.- Sus ojos se cristalizaron pero aun mostraban un intenso deseo.- Confía en mí.
- Soy un ángel caído.
Narra Tom
Ese simple roce de labios causo mi perdición, tan delicados y tan tentadores, esta a pasos de ser completamente mía, mi Elizabeth, sus labios míos, mi infierno suyo.
Deje que ese imbécil de Bill se la llevara, al menos el si la cuidaría, ya que según Adam teníamos un asusto importante que atender, nada puede ser más importante que Elizabeth… quiero decir la daga. Por suerte antes de que se fueran pude ver la marca en su brazo, está casi completa, ningún doctor podrá ayudarla así que no me preocupa, ni el inservible angelito podrá borrarla, pues bien, no tiene idea como.
Salimos del instituto, ese lugar lleno de ratas, si no fuera por Liz. Adam estaba muy extraño, bueno más de lo normal, se notaba una sonrisa en su rostro, no cualquier sonrisa, como si tramara algo.
-¿A dónde es eso tan urgente que tenemos que hacer?- Le pregunte ya que hizo parar un taxi.
- Oh… Thomas… enserio no debiste.- Le dio un golpe al conductor del taxi, un señor regordete que en un solo toque quedo reducido a una masa sin forma que se convirtió en cenizas. Me estaba  asustando, los ojos de Adam estaban tan negros que parecía que ya no los tenía, me obligo a entrar en el asiento del copiloto mientras el manejaba esquivando hábilmente a los conductores desconcertados por la velocidad de “nuestro” taxi.
- Hey! Conduce con cuidado. No queremos… - Intente distraerlo para bajar del taxi en movimiento, me dañaría un poco pero me repondría en segundos, no pude porque toque la manilla y estaba caliente, luego puso seguros a las 4 puertas.-… Llamar la atención.
Opte por dejarlo conducir sin decir palabra, ya que Adam es uno de los cuatro jinetes, una de las mayores inmundicias del infierno, es posible que este medio desquiciado.
- ¿Conoces las reglas del infierno?- Me pregunto de la nada y se detuvo de golpe frente a un destartalado cementerio, parecía no haber sido abierto hace años ya que la pintura de lapidas y paredes se descascaraba y tenían grietas.
- Si, nunca te revelas contra Lucifer.- Recordé. Adam bajo del vehículo y camino hasta las desgastadas rejas del cementerio que se abrieron sin siquiera tocarlas.- Nunca te enamoras de un humano…
También baje y lo seguí, al fondo vi una gran puerta de metal con protecciones anti demoniacas, transmitía vibraciones desde debajo de la tierra e incluso se escuchaban lamentos y gritos, algo amargo se puso en mi garganta, una puerta al infierno que podía significar solo una cosa.

-¿Recuerdas la tercera regla?- Me dijo burlonamente mientras se acercaba a abrir y desatar mi propio infierno. Adam debió haberme delatado con Lucifer por… creer… que me enamore de Elizabeth, infringí la regla más importante, y la mayor condena para un demonio, dentro del portal al infierno esta lo que llamamos “La Redención” para nosotros, la tortura.
- …Nunca traicionas a un hermano.
- Que bien, porque ¿sabes?- Tomo ambas manillas y la puerta se abrió dejando salir millones de sombras, almas caídas y demonios.- Nunca te considere un hermano.

