martes, 31 de enero de 2012

Capitulo 7 "Solo un mal sueño"

Narra Bill
Sabía que estar con Elizabeth, estudiando me haría acercarme a ella de apoco pero es un riesgo que debo tomar si no quiero que reprueba el semestre, medicina, una carrera difícil para los humanos, no imposible para los inmortales, me cito hoy a su departamento.
Subí las escaleras que llevan a su departamento, una atmosfera pesada estaba en el ambiente, eso no era nada de bueno, comencé a correr saltarme los escalones de a dos, hasta que llegue a la puerta, estaba cerrada, y se escuchaban los gritos de Liz, aparte de la pestilencia a Azufre, tome la manilla pero estaba caliente, me sobresalte y en mi mano aparecieron unas ampollas, esto era obra de Thomas… Si no entraba por la puerta yo hallaría la forma…
Narra Liz
Cuando llegue al departamento, se veía oscuro y tenebroso, tonterías mías dije, entre cerré la puerta y prendí la luz, todo estaba normal, porque debería de asustarme, cosas de la mente, reí, fui a la cocina y me prepare algo de comer, pues ver tanta comida da hambre… Tenía que repasar los apuntes de hoy no podía quedar como una copiona delante de Bill, piensa que le copia sus respuestas, el muy presumido, asique me fui a la habitación con mi sándwich, y me puse a leer.
Paso una hora, y sentí un extraño olor en el departamento, era como humo y azufre, me asuste y me levante de la cama, fui hasta la cocina, me percate que no hubiera nada, pero no todo estaba normal, hasta que sentí ruido en el baño, pensé que era Jimmy…
-¿Jimmy? Eres tu…- dije golpeando la puerta, pero esta se abrió dando paso a la que será la pesadilla de mi vida…

Se arrastraba lentamente hacia mí, grite, y corrí hasta el detrás del sillón, el departamento poco a poco comenzó a quemarse y todo se convirtió en escombro y ceniza.


Comencé a llorar era horrible de mi habitación, aparecieron enfermeras, no tenían cara, y se arrastraban hacia mí con cada paso que daba, tome un cuchillo de la cocina, lagrimas caian de mis mejillas, entre en pánico…


Choque, con la pared del departamento, un grito de terror, como de un hombre sufriendo hiso que mi vista se concentrara en la habitación de Jimmy
-¡Jimmy!-grite cuando vi lo que estaba saliendo de ahí


