-… resiste una noches más, solo una noches más…
Narra Bill
Salí del departamento de Liz, tenía que ir al cementerio donde el portal hacia el infierno, era una tumba, que ha existido desde siempre, y que su destrucción es el deseo de cualquier ángel, ¿Quién lo diría?... Abrí mis alas si este era posiblemente mi último vuelo por los aires quería disfrutarlo, mis alas quemaban por salir, me perdía entre las nubes, hasta que desde los cielos pude ver el cementerio y sus lapidas desgastadas por los años, decidí descender, y comenzar a buscar lo que sería mi próxima aventura
Frente a mí las puertas del infierno, se abren para dar paso para dar a una de mis peores pesadillas, mi cuerpo se tenso al solo oír los gritos de las almas desesperadas por castigos, hechos por los demonios, según Thomas, son capaces de percibir a los nuevos…
La sombra de una persona apoyada en la pared de la tumba llamo de atención, era Adam
-Vaya, vaya, tarde o temprano te tendríamos por aquí… - se acerco a mí, y yo desplegué mis alas.
-¿Que también me pegaras las peste Adam?, Si es que ese es tu verdadero nombre
-Rio, y en una velocidad impresionante, me tiro al piso- no juegues con migo angelito, y… sacar tus alitas no te servirán de nada, aparte un poco de carne fresca no nos ara mal- paso su lengua por mi mejilla y lo empuje de mi.
-Necesito ver a Lucifer…
-Pero que considerado… el te espera…-sonrió maléficamente- permíteme llevarte con el
Recito unas palabras, en latín antiguo, las puertas se abrieron, no era necesario verlo, estaba entrando al infierno, los ojos de Adam se volvieron blancos, me miro, y me hiso una seña para pasar, al cruzar el umbral supe que sería difícil volver.
-Vamos, no tengas miedo…-rio – solo hay gemidos, orgias por ahí, no lo sé si quieres abandonar el cielo, por…- levanto las cejas, pero lo interrumpí
-Ni lo sueñes…
-No serás un ángel caído toda la eternidad ¿Verdad? Debes tener ciertos… placeres –
Comenzamos a caminar, latigazos, los mismos monstruos que atormentaban a Elizabeth en sus pesadillas estaban ahí, arrastrándose buscando algo que comer, cuando Adam pasa todos los demonios hacían reverencia.
Llegamos a unas compuertas, ardían por dentro se escuchaban gritos, se abrieron lentamente, hasta que logre ver en el fondo un jaula con el gran candado que se utilizo para encerrarlo ahí, recuerdo muy bien esa guerra, Dios desterró a Lucifer, y lo condeno encerrado en una jaula por toda la eternidad, lo único que puede liberarlo es… Elizabeth
-William… Te estaba esperando…- suspiró cansado- pero pasa ponte cómodo, ¿Quieres algo?
-No quiero nada de ti…
-Más respeto angelito – dijo Adam aun en la puerta
Estaba a punto de sacar mis alas cuando…
-No te recomiendo que despliegues tus alas, a no ser que quieras que se quemen- dijo Lucifer- Adam querido, puedes irte, tengo asuntos pendientes, trae el mejor vino, no todos los días se tiene a un ser celestial en el infierno-rio.
Adam Salió de la habitación, pude escuchar, cerrarse tras de mi
-Dime, William, que se te ofrece
-Que le has hecho a Elizabeth, dime… Porque Thomas…-m e interrumpió
-Dejemos a Thomas fuera de esto, el solo fue en encargado de pasar la enfermedad…
-Pero, porque, si lo único que quieres es la lanza, ¿Porque el de matarla?
-Un pajarito m convenció en tenerla en el infierno, porque sabes William, después que ella muera su alma será mía…
En mis pensamientos solo había un nombre que podría haber dado esa idea Thomas
-Lucifer…-En eso las puertas se abren, dando paso a una mujer, demasiado hermosa, vestida con una lencería roja, dejo los vinos en copas, y me guiño un ojo, luego se fue caminando sensualmente.