Luego salieron tantas sombras que todo se fue a negro, solo veía el fuego, algo magnético me arrojo dentro y sentí como las llamas del infierno quemaban toda mi piel.
Narra Liz.
-Eres… ¿mi ángel?
- Si… estoy aquí para cuidarte Liz, para velar cada noche tus sueños y proteger cada día tu camino.
¿Qué es lo que estoy escuchando? Bill… es un ángel. Antes ni siquiera podría tomarlo en serio, pero últimamente he estado viendo cosas que no creí posibles, en este mismo momento mi habitación está rodeada de oscuras sombras, se mueven por todo el techo, están impregnadas en el aire con ese olor a azufre del que ya me acostumbre, algunas tienen forma humana y se acercan a Bill pero no logran perforar su luz alrededor de su cuerpo, es tan magnífica, sus colores las desvanecen, junto con todos mis miedos. Veo en sus cálidos ojos que lo que dice es verdad, tienen un brillo que me hace perderme, olvidar el horrible dolor en mi muñeca, esta marca que quema entre mis venas y se hace cada vez más profunda como si calara incluso mi alma.
-… ¿Elizabeth?- Hubo un silencio, ya no podía mas algo extraño me estaba consumiendo, Bill se sentó junto a mí y llevo su mano a mi frente.- Otra vez tienes fiebre.- Asentí sin dejar de mirar sus ojos, deslizo con suavidad los dedos hasta mi brazo y cuando toco la marca en mi muñeca ardió al contacto.
- Auch…- La quito, creo a él también le dolió porque quemo sus dedos.
- Perdón…- Dijo y luego suspiro con pesadez.- ¿No me crees cierto?
- Si te creo.- Oh no, me invadieron las nauseas nuevamente, sentí la sangre llegar hasta el borde de mi garganta pero luego Bill tomo mi mano con fuerza y repentinamente me sentí algo mejor.- ¿Porque me está pasando esto?
- Fuiste infectada por ese mald… -Se puso tenso.- Alguien, digo, muchas personas, quieren hacerte daño Liz.
Una gota de sudor frio recorrió mi frente.- ¿Quiénes? ¿Qué son?
-El que te hizo esto.- Señalo mi muñeca y empezó a arder de inmediato.- Tendrás que averiguarlo por ti misma, escucha, no puedo interferir, esto es muy delicado…
- Bill.- Estaba a punto de derrumbarme, odio no entender de lo que está hablando y sentirme tan vulnerable.- ¿Por qué quieren dañarme?
- Porque… Elizabeth eres la portadora de la lanza del destino, el arma que equilibra la paz entre el cielo y el infierno…
- …
- Se que suena como tonterías.- Dijo entre risas torpes y nerviosas al ver mi rostro sin expresión alguna.- pero si buscas en ti, tus recuerdos y los más profundo de tu alma, sabrás que lo que te digo es cierto, eres tú.
Me quede sin palabras, era mucha información para procesar estando tan enferma, con una extraña marca fundiéndose en mi piel que pudo haber salido de quien sabe dónde, con un ángel en mi habitación confesándome una verdad que no recuerdo. El rostro de Bill lucia expectante ante alguna reacción, manteniéndose paciente a mis movimientos, alguna mueca o gesto pero nada, estaba en shock. Finalmente me deje caer entre mis almohadas, solo queda asentir y asumir que las palabras que salen de sus… irresistibles labios, son ciertas.
Una parte de mi lo sabe.
-Ángel…- Me miro esbozando una perfecta sonrisa, de esas que iluminan una habitación llena de sombras.- ¿Podría ver tus alas?
Narra Tom
Caí de bruces a un lugar plagado de oscuridad. Todo estaba en completo silencio, eleve la vista pero del portal ya solo se veía una pequeña luz haciéndose más invisible cada vez. Sin embargo el magnetismo infernal no había desaparecido, es esa fuerza que arrastra almas caídas al confinamiento del infierno, pero no en este rincón desierto, que nunca había visto.
 No veía a quien, solo oía voces susurrando el nombre de Elizabeth, luego un grito desgarrador, era su voz, sus gritos… ¿cómo no reconocerla? La estaban torturando por mi culpa. Corrí entre la densa oscuridad buscándola, ya la tienen por descuidarme, por enamorarme… no claro que no, eso no puede suceder nunca. Soy un hijo de Lucifer y no siento más que asco por cada ser en la tierra, son pedazos de carne descomponiéndose. Pero yo debo ser el que la posea, por eso seguí buscándola ya que el grito de mi Elizabeth nunca se desvanecía.
Luego el piso se volvió una masa cada vez más blanda de un material caliente como lava, seguía sin ver nada y ese líquido me consumía la piel obligándome a dejar la forma humana.
El grito se convirtió en quejidos que se hicieron cada vez más débiles, luego todo era silencio otra vez.
-Liz… no…- El corazón me dolía, se sentía apretado.- No, no, no, no… ¿Hay alguien ahí?
-¿A quién buscas, tú, porquería?-
- Padre…- Solo oí su voz y ya lo sabía, el infierno seguía en negro como si estuviera ciego, un látigo ardiendo me azoto provocándome caer.- ¿Por… por… que… estoy aquí, Lucifer?
-Por la redención, hijo mío.- Otro latigazo esta vez más doloroso.- Me has traicionado.
Casi no podía hablar por el dolor.- ¿Dónde… esta… ella?
-Ella está bien, esta en casa con su angelito besándose apasionadamente ¿sabes?- Una súbita furia me hizo hervir la sangre.- Ella podría estar aquí ahora mismo…- Otro latigazo en directo en mi pecho.- ¡SI NO FUERA PORQUE ERES UN ESTUPIDO DEMONIO ENAMORADO DE LA PORTADORA DE LA LANZA!
Lo sabía, ese bastardo de Adam lo hare pagar, si saliera con vida de este lugar, luego de una eternidad de latigazos, algunos incluso perforaban atravesando mi corazón, ya no podía mas, esto es lo que llaman Redención… ¿Cree que me rendiré a Liz? Sigo sin ver pero siento el líquido que corre por mi cuerpo, la sangre inundando el frio metal que cubre el piso, todo por ella, todo el tormento y solo quiero estar con Liz justo ahora y besarla como si el infierno fuese a enfriarse.
-Como si ella fuera a enamorarse de ti…- Mi tráquea se vio rodeada por una mano que presiono arrojándome contra una pared que desprendía un liquido nauseabundo a la vez que frio, era muy frio.- No eres más que la sombra de tu hermano William.- Me soltó de golpe pero ya no me quedaban fuerzas para luchar.- Te queda solo una oportunidad Thomas.
- Si… señor- El magnetismo hizo su reaparición y arrastro mi moribundo cuerpo hasta la superficie otra vez. Cuando abrí los ojos seguía oscuro pero se sentía el olor a flores mojadas del cementerio, estaba lloviendo.
En el tiempo que me tomo reponerme, observe mi piel, brazos incluso estomago, cubiertos de cicatrices oscuras y llagas cerrándose pero que no se borrarían, marcas que me recordarían el castigo por amar tanto a Elizabeth.
Narra Liz.
Bill desprendió sus alas, se elevaron hacia el cielo y entre la luz que entraba por la ventana se filtraba entre plumas y las hacía ver brillantes con fragmentos dorados atravesando su iridiscente magnitud. Sus bordes terminaban en delicadas puntas casi invisibles que se batían con suavidad como el aleteo de una mariposa.
Mi corazón latió con fuerza, nunca había visto algo tan perfecto además de su sonrisa. La imagen de Tom se paso por mi mente, sus tentadores labios y lo bien que me hace sentir, ese toque perverso que tiene a veces. Pero luego Bill estaba aquí revelándome su secreto, Bill era un ángel caído, por mi culpa. El solo pensar en eso me revolvió algo dentro, di una vista rápida a mi muñeca y la marca seguía ahí.
Me sostuvo la mirada preguntándose qué pasaba por mi mente pero luego ya no podía pensar en nada más que el dolor sobrenatural en mi cuerpo, creo que me queda poco, ya no sé hasta cuando pueda soportar.
-Mi pequeño ángel.- Me dijo inclinándose junto a mí, quito algunos mechones de cabello de mi cara, sus alas aun estaban desplegadas pero fueron contrayéndose lentamente hasta desaparecer dejándonos en oscuridad.- La lanza fue tallada por los ángeles en una esmeralda desprendida de la frente de Lucifer en el momento de su caída… en el infierno está confinado a una prisión que se abre con esa llave.- Suspiro.- Tú eres la portadora por lo tanto tienes que elegir… cielo o infierno.
Cielo… infierno… cielo… si esta Bill en el cielo… Mis ojos ya no daban más pero no quería dejar de verlo, con suavidad me arropo entre las cobijas y sonrió haciéndome olvidar todo lo que hablamos esta noche. Pero yo bien se que no hay nada que olvidar y este es solo el comienzo.
-Pero eso será mañana, pasado.- Dijo y se sentó a los pies de mi cama.- O en muchos años mas… estarás bien.
-¿Bill...?
-¿uhmm...?
-¿Te puedo hacer una pregunta?
-La ultima y a dormir
-¿Porque yo...?
-Porque así es el destino, nadie lo controla pero siempre es como tiene que ser.
- ¿Tú estabas destinado a caer…?
- Eso creo…- Su voz era nostálgica, sonaba triste.
 -A veces sueño que me llevas y volamos, lejos, muy lejos de aquí…
Antes de cerrar los ojos oí su risita nerviosa, sus alas abriéndose paso, en ese momento no fue necesario un beso de despedida, nada más que su luz inundando mi oscuridad elevándose hacia el cielo desde la ventana, desapareció al paso de los segundos junto con todas las sombras… por fin, es hora de dormir.
Narra Bill.
Quizás así tenía que ser, tenía que caer y conocerla, salvarla y perderla nuevamente. Sé que mañana me odiara como siempre, o puede que solo tenga miedo de mi… no importa, Salí de su habitación, ahora queda buscar la cura para su enfermedad.
Me vi envuelto cada vez más el olor a azufre y los gritos de las almas caídas clamando por piedad, a medida que me adentro en el infierno, la única oportunidad de que Liz sobreviva.
-… resiste una noches más, solo una noches más…