Salía, con Jimmy en una de sus manos, lo tomo con ambas y separo su piel del cuerpo, vi como la sangre le escurría por las manos sin ningún escrúpulo, mis pupilas se dilataron, mi voz se apago, caí en el suelo tomando mis rodillas, esperando mi fin, esta era la peor pesadilla que me habían dado y yo Elizabeth Armstrong la estoy viviendo…
Hasta que pude ver con poca claridad una luz violeta, con tan solo un roce destruyo todo, volviendo todo a la normalidad, me envolvió con sus alas, era un ángel, sus alas eran más subes que el terciopelo, alce mi mano para poder tocarlas, pero las escondió, me rodeo con sus brazos y me acurruco en su pecho, podía sentir su respiración calmada lo único que pude escuchar antes de desmayarme fue…
-Tranquila pequeña, ya estoy aquí…- di una sonrisa y me desmaye en sus brazos
Narra Tom
Bueno, te lo dije Elizabeth, nadie me rechaza, además un sustito debes en cuando no le hace daño a nadie, encendí un cigarro mientras veía como Liz corría por el departamento desesperada, por un momento olvide todo y me centre en la diversión, le di una calada al cigarro, quería probar las drogas, vicios que implantamos a los humanos “Clavos de ataúd” como me gusta llamarlo, solté el humo de mis pulmones y fije mi vista en los monstruos que había creado, bueno me entretiene esto que puedo decir, mientras miraba por el balcón, apareció un esclavo…
-Mi señor- dijo temeroso, mis ojos se volvieron negros completamente odiaba que alguien me molestara cuando me entretengo
-¿Qué quieres Imbécil?-dije- No ves que estoy ocupado
-Lo…lo lamento mi señor- dijo- pero, el amo quiere comunicarse con usted, dice que es importante
-Dile… que yo me comunicare con él, cuando tenga información, esto es lento, ella no recuerda nada- le dije, sabía que Lucifer estaría impaciente, pues lleva mucho tiempo, encerrado en esa  jaula – ¡ahora lárgate de aquí! Maldito infeliz…
Seguí divirtiendo, la verdad es que esas enfermeras no me quedaron nada de mal, solo que me distraen con su físico, pero ya que…  los gritos de Liz eran música para mis oídos, tenia primera fila, desde el balcón, y el espectáculo era solo para mí... Aunque sabía que no duraría mucho, pues el Angelito guardián llegaría pronto, pero aun faltaba, le cerré la puerta de entrada asique tendría que ingeniárselas.
Narra Bill
No podía atravesar la pared habían un campo muy poderoso, era como una onda de calor, estaba rodeando todo el departamento del Liz, Thomas lo tenía pensado…
Me concentre lo que más pude, mi aura, tomo mayor poder, abrí mis alas y me cubrí con ellas, logre traspasar la pared y al entrar fue lo más horrible que había visto, o eran demonios, o podían ser híbridos creados por Thomas, asqueroso para mí, pero para Liz su pesadilla viviente.
Habían un hibrido… se arrastraba con alambres en los ojos hacia Liz, cuando los ilumine con mis luz estos comenzaron a quemarse, y se convirtieron en ceniza todo el departamento volvió a la normalidad, me hacer hacia Liz, estaba temblando sudaba frio y lloraba. Tenía tomadas sus rodillas al pecho, su mirada estaba perdida… la tome y la arrulle junto a mi pecho, y la envolví con mis alas lo único que pude decirle fue…
-Tranquila pequeña, ya estoy aquí…- ella me sonrió, luego se desmayo y bese su frente. La tome en brazos y la lleve a su habitación la arrope.
-Cuando despierte pensara que solo fue una pesadilla- dije, podía sentir la presencia de Thomas acercarse a mi
-Sentí unos aplausos desde la puerta de la habitación- ¡Bravo! ¡Bravo! William que heroico acto has hecho, lástima que acabaras con mi diversión tan rápido…-Suspiro- ¿y ya la arropaste? Que te la das de ¿madre también?
-Me di vuelta y lo vi tenía sus ojos negros y tras de él podía ver su verdadera forma- ¡Cállate!  Eres un estúpido que querías probar ¿eh Tom? –Dije mientras lo tomaba por el cuello y lo golpeaba con la pared- ¡Pudiste matarla!
Me empujo hasta que caí al suelo, tenía que admitirlo los demonios son más fuertes que los ángeles, pero lo que tienen de fuerza lo tenemos de inteligencia, mis alas salieron tan blancas y deslumbrantes que hicieron que Thomas se tapara los ojos.
-Tiene que recordar de donde es, y en lo que será… Digamos que estoy adelantando las cosas-dijo, mientras encendía un cigarro- además, tal vez quería hacerles compañía a sus padres
-No adelantas nada asustándola pedazo de imbécil, ella decidirá y lo sabes bien- dije- no la matarías como lo hiciste con sus padres, sabes que ella es la única que puede liberarlo