-Ves, esto es calidad- Rio- ¿Que querías decirme?
-Pues estoy dispuesto a ofrecerte un trato…
-Continua
-Te doy mi alma, un alma pura celestial, por la cura de la enfermedad de Elizabeth y para que su alma no conozca nunca el infierno
-Eso no te lo puedo garantizar, puede que conozca en infierno, pero lo demás me tienta, acércate William
Me acerque a paso decidido hacia la jaula
-Estarías dispuesto a sacrificar tu alma por la vida de Elizabeth
-Por eso y mucho más…
-Veo que el angelito está enamorado, pero bueno, si así lo quieres
Una mano, quemada, a carne viva salió de la jaula se hundió en mi estomago y de mi ser saco mi alma, blanca con el aura violeta alrededor, mi alma se fue adentro de la jaula, y podía sentir como Lucifer se divertía con ella. Caí al suelo por el dolor en mi estomago…
Mis alas fueron quemadas, pude ver como el fuego las consumía desde las puntas hacia dentro dejándome dos parcas de quemadura, el dolor en mi espalda era insoportable
-Tienes 12 horas, si no vuelves… Te iré a buscar, bueno yo no, como ves hijo…- Esa palabra no era digna de salir de sus labios- Pero Adam, el si puede, o tal vez… Thomas, el no es muy bueno con los nuevos, ¿Te ha dicho?
Lucifer saco de su jaula las almas que serian la energía de Elizabeth, en todo este tiempo Lucifer estuvo robando la vida de Elizabeth y para poder recuperarla, la única cura para que vuelva a la normalidad era darle almas pasadas convertidas en energía, las tome en mis brazos y Salí por la puerta, mi vida estaba vacía, no podría explicar lo acabado que me sentía.
Narra Elizabeth
Una vida, mi vida, Bill, Ángel caído, mi ángel guardián, ya no tengo vida, estoy delgada y demacrada, Jimmy esta a mi lado siempre, Tom viene a animarme, pero pareciera que cada vez que me debilito el está feliz… Aun no entiendo, ahora estoy sola, Jimmy está trabajando los turnos para cubrir el alquiler del departamento, creo que tendré que buscar trabajo.
Estoy aquí en el sillón del departamento, viendo un punto fijo, no eh visto a Bill desde ayer, donde estará…
La puerta del departamento, alguien estaba tocando, me levante, al abrir, casi me desmayo por la imagen
Bill traía en brazos, ¿Almas? De su ropa desprendía humo, o vapor
-¿Qué haces levantada?...- decía entre jadeos como si hubiera corrido un maratón- ve a acostarte - Le obedecí, tenía razón a pasitos había llegado a la puerta- Esto Elizabeth es la cura de tu enfermedad
Me acostó en el sillón, y posicionó las almas sobre mí, luego fueron absorbidas por mi cuerpo y yo lentamente comencé a recuperarme
-¿Qué hiciste Bill?- observe la marca en mi muñeca esta estaba desapareciendo lentamente, mi cabello, tomo brillo, mi piel ya no estaba pálida, mi color había vuelto
-Se podría decir que fui y volví del infierno… Literalmente…- dijo melancólico
Me senté en el sillón el estaba al lado de mi, tenía su mirada perdida en un punto de departamento, tome su mejilla con mi mano, luego la acaricie
-No sé cómo pagarte todo lo que haces por mi...- puso su mano sobre la mía
-Soy tu ángel guardián Liz, no tienes que agradecerme- Bill estaba diferente, no podía ver su aura violeta alrededor de él, sus ojos no tiene brillo, miro la hora asustado – debo irme
Supe que algo andaba mal- Bill… ¿Qué hiciste?