Continuara…

Hey chicas :3 perdon por el retraso de mil años D: esto creo que lo compensa, capitulo de dos partes!! :D
Les queriamos pedir 5 comentarios u_u ya que a veces pensamos que no les gusta la fic por eso no comentan  mucho :c cada comentario es otra gotita de inspiracion a nuestras cabezas xD anyway gracias a Adriana♥Maria por comentar todos los capitulos y por seguirnos :') y a las chicas que comentan siempre y las seguidoras muchas gracias. 
Eso, nos vemos pronto con la segunda parte C:

Atte. E.A.

pd: Ahora estamos subiendo la fic aqui ---> http://tokiohotelficcion.es/viewstory.php?sid=2628 por si alguien tiene cuenta en tokio hotel ficcion :P

martes, 7 de febrero de 2012

Capitulo 9 “Síntomas”

Narra Elizabeth
Bill, no ha ido a clases y me ha dejado con toda la tarea a mi… en realidad eso no es lo que me molesta, creo que, fue mi culpa no debí pedirle que se quedara y así no hacerme ilusiones tan rápidamente…  Hay algo que no es normal en Bill, su sombra es más grande de lo normal y… creo que estoy alucinando Jimmy esta fumando Mariguana al otro lado de la habitación con una de sus amiguitas de la universidad… Lo que hace que mi dolor de cabeza aumente.
Estos días han sido terribles, Tom pasa muy seguido con ese amigo… como es que se llamaba… Adam si… Adam el que me presento en la cafetería, tenía los ojos verdes, y profundos, su mirada me daba escalofríos. He ido a la universidad con la esperanza de hablar con Bill, pero el sonido de su moto que se transforma en un susurro de lejos no se ha sentido hace 5 días…
Me eh sentido débil… muy débil hasta mis ojeras se hacen presente, cada vez que me veo en el espejo estoy mas pálida, mis ojos están perdiendo el brillo, los dolores en mi estomago se hacen presente hasta cuando estoy trabajando, necesito un doctor, estudiando medicina y no puedo auto medicarme  ¿chistoso no?
Estoy pensando en ir al psicólogo, hace unos días estoy teniendo alucinaciones, en todas partes, despierto en las noches sobresaltada con escalofríos recorriendo mi espalda, sudando frio y con un miedo increíble, veo sombras sobre mí, hasta las eh podido sentir, son frías como el metal huelen a humedad y luego se van, cuando duermo puedo escuchar voces, susurros más que nada, en diferentes idiomas, alemán, ruso, latín y si es que lo que escucho realmente es latín, están en todas partes, estoy comenzando a dudar si mi pesadilla es la que me está atormentando. Mi nombre ¿Dirán mi nombre?, y esa daga o lanza, que siempre está en mis sueños… Decidí hacer un dibujo, para no olvidarme de cómo es, pues asi después podre buscar información de esta, si es que existe. Aquí haciendo un dibujo, como los pequeños – se me escapa una sonrisa- y… listo… terminado