-¿Y que harás tu? Protegerla de los “adelantos” del infierno, William, te estás tardando y yo ya moví mis jugadas, en cambio tu Bill- dijo mientras se acercaba a mi- aun no mueves ni un peón –dijo soltando el humo del cigarro en mi cara- y si mate a sus padres, fue porque obedecí una profecía, y me divierte ver como se desangraban-rio- enserio Bill inventarles que murieron en un accidente de auto… ¿No se te ocurrió algo más? – mientras botaba la ceniza del cigarro en una planta.
-No sabes lo que hablas Tom, no tienes idea… ¿Que querías que digiera? Que un demonio los había descuartizado dejando a una bebe ¿Tirada en casa? Siempre tengo que limpiar tus desastres, por culpa de tus “Diversiones” - dije, por más que lo odiara tenía razón, mientras más me alejo de Liz, mas pierdo las esperanzas para recuperar la lanza, pero lo de sus padres era algo tan cruel… Thomas se había vuelto un maldito, sin escrúpulos, no le importaba nada, se volvió cien por ciento demonio, creí que podía salvarlo pero que equivocado estaba
-Sabes que tengo razón angelito, ahora si me disculpas tengo algunas otras cosas que hacer…- se acerco a Liz y le dio un corto beso en los labios, por más que lo deteste, Tom tiene más valor que yo, y eso lo envidiaba
-No sientas envidia Angelito, es uno de los mandamientos o pecados capitales, si sigues así pronto me harás compañía, y créeme no soy muy agradable, con los nuevos- rio dándole una calada a su cigarro
-No te preocupes que dudo mucho que vuelvas al infierno- lo mira asesinamente, y él me sostuvo la mirada, se dirigió al balcón tiro el cigarro y desapareció en la oscuridad.
Suspire, me acerque a Liz, dormía plácidamente, aunque seguramente soñaba con lo que vio, Thomas es tan insensible lo ve como un juego, pero  no quiero que Liz salga lastimada por mi culpa o por culpa de ese demonio, no lo permitiré, me quede contemplándola un momento, su respiración era pasiva, su cabello descendía por sus hombros y algunos sobre su rostro, podría jurar que Elizabeth pudo haber sido un ángel, su piel es blanca, pase mis dedos sobre su mejilla, suave como las rosas, un sonido me hiso despertarme de mi transe
La cerradura del departamento se estaba abriendo y yo aun estaba ahí, decidí salir lo más rápido posible, la tarea la haríamos después, Liz tiene que descansar, las diversiones de Thomas pueden acabar con su vida.
Narra Jimmy
Cuando entre al departamento el balcón estaba abierto, y pude oír un sonido como de aleteo, las palomas, esos pájaros nos están invadiendo, creo que son de la nasa, y que en sus ojos tienen micro cámaras que nos observan, por algo su cabeza se mueve en distintas direcciones… y no pestañean, debo estar delirando, hoy probé una nueva droga que se inyecta y llegue por así decirlo “volando” a casa.
Cerré el balcón, comenzaba a hacer frio, fui a la habitación de Liz, y estaba profundamente dormida, me acerque a ella, me senté a su lado, acaricie su cabello y ella poco a poco abrió los ojos, pestaño por la luz y luego los abrió completamente.
-¿Jimmy? ¡O por Dios! estas vivo - decía mientras me abrazaba y lloraba desconsoladamente, y me abrazaba con mucha fuerza
-Pero Liz si estoy aquí, ahora sí que te fumaste- la separe de mi y con mis pulgares parte las lagrimas- estoy vivo, ¿Qué te pasa?
-Tuve el sueño más horrible de mi vida- decía mientras trataba de tranquilizarla
-Cuentamelo...-le dije
-Pues…- comenzó a contarme el sueño la verdad fue horrible, eso era una verdadera pesadilla- Y eso… luego desperté –dijo más calmada, miro el reloj de la pared marcaba las 23:30-  ¡Diablos! ¡Se me olvido que Bill venia! –Se levanto de la cama- debí quedarme dormida y no sentí nada
-Pff! Puede pasar un elefante y no sentirás nada cuando duermes, Liz mejor acuéstate estas muy alterada…-dije
-Tienes razón, tengo miedo Jimmy y si vienen por mi-dijo- duerme conmigo hoy ¿Si?
-Claro, iré a buscar mi pijama- Fui a mi habitación y sentí un olor a azufre, no le tome importancia debe ser la droga, tome mi pijama y me fui a la habitación de Liz.
Cuando entre ella ya estaba acotada hacia el lado izquierdo, y había dejado un lugar para mi…
-Tengo miedo Jimmy-decía con lagrimas en los ojos-tengo miedo que vengan de nuevo
-shhh-Puse mi dedo índice en sus labios- nadie vendrá pequeña, nadie- apoye su cabeza en mi pecho
-Eran horribles Jimmy, si los hubieses visto-decía entre sollozos-venían por mi
-Nadie viene por ti Liz, solo fue un mal sueño, tranquilízate-el ruido de la puerta nos hiso sobresaltarnos-iré a abrir
Fui hacia la puerta y cuando abrí me sorprendí quien era
-¿Qué haces aquí?-le dije – Liz pensó que habías venido más temprano