-Estaré bien Elizabeth, es cosa de tiempo, pase lo que pase- la puerta comenzó a sonar desesperadamente- no salgas de tu habitación, promételo…
-Pero…
-Por favor Elizabeth… solo promételo, ponle seguro y no salgas hasta que yo te avise
Sus ojos reflejaban miedo, algo que nunca había visto, acaricie su mejilla, y el cerro los ojos y suspiro, luego los abrió con una infinita tristeza. Le hice caso y entre a mi habitación, cerré la puerta con seguro, y no supe nada después, de lo que pasara de la puerta hacia fuera ya no me incumbe a mí.
Narra Bill
Los golpes en la puerta se hacían, mas fuertes, habían dos presencias una claramente era Thomas la otra podría ser Adam, ojala mi plan tenga resultados.
Abrí la puerta y pude ver la ira de los ojos de Thomas, y a Adam recargado en la pared de enfrente con los ojos en el suelo.
-Iba a ser mía, Bill…- dijo Tom
-Tú lo has dicho iba
-Pero ahora eres de nosotros…- dijo Adam, ambos entraron al departamento, yo retrocedí, mientras ellos se acercaban a mí, “Padre no me abandones” paso por mi mente, Thomas tenía los ojos negros y Adam, blancos, se abrió un vórtice en el suelo, donde se podían ver los cuerpos putrefactos de las personas
-Salta Billy, llego tu hora…- dijo Tom
-O… ¿Quieres que te empujemos? – Adam, siempre Adam, era un pesadilla
Me acerque al vórtice, el azufre mas gritos de las alamas distraían mis sentidos
-William, te estamos esperando…- dijo la voz de Lucifer
Sin mirar atrás, salte, pero algo me sostuvo, luego pude ver la habitación desde el cielo, y podía ver la furia de ambos demonios, una luz blanca cegó mis ojos, y de pronto me vi en el cielo…
-Hijo…
-¿Padre? Creí que…
-Tu sacrificio ha sido un acto valeroso, has dado tu propia vida por Elizabeth, pero sigues cometiendo el pecado, William, esta vez te recupere por el sacrificio, pero no puedo admitirte de nuevo en los cielos, seguirás siendo un ángel caído por toda la eternidad
-Si padre…- Me arrodille, y luego sentí mis alas, pero no eran las mismas, tenían un tomo plata, junto con blanco, mas grandes y suaves con el terciopelo
-Todo sacrificio tiene su premio William…
Volví al departamento y podía escuchar los gritos de Lucifer desde el Vórtice, claro, hice un sacrificio, no podía irme al infierno, se podría decir que burle al Diablo.
Aterricé en el departamento, con mis alas desplegadas…
-Yo no les debo nada, lárguense
-Esto no se queda así Bill…- dijo Adam, mientras el vórtice se comenzaba a cerrar
-Además, yo tengo, el corazón de Elizabeth, podrás a ver ganado una batalla William, pero no la guerra…- dicho esto ambos demonios salieron del departamento de Elizabeth, por la oscuridad de donde tendrían que a verse quedado.
Fui hasta la habitación de Elizabeth estaba con llave…
-Elizabeth, ya… puedes salir…- Ella salió con los ojos llorosos, y me abrazo, su corazón estaba acelerado.
-Dime Bill, dime por favor, que esta sucedió…- la aparte despacio de mí y con mis pulgares limpie sus lágrimas-
-Tranquila mi pequeño ángel, pronto sabrás todo, pero por ahora no debo decirte nada. Pero es necesario, que hagamos algo para que no te vuelvas a enfermar… No sé si estarás dispuesta a…
-Bill estoy dispuesta a todo, no quiero estar al borde de la muerte otras ves
-Bien, es un sello, mejor dicho un tatuaje, no te dolerá, bueno solo en el principio, es para que no te entren las enfermedades del infierno, ni te posea algún demonio, si te lo haces no hay vuelta atrás, nada ni nadie lograra sacártelo jamás…
-¿Es muy grande?
-Bueno, más o menos… Dime el lugar…
-Emm… lo quiero debajo de la nuca, en medio de los dos omoplatos
-Bien…- me puse nervioso, ya que Elizabeth se saco su poleron, y luego su polera quedando solo en brasier, levanto su cabello y me apunto el lugar- Estas Lista…?