Estoy impresionada de lo que mi subconsciente puede hacer, ¿me estaré volviendo loca?, me acerque a pegarlo en la pared, junto con un pedazo de cinta adhesiva… Me detuve a observarla un momento… Pero una punzada a la cabeza me tiro hacia la cama…
Era la tercera pastilla para el dolor de cabeza, siento que estallara en cualquier momento, algo empeora mi dolor de cabeza, el sonido de la puerta alguien está afuera… espero que se Bill…
Me levanto de la cama, para abrir la puerta sin antes ver a los mismos demonios que pasan merodeando la cocina, estos días eh aprendido a acostumbrarme a él…


Les sonrió ante ver que ellos huelen lo que cocina Jimmy, si supieran que su comida, no es del todo perfecta…
-Provecho…-Le dije. Al abrir la puerta el demonio desaparece convirtiéndose en cenizas, luego coloco mi mirada sobre el…
Narra Tom
Hoy es domingo ya ah pasado casi una semana desde que Liz asiste a la universidad, pero aun no sospecha de sus síntomas creo que ahora debe estar peor, iré a verla, si está muy avanzada, creo que comenzare la fase dos de mi plan, ese angelito, con solo irse unos días me deja todo muy despejado además de comenzar a acercarme a Elizabeth, podre enfermarla cada vez mas.
Subo a su departamento, no sé cómo puedo vivir aquí, bueno eso el tiempo lo decidirá – ríe- llegue a la puerta, apestaba a mariguana, creo que pronto habrá carne fresca en el infierno, genial mas para mis pobres súbditos, toco la puerta y siento los débiles pasos de Elizabeth…
-Hola pequeña- le digo, los rasgos de la enfermedad se están haciendo presentes
-Tom…-dijo casi en un susurro- que… ¿Qué haces aquí?
-Vengo a ver a una amiga, ¿Que no puedo?- Liz me dijo que pasara, dentro podía percibir, las sombras, o mejor dicho, el virus, mientras más cerca este de Elizabeth más rápido es su decaída- Pareces enferma –rio dentro- ¿Has dormido bien?
-Emm… si es solo que Jimmy tu sabes, y sus amigos… auch-se lleva una mano a su cabeza, y se tambalea, perdiendo el equilibro, rápidamente la tomo en mis brazos…
Narra Elizabeth
Cuando vi a Tom e la puerta, pude ver en su alrededor oscuridad, sombras, será ¿Su aura? O también la mariguana está haciendo efecto, pasó dentro del departamento, es extraño que este aquí, pero me siento segura si el esta, Jimmy ah estado enojado conmigo y me siento sola… no puedo dejar de mirar sus ojos, por mucho que no niegue en una parte de mi  se siente atraída por Tom, siente que no puede estar sin él, sus carias hacen que pierda la razón y me olvide de quien en verdad soy, pienso en mi cabeza y maldigo en mis adentros.
De tanto mirar a Tom y pensar un fuerte dolor de cabeza hace que casi caiga, pero solo por medio segundo sentí sus brazos, rodeando mi cintura atrayéndome hacia él, haciéndome que me olvide de quien soy… otra vez
-Te encuentras bien… Elizabeth- susurra cerca de mis labios
-Si es solo un mareo- vuelvo a apoyar la cabeza en su pecho- ¿Me puedes llevar a mi habitación? Por favor-  Pensé que me ayudaría a caminar pero, no fue así
-Sus deseos son ordenes my lady… - me sonrió es que no podía ser más tierno, me tomo en brazos como si fuera una pluma y me llevo a mi habitación, de algo estaba segura, Bill nunca seria así conmigo como lo es Tom.
A paso lento me llevó hasta mi habitación, me acostó en mi cama y se quedo unos momentos mirándome fijamente, sin apartar su vista de la mía, sus ojos avellanas tenían un brillo especial, solo pude ruborizarme, el sonrió y se levanto, cuando lo vi de pie su reflejo en el espejo de mi habitación me dejo paralizada…


-Tom… Tom…-dije asustada mientras miraba el reflejo en el espejo
-¿Qué? – el  siguió mi mirada, pude notar cómo se tenso- ¿Qué hay Liz? – cuando volví a ver el espejo solo esta su reflejo y el mío acostada en mi cama
-Pero… ahí había… -lo medite me creería loca- nada solo es el dolor de cabeza- le quite importancia al asunto- Tienes… ¿hambre?
-La verdad… Mucha - me miro pícaramente con una sonrisa de lado, sus ojos se volvieron negros.
-Trate de levantarme pero mi cabeza me dolía mucho-
-No hagas esfuerzo, yo hare algo para los dos… - se acerco y me dio un beso en la frente- ¿De acuerdo?… - dijo en susurro cerda de mi rostro, nuestras frentes estaban juntas…
-Bien, solo no quemes el departamento
-Sonrió- tranquila no lo hare
Se fue a la cocina, y yo me acomode un poco en la cama en posición fetal y me tape, tenia frio, se sentían las risitas de Jimmy junto con las de su amiga desde la otra habitación, cerré mis ojos y deje que el dolor me llevara, desperté o eso creía estaba en un bosque en medio de la nada, sentía la respiración de esos monstruos de mi pesadilla comencé a correr, luego lo veo, era un demonio