-Sí, lo que pasa es que termine, las preguntas que nos dieron, y quería ver si las podía comparar con las de Liz…
-Lo que pasa es que Lis esta… - me interrumpió la voz de Liz
-¿Quién es Jimmy?- dijo
-Es Bill
Narra Elizabeth
Después de despertar de ese horrible sueño, que no quiero recordar, parecía tan real, pero era horrible esas cosas se acercaban a mí, en fin estoy nerviosa, me sudan las manos y las imágenes no dejan mi cabeza, Bill dijo que vendría pero creo que no lo sentí cuando vino y si es que vino...
Tengo miedo de que vengan por mí, le pedí a Jimmy que durmiera con migo pero el sonido de la puerta nos hiso concentrarnos en aquella persona atreves de la puerta.  Jimmy se levanto a abrir, pero todo cambio cuando pregunte quien era
-Es Bill- dijo Jimmy
Tenía los ojos rojos de tanto llorar, y además hinchados, pero de noche todos los gatos son negros…
-Dile que pase- le dije, mientras sacaba los libros que estaba leyendo.
-Hola Liz…-dijo tímidamente- ¿Como estas?
-Me dijo como si supiera que me pasaba, con sinceridad y preocupación- Bien, dormí un poco, y tuve una pesadilla horrible… no quiero recordar, mejor dime… ¿Qué pasa?
-Bueno, primero no pude venir antes, tenia cosas que hacer… y termine de hacer las preguntas de hoy…-dijo
-TODAS- me sorprendí- eran muchas
-Pues… soy algo rápido-dijo sonriendo, la mejor sonrisa de todas, era perfecta- si quieres podemos comenzar con las que te faltan y irlas complementándolas- paso un tiempo y yo seguía contemplándolo- Liz…-chasqueo los dedos- Elizabeth…
-A si disculpa Bill-me sonroje- de acuerdo comencemos, osino no la tendremos para mañana
-Claro… -Dijo mientras se sentaba más cerca de mí, su aroma era exquisito, podía perderme en él y jamás volver, al igual que su mirada, no podía concentrarme así pero trataría.
-Muy bien comencemos con esta…-nos interrumpieron
-Liz, dormiré en mi pieza-dijo Jimmy – aquí tienes compañía para tooooda la noche- lo dijo en doble sentido y levantando las cejas, le tire un cojín y  lo esquivo- Buenas noches par de tortolitos, estudien la anatomía humana con esquemas- nos cerro un ojo y se fue
-Me sonroje- no le hagas caso es un tarado – Bill rio de nuevo, es que no podía ser más tierno…
-Como te iba diciendo…-dijo
Comenzamos a desarrollar las preguntas, descansábamos, si es que Bill descansaba, pues él no paraba, mi cerebro pronto estallaría y el nada, como si toda la vida hubiese estudiado esto, me explicaba con cuidado y paso a paso, a veces entendía, a veces me perdía en sus ojos…
Cuando terminamos, no me había cordado en la pesadilla en todo el rato que estuvo Bill, pero la angustia y el miedo volvieron cuando dijo…
-Debo irme es muy tarde, son las…-miro su reloj- tres de la mañana
-No te vayas… -le dije el me miro con cara de confusión- es… solo que…
-Tengo que irme Liz… -dijo mientras emprendía paso hacia la puerta
-No…-lo jale del brazo mientras miraba mis pies, no me atrevía a mirarlo a los ojos – Bill… quédate, es muy tarde y te pueden hacer algo, no me gustaría que te pasara algo- Jamás me lo perdonaría- quédate…
-Suspiro indeciso- está bien pero me voy temprano-puso su brazo en mi cintura y me abrazo, era lo que me hacía falta un brazo, cuando estaba con el todo se me borraba, solo era paz, si ni la angustia ni el miedo existía
Levante mi mirada y me encontré con esos ojos avellanas, fuimos acortando distancia, nuestras respiraciones eran agitadas, enrolle mis brazos a su cuello, pude rozar sus labios con los míos, luego se hiso presión en ellos juntándolos completamente, fue un beso tierno, que había estado esperando tanto… hasta que
-Liz, mi hermanita está creciendo-ambos nos separamos rápidamente
-Jimmy eres un idiota me vengare mañana ya lo veras- y se escondió en su pieza dejándonos solo Bill y yo
-Lo… lo siento Liz- me deje llevar, dijo disculpándose.
-Tranquilo yo también, mejor vamos a dormir ¿Si?-lo tome de la mano y nos fuimos a mi habitación
-Yo quiero la derecha- dije sonriendo como una niña pequeña
-Está bien…-suspiro- yo la izquierda
Me acurruque e mi lugar y Bill se saco su chaqueta y se acomodo a mi lado, ninguno de los dos se acerco al otro, hasta que ambos volteamos a vernos…
-Buenas noches Bill- dije
-Buenas noches Liz- dijo y se acerco a mí, pude sentir su respiración en mi cuello, me acerque más a sus labio y le di un corto beso, que para mí fue el mejor, sentí sus brazos rodear mi cintura, y así fuimos cayendo en un sueño, estar con Bill era olvidarme de todo, y de todos…
Mientras tanto en otro lugar
-Disfruta mientras pueda, pequeño angelito…- risa malévola.