-Sí, solo… déjame respirar un momento…- pasaron unos segundos después escuche su voz…- Hazlo
Apoye mi mano en su espalda, su piel era suave, la mejor sensación del mundo, deseaba tenerla entre mis brazos, Thomas no se merece a Elizabeth, ella es pura delicada pero con esto, dudara si se volverá a hacer algo…
Me concentre, y comencé a decir unas palabras en latín, lentamente el tatuaje comenzó a traspasarse en la piel de Elizabeth, y junto a él los gemidos de dolor de ella. Al aparecer el sello, supuestamente es como quemar la piel en un ángel no se siente, pero en un mortal, el dolor es infernal, pero es por su bien.
-Aaaaaah…- un grito de Liz, saque mi mano de su espalda y la recargue contra mi pecho, radié mis brazos en su cintura y apegándola a mí, su espalda estaba en mi pecho, mi corazón se acelero…
-Relájate, ya pasara, solo escucha mi voz…- le dije, ella se relajo en mis brazos, de vez en cuando, se estrechaba a causa del dolor, pero luego cerraba sus ojos, con el puro movimiento de mi respiración- ¿Cómo te sientes?
-Suspiro- Jamás eh estado mejor… Bill
-Dime…
-Ahora que me siento mejor, creo que estoy atrasada en la universidad…
-Es verdad… Pero te puedo ayudar después de todo…- le guiñe un ojo
-Gracias
Nos separamos, y observe el tatuaje en su espalda…
-¿Y…? ¿Está bien?-dijo
-Perfecto- le dije, era hora de irme
-Bill, aun puedo ver tu aura…- no puede ser, eso fue producto de su enfermedad, algo que nunca podrá borrar, o tal vez es un don
-Elizabeth, después de tu enfermedad… te quedaste con ese don Liz, es algo que te acompañara por tu vida, velo por el lado positivo, te ayudara a prevenir…- vi la hora- Tengo que irme, mañana tienes que ir a la universidad
-Creo que soy cesante…- se puso triste- tengo que buscar trabajo- ver a Liz trabajar me destruía el alma, tenía que trabajar y estudiar un carrera que no es nada fácil.
-No te preocupes yo hare que no te despidan ya lo veras…- le di un dulce beso en la mejilla, me di media vuelta hacia el balcón de la sala, desplegué mis alas y escuche la voz de Elizabeth
-Bill, eres hermoso…- mis alas se agitaron al sentir Elizabeth, pasar sus manos por ellas- son tan suaves tal cual terciopelo, tan blancas como la nieve… Bill- avance más hacia la salida y me perdí en los cielos.
Narra Thomas
-¡Debiste matarlo cuando pudiste eres un estúpido! – dijo Adam
-¿Yo? Quien es el jinete de la peste aquí- dije
-Dejen de pelear- dijo Jimmy- Ahora Bill es más fuerte
-¿¡Te das cuenta que burló a nuestro padre!?- dijo Adam
-No se preocupen, Adam, ya me dejaste en claro todo, no recuerdas…- con solo nombrarlo mis cicatrices en mi espalda ardían- Tengo el amor de Elizabeth, ella confía en mí, solo sabe que Bill es un angelito, pero no puede descubrir lo que soy ni tampoco lo que ella es...
Holaaaaaaaaa! perdon la tardanza y perdon por el capi, el prox sera mas largo, es que hoy es mi cumpleaños :DD (Alex) y eh estado ocupada :DDD perdon, el prox capi seria para el miercoles o jueves, :DDD nos vemos saludines y gracias por los comentarios :DD
Atte Evil Angel
OMG!! lei hoy tu fic y me encantaa! :D eres buena escribiendo... por faa continua con la historia me llamo mucho la atencion y por sobre todo el especial don que tiene liz (creo tenerlo :S, es algo confuso) pero bueno me gusta mucho ojala y continues ! suerte y exito con tu fic es muy buena! cuidate ! C:
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