 

Respiraba forzosamente, de su estomago saco una especie de daga, retrocedí  unos pasos, tiro la daga el piso, cerca de mis pies, me levante a recogerla, el demonio se disolvió convirtiéndose en escarabajos rastreros, que buscaron un lugar donde esconderse.
Tome la daga, o eso creía que era, pero viéndola bien, era un lanza, era de oro y contenía sangre seca en la punta, cuando iba a tocarla escuche mi nombre
-Elizabeth… Elizabeth… Despierta…- Tom
Desperté, y ahí estaba, mirándome con esos ojos, pestañe dos veces para poder verlo con claridad, me sonrió y acaricio mi pelo con su mano
-Porque haces esto Tom…- le dije, mientras me pasaba una taza de café
-Digamos, que es una forma de conocernos mejor…-
-Gracias…- le di un sorbo al café, tenía mucho frio, y escalofríos recorrían mi espina dorsal, como por instinto, Tom se acostó al lado mío y me rodeo con sus brazos, necesitaba tanto un abrazo, pero una  parte de mí, me decía que estaba traicionando a Bill, que estupidez el me dijo que todo había sido un error y por más que me cueste aceptarlo, tengo que hacerme la idea.
-¿Mejor?…- escuche la voz de Tom sacándome de mis pensamientos
-Si…-mi voz era un susurro, apoye mi cabeza en su pecho, el movimiento de su respiración me relajaba, era pausada, además de su aroma, me embriagaba cada vez que lo respiraba, sus manos recorrían mi cintura haciéndolo una caricia, esa sensación que tengo cuando estoy con Tom, primero de seguridad pero luego siento que estoy en peligro, la mezcla de ellos dos hace que la adrenalina fluya, levante mi mirada y ahí estaba contemplándome como si me fuera a romper, pase mis dedos por sus labios, en cierto modo me recuerda mucho a Bill, baje mi mirada avergonzada, pero luego el subió mi mentón haciéndolo que lo mirara, me perdí en sus ojos, eran infinitos, reflejaban dolor, venganza y sobre todo pasión.
-Eres hermosa, Elizabeth Armstrong…- me mintió pues estaba mas pálida que el mismo Drácula.
-No mientas Tom…- el rio de lado, luego se acerco a mí, humedeció sus labios, solo los unos milímetros nos separaban, no podía creer que esté haciendo esto, será despecho… Me beso, aquel suave contacto con sus labios era lo que nos unia. Sus labios eran suaves, como plumas, como si hubiera practicado con muchas chicas antes.
 Sentí su piercing rozar mis labios, el beso se intensifico ambos mordíamos nuestros labios, pequeñas mordidas que a ambos nos hacían suspirar, abrí mi boca con la intención de recibir más de Tom, ya no le tenía miedo ni tampoco sentía peligro solo la adrenalina por mis venas, sus manos recorriendo mi cintura, sus labios bajaron por mi mentón hacia mi cuello, lograron que echara la cabeza hacia atrás donde solté leves suspiros ahogados, el me miro y me sonrió para luego continuar con el beso.
Luego solo juntamos nuestras frentes con la respiración agitada, apoye mi cabeza en su pecho, la verdad ese beso me robo mucha energía, la poca que me quedaba, combatiendo contra las emociones, las decisiones, Bill y Tom…
-Descansa mi hermosa – me dijo susurrando, yo solo cerré mis ojos sin creer lo que había hecho.
Narra Tom
Ese beso, me movió todo dentro de mí, no fue pasión, fue… ese sentimiento que creí enterrado, que me obligaron a matar, si Lucifer se entera, me matara, me levante cuidadosamente de la cama de Liz, la deja dormir, observarla con tanta tranquilidad, pronto la enfermedad estará completa, solo tiene que aparecerle la marca, la misma que tengo yo