Holaaaaaaa :D Ya se besaron Bill y Liz *-* pero no se confundan aun no esta todo dicho, Tom no es tan malo como parece u_u y aun hay secretos por revelar.
Gracias por sus comentarios, nos animan a seguir escribiendo, asi sabemos que les gusta y eso es muy importante para nosotras :3 aunque sea cortito es especial *u*
Nos vemos pronto! :)

Atte E.A


***Edito: Elisa Rose Kaulitz si somos de Chile *-* gracias por comentar!

viernes, 27 de enero de 2012

Capitulo 6 "Sombras del pasado"

Narra Liz
Clase de anatomía… pff! De todas las profesoras que puede haber, la señorita Dianne es la peor de todas. Es una señora de unos sesenta y tantos que necesita un par de lentes con mucho aumento. Bueno, recién cumplo dos semanas en el instituto Provehito in Altum, y esta clase es la peor de todas.
-Alumnos… le prepare un trabajo en parejas, evaluado. Saquen el libro de Anatomía Tomo I, haber, no recuerdo, en la  pagina….-Tomo el pesado libro para buscar la pagina, sus dedos temblorosos le hacían tardar lo que parecía una eternidad  mientras todos los chicos de la clase protestaban.
- ¿Setenta y ocho? ¿Proyecto en equipo?.- Se escucho la voz que hacia suspirar a todas, desde el ultimo asiento al fondo del salón, solitario como siempre… Tom.
- ¡Sí! graaaacias señor…- La señorita Dianne tomo el libro de estudiantes y tardo otra eternidad mas en buscar el apellido de Tom.- Kau.. Kaulitz!.- Tom le sonrió amablemente y me miro de reojo.
¿Trabajo en parejas? Bien no caigas en pánico Liz, al menos tengo a Alice como refuerzo, no es que me de horror la idea de pensar en trabajar con Tom, pero no quiero distraerme de mis estudios por un chico, no importa lo apetecible que sean sus labios…
Alice me miro cómplice queriendo decir “¿Y bien?” pero no alcance a contestarle ya que la puerta se abrió sigilosamente intentando no llamar la atención… Bill, como siempre retrasado.
Me quede mirando como ingresaba a través de la sala, saludo a la señorita Dianne, me miro fijo y le sonreí pero me quito la mirada. Bill me pone algo incomoda, cuando cruzamos miradas me parece que pudiera ver mi alma y todo lo que pienso con sus profundos ojos avellana. Recordé el incidente en el cementerio… ¿Cómo llego tan rápido hasta mí si ni siquiera lo vi cerca? ¿Qué hacía en el cementerio… acaso sus padres también murieron? Me pregunto si seré la única chica de esta clase que siente algo diferente en el aire cuando el entra por la puerta, más liviano y más puro.
-¿Liiiiz?.- Alice agitaba la mano frente a mi rostro, busque a Bill pero ya se había sentado… como siempre muy lejos de mi. Que tonta.- ¿Escuchaste a la señorita Dianne?.-
-Sí, si obvio que si.-
- ¡Bien entonces suerte con tu proyecto y tu chico!.-
¿Ah? Alice se paró de su asiento junto a mí y se fue con… ¿Tom? Se sentó a su lado y comenzaron a trabajar en el proyecto. ¡Creí que trabajaría conmigo! ¿Y quién demonios es MI chico? Ahora estoy en un problema, mire a la señorita Dianne que escribía en la pizarra y entendí a lo que se refería Alice.
“Parejas designadas por la profesora. Rige todo el semestre”
Decía en letras grandes. Busque mi nombre entre la larga lista con los nombres de los chicos de la clase, que lentamente, terminaba de escribir la profesora, y… oh oh.
Elizabeth Armstrong-Bill Kaulitz
-¡Rayos!- Mire de reojo a Bill que estaba sentado al igual que Tom en el ultimo asiento, solo que en la fila contraria. Estaba cargado en la silla jugando nervioso con un lápiz. Sus ojos demostraban enojo y frustración… y me evitaba. Al parecer no quería trabajar conmigo, bien, es una nota, no podemos hacer nada, pero debo decir que me pone algo triste su rechazo. Tome mi libro de Anatomía y reuní valor para ir hasta su asiento.
- Emm.- Me miro con una mueca de no me agradas, y luego continuo escribiendo en su cuaderno.- ¿Puedo sentarme?
- Adelante…-
Me senté junto a él, quería preguntarle sobre lo que paso en el cementerio, pero el ambiente era muy tenso entre ambos. Me contuve a trabajar en el proyecto… “Partes del sistema nervioso”.
Narra Bill
No creí que esto de los proyectos de pareja fuera a ocurrir, es que a veces olvido que me estoy educando para “ser un profesional del mañana y resolver