Me acerque a ella, acaricie su cabello, verla dormir, me da tanta paz, la que nunca pude tener, me encontré como un tonto mirándola, me di media vuelta y me encontré con el espejo el que casi Elizabeth ve mi verdadera forma, no sé que habrá pasado, debió ser la enfermedad, está avanzando rápidamente.
Al salir, me fije en el dibujo que estaba pegado a la pared, esto es un avance –sonreí triunfante un paso más- me encontré con Jimmy la otra parte de mi plan, pero pareciera que ya sabe quién soy, puedo oler su miedo…
-Hola Jimmy…-  sonreí – veo que ya sabes…
-Que quieres de Elizabeth…- podía ver su enojo
-Oh nada, solo proteger, ya sabes… que se encuentre bien
-Un demonio nunca hace el bien…- Sonreí
-Sé muy bien que odias a Bill, como también se que estas profundamente enamorado de Elizabeth hace ya muchos años- me acerque a él- y que por miedo no te atreves a decirle nada, piensas que eres poca cosa – comencé a merodear por el departamento – que por tu adicción la terminaras matando…
-¡Basta!... Co.. Como es que sabes tanto
-Yo lo sé todo Jimmy – mis ojos se volvieron negros – y además tienes miedo, de que te la quiten de que se vaya y te olvide, ¿A quién le importaría un adicto a las drogas?, tienes miedo de que Bill Kaulitz te la robe y lo sabes bien…
Me quede mirándolo fijamente, sus puños estaban apretados conteniendo la ira, mientras la furia y la tristeza comenzaban a fluir dentro de él, sabía que había dado en el punto exacto, para tenerlo en mi poder, eso será fácil.
-Pero…- continúe – te propongo algo querido Jimmy – Me miro- únete a mí, dame tu alma y te prometo que acabaremos los dos con Bill, así nadie te impedirá que te quedes con Elizabeth – excepto yo-
-La curiosidad mato al gato -¿Que, tengo que hacer? -dijo
-Sonreí- así me gusta Jimmy, tú obtienes lo que quieres a… Elizabeth, y a pago yo tengo tu alma, ¿Ves? Fácil solo tienes que hacer lo que yo te diga
-¿Cómo se que cumplirás?
-Yo siempre cumplo, ahora, esto dolerá solo un poco…
Me acerque a él, puse una mano en su hombro
-Listo…
-No- dijo
-Perfecto… - Atravesé mi mano en el interior de su estomago, el comenzó a gritar- no quieres despertar a Liz, Silencio si no duele- Sonreí ni yo mismo me lo creía… Cuando por fin encontré lo que buscaba, saque mi mano, con el alma de Jimmy en ella, se desvaneció en mi mano, estaría en camino para Lucifer, solté a Jimmy y el cayó al suelo arrodillándose por el dolor
-Mal… maldito- dijo en susurro
-Por hoy te lo permito, pero la próxima vez me respetas querido Jimmy, ahora tu alma es mía-me dirigí a la puerta- mañana nos vemos en la universidad, puedes contarle a tu intimo amigo Jared sobre esto, total ya ustedes están marcados… -Salí del departamento en busca de diversión, alguna prostituta con quien pasar la noche, Lujuria típico de mi…
Narra Jimmy
No puedo creer lo que hice,  todo por amor… Me siento vacio, no sé como Tom pudo atravesarme el estomago, no dejo marca ni nada, me levante, hasta el apetito de me ha ido, fui al baño, me lave la cara, al mirarme mis ojos perdieron brillo, solo hay angustia y agonía dentro de mi… ¿Qué hice? Todo por ti Liz, espero algún día entienda…
Narra Elizabeth
Otro día, otro dolor, no tengo hambre eso es raro en mí, me levante y recordé todo lo que paso anoche, derrumbarme en el cama es una buena opción, que esta pasándome, ya no se qué pensar de mí, me doy asco de mi misma, no puedo hacer eso, no puedo…
Me levante y me fui a dar un baño de agua helada aun no podemos darnos el gusto de pagar el gas, primero la renta, luego todo lo demás, ya dentro de la ducha deje que el agua despejara mi cabeza, pero una gran pregunta hiso que reaccionara ¿Qué estaba haciendo? Hoy es lunes, no podre mirar a la cara a Bill si me lo encuentro. No tengo el valor
Salí de la ducha envuelta en una toalla, me mire al espejo, mis ojeras aun no desaparecen. Decidí maquillarme un poco pero no creo que resulte, tome mi cabello y Salí a cambiarme, sin ningún rastro de Jimmy esto sí que es extraño. Cuando ya tenía todo listo, libros cuadernos apuntes.
-¿Jimmy estas bien? –mientras golpeaba su puerta
-Sí, salgo en un instante- cuando salió había algo en el, alrededor de él había una sombra negra- ¿Vamos?
-Seguro…
Salimos del departamento sin pronunciar palabra alguna, algo no estaba bien entre nosotros, al llegar a la universidad, Alice, vino a saludarnos de la mano de Jared, Jimmy intercambio unas miradas con él y luego se fueron, los mire unos segundos, pero después les reste importancia.
-¿Estás bien Liz?, estas como pálida
-Si es solo que el trabajo y la presión nada mas…- la luz de Alice era blanca con dorado, llena de amor y alegría
-Eso es porque Bill no ha venido a clases, y te ha dejado todo el trabajo a ti- estaba a punto de contestarle cuando el sonido de esa moto, la que conozco tan bien apareció tras de mí- Veo que tu problema se acabo Elizabeth, llego tu compañero de trabajo – dijo mientras me daba unos golpecitos- viene para acá, bueno te dejo tienen cosas de que hablar – no sé cómo entable una amistad tan rápida con Alice, pero me agrada, me quede paralizada al escuchar su voz
-Hola Elizabeth…- lo dijo detrás de mi tan cerca que podía sentir su pecho en mi espalda- ¿Cómo estás? – no sé cómo puede hablarme si él me dijo que me alejara de él
-Me tengo que ir Bill, nos vemos en clases…- fue lo único que dije sin mirarlo, pero me lo imaginaba con su abrigo negro largo, sus ojos suavemente delineados, sus ojos avellanas, que a veces se tornaban miel.
Me fui caminando dejándolo atrás, y yo con mi mitad culpándome, entre al salón, para mi mala suerte, tocaba con la Profesora Dianne, ósea entregar las preguntas que habíamos hecho hace una semana en anatomía, me senté en el ultimo asiento, donde me sentaba con Bill en eso veo que llega Tom, me guiño un ojo, solo le sonreí, el se sentó con Alice, según lo que me cuenta Alice dice que es muy inteligente, ella le dice una pregunta y se la responde inmediatamente sin necesidad de consultar el libro de anatomía, será un gran doctor…
-Hiciste las preguntas…- Esa voz me saco de mis pensamientos mientras mi mirada estaba fijada en Tom.
-Sí, las que faltaron, fueron las ultimas, ¿Tu las desarrollaste?… - lo mire por primera vez hace cinco días, tenía la mirada triste, más que triste perdida, además de que a su alrededor, tuviera una luz violeta, junto con dorado en las extremidades, seré únicamente yo ¿Lo que lo ve?
-Sí, las hice anoche…- dijo
-A donde fuiste Bill
-Eso no te importa donde vaya, o que haga, solo somos compañeros de trabajo nada mas… -Pareciera que lo dice con dolor pero él no tiene sentimientos solo me utilizo
-Bien, de a acuerdo, entendí perfectamente Bill, préstame las preguntas para juntarlas con las demás – dije fríamente, al enojarme el dolor de cabeza volvió, saque de mi bolso unas pastillas y me las tome, Bill solo me miraba extrañado
-¿Qué te pasa? ¿Estás Bien?- dijo, por primera vez preocupándose ¿Que se cree?
-Le sonreí cínicamente- Eso a ti no te importa
Me iba a responder pero entro la profesora, y comenzó a hacer su clase, obtuvimos un punto para un próximo examen por haber terminado las preguntas a tiempo, lo único que quería era terminar la clase, la intensa mirada de Bill recorriendo mi cara, como si descifrara algo, hasta cuando es el suplicio.
El timbre me hiso reaccionar, tome mi bolso, y Salí corriendo hacia el baño, tenia nauseas, pero no tenía nada en el estomago, entre a un cubículo del baño, y comencé a tener arcadas lo primero que vi salir de mi boca fue sangre, las lagrimas inundaron mi rostro, Salí hacia el lavado y me moje mi cara, escupiendo la sangre, me estoy muriendo…
Observaba mi rostro demacrado, de pronto un ligero hilo de sangre se deslizaba por mi nariz, en eso entra Alice
-¿Liz que te paso?- Al verme se acerco a mí y me abrazo, yo llore sobre su hombro
-Es solo que me solía la cabeza, y el estomago, pero ya estoy bien…- secándome las lagrimas
-Bueno, si quieres te puedes ir a casa…
-No, no puedo perderme las clases de John tenemos examen y hoy hay repaso
-Bueno pero después le diré a Jimmy que te lleve
-No-nos interrumpieron- yo la llevare a casa
- Tú, después que te desapareces, la quieres ayudar- dijo Alice
-Alice, yo hablo con el
-Bueno- mira asesinamente a Bill- te veo en clases
-Si – salió- me pides que me aleje de ti ¿A qué juegas?
-Solo quiero ayudarte.
-Debiste pensar eso antes de jugar con migo – Salí del baño
Los pasillos se estaban haciendo eternos, para la próxima clase, tenía que llegar a la sala, no faltaba tanto, podía ver la luz de todos alrededor de ellos, negros, blancos, celestes, rosados etc. Solo quería llegar al salón
Cuando llegue, ya John estaba sentado en su escritorio con un cigarrillo en manos, solo le sonreí y pase a sentarme, la luz que estaba alrededor de él era negra, y en las orillas tenía un poco de rojo, solo subí a mi asiento esperando que esta clase pasara rápido, poco a poco comenzaron a entrar los alumnos, mi mirada se poso en Tom que se sentó unos asientos más arriba que yo, luego entro Bill, el unos asientos más abajo, ahora sí que el dolor de cabeza aumente
Narra Bill
Lo sé, soy un completo imbécil, pero es lo mejor si manteniendo la distancia entre yo y Elizabeth será lo mejor, cuando llegue, la vi, algo le pasa, tengo sospechas, pero no creo que haya podido, no creo que haya sido capaz o ¿Si?
Cuando salió corriendo hacia el baño, la seguí y mis sospechas fueron ciertas, Elizabeth fue contagiada por la peste, uno de los presagios del apocalipsis, espero poder encontrar la cura antes de que sea demasiado tarde…
Llegamos al salón de John, se perfectamente su historia, un demonio desterrado tras revelarse contra Lucifer, fije mi mirada en Elizabeth, no se veía muy bien, Tom estaba sentado un poco más arriba de ella, yo para después vigilarlo, me senté unos asientos más abajo.
John comenzó a dar su clase, los latidos de Elizabeth eran cada vez más débil, le costaba respirar… la pregunta de John hiso que toda la clase se fijara en Elizabeth
-Elizabeth ¿Te sientes bien?
-Sí, profesor,  solo es un dolor de cabeza
-Si quieres puedes ir al baño
-Está bien
Cuando Elizabeth se levanto, sus piernas tambalearon y se desmayo, toda la clase se alerto, entre Tom y yo batallamos miradas ambos nos levantamos para recogerla pero fui más hábil, y logre alcanzara antes de que cayera completamente… tome su muñeca y me quemo al instante
Era demasiado tarde, la marca de la peste le había aparecido


-Llamen a una ambulancia- decía John
-¡Elizabeth!- gritaba Alice
- Yo la llevare- dije
-No Bill, yo la llevare- dijo Tom
-Después del daño que has hecho, no la volverás a tocar- le dije en susurro
-Rio – Mas del daño que le hiciste tú al irte, lo dudo, además ya es demasiado tarde
-Aun no – la tome en brazos y me fui hacia la enfermería de la universidad
Cuando entre con ella en brazos, la enfermera se alarmo.
-Recuéstala en la camilla, voy por alcohol
La recosté cuidadosamente, su cuerpo estaba tan débil, como no me di cuenta antes, porque me fui, soy un egoísta, le di el paso para que Tom actuare ahora no podre recuperarla, la marca se hacía más presente con el pasar del tiempo
Tome su mano…
-Perdóname, perdóname, no sabes cuan culpable me siento mi pequeña – bese su mano- soy el culpable de esto, espero algún día me perdones –mis ojos se humedecieron, Liz se estaba haciendo más débil, a cada minuto, a cada segundo y había sido culpa mía.
-Aquí está el alcohol- dijo la enfermera-lo vertió en un algodón, y luego lo paso por la nariz de Elizabeth, aun no reaccionaba, y yo seguía con su mano junto a la mía.
-Vamos pequeña despierta
-Estos niño de hoy en día, no usan anticonceptivos, no te preocupes muchacho serás un buen padre- no sé qué cara abre puesto, pero la enfermera se asusto y se fue a hacer la lista de los nombres, sentí un apretón en mi mano
-Elizabeth-
-Bill me duele- me mostraba su muñeca- que me está pasando
-Tranquila te llevare a casa…
-Primero explícame, se que tu puedes-suspiro- decirme… -cerro sus ojos
-Aun tienes energía, para ponerte de pie
-Si…-la ayude, a ponerse de pie
-Vamos Liz solo aguanta pronto llegaremos
-Apareció la enfermera- y para la próxima niñita usa pastillas.
-Elizabeth se sonrojo, tome  su cintura para que se apoyara en mi – lo consideraremos –dije, y salimos de la enfermería.
-Elizabeth- la voz de Tom nos hiso voltearnos
-Hola Tom- le sonrió, a mi me hervía la sangre
-Te llevo a tu departamento
-No te preocupes Tom yo la llevare- le dije
-¿Tu? No me hagas reír, vamos Elizabeth…
-Thomas- solo yo y los demonios conocíamos su nombre, quiere decir que el es uno de ellos
-Adam… ¿Qué quieres?- le dije
-Nos tenemos que ir YA- remarco esa palabra
-Volvió a mirarnos, yo aun tenia abrazada a Liz- Esto no se queda así Bill
-Tu jinete te llama Tom- me fulmino con la mirada yo se la sostuve
-Se acerco a Liz- Adiós hermosa, te veo luego – la beso en los labios, mi corazón se hiso añicos en ese preciso instante, Tom me dio una sonrisa triunfante, perdí a Elizabeth, fue mi culpa, alejarme de ella, fue el mayor error de mi vida, yo era el dueño de sus labios no Tom…
-Claro…-dijo mirándolo
Nos fuimos caminando despacio, en el camino nos topamos con Alice que nos pasó su bolso con sus libros, llegamos a mi moto sin pronunciar ninguna palabra…
-Así que… Tu y Tom... son Novios…- decir eso me hacia un nudo en mi estomago, se subió a la moto.
-Solo estamos conociéndonos, un poco más que amigos…- dijo casi en un suspiro- que tengo Bill, que es esto- me indico su muñeca
-Ya te lo explicare, ya es tiempo de que lo sepas, pero esperemos a llegar, estas muy débil- asintió con la cabeza, me saque mi abrigo- Póntelo, estas enferma, necesitas calor
-Lo miro dudosa- tu también te enfermaras si no lo usas
-Vamos Liz solo póntelo, es por tu bien- me miro y se lo puso, yo me quede con mi camisa negra, ¿Que frio puede sentir un ángel? Me subí a la moto y la hice partir- sujetarte muy fuerte de mi- sus brazos rodearon mi torso, el aun que por seguridad, para mí fue el mejor momento de mi vida, su cabeza estaba apoyada en mi espalda
Salimos de la universidad, Liz tenía miedo podía sentirlo cada vez que aumentaba la velocidad, en cada semáforo ella, se soltaba un poco, luego cuando partíamos, me apretaba, menos mal que este día no llovió, solo hiso frio.
Narra Liz
Si no fuera por el abrigo de Bill, me estaría congelando. Era la primera vez que lo abrazaba sin que después me digiera un “Lo siento fue un error” estaba en paz, con migo misma, si no fuera por los dolores, cuando llegamos, aun quedaban posas de la lluvia del otro día.
-Gracias por traerme Bill- le dije mientras me bajaba
-De nada, pero no estaré tranquilo hasta que te deje arriba –se bajo de su moto y en el reflejo de la gran posa que había atrás de él, se vieron unas alas de tan majestuosas, recogidas esta vez no había mariguana, estaba consciente.
-Bill… necesito que me expliques ya
-Bien, pero subamos está haciendo frio, ¿Puedes caminar?
-Más o menos- le dije mis piernas aun temblaban
-Mejor te llevo - me tomo en brazos y entramos, subió las escaleras, cerré mis ojos dejando que el movimiento de sus pasos me llevara a un pequeño sueño, a medida que íbamos subiendo por los pasillos una luz violeta dejaba el rastro detrás de Bill.
Cuando llegamos al departamento, me bajo para abrirlo y buscar las llaves, ya dentro del departamento me fui a la cama, tenía mucho frio, espere a Bill, el tenia cosas que explicarme, muchas cosas y sobre todo la marca que me ha salido en mi muñeca.
-Lista, para escuchar la verdad…
-Lista…

Hola queridas lectoras, esperamos que les guste este capitulo especial porque es muy largo :DDDD esta muy bueno xD en los proximos capitulos se debelara toda la verdad...
Gracias por leer pero nos gustaria que comentaran u_u solo para saber si les gusta aunque sea algo muy pequeño nos sirve de mucho como inspiracion para continuar :c

Nos vemos luego~

Pd: Pasen por esta fic... http://caminodesangre-bill.blogspot.com/ es muy buena :)

Atte E. A

Dark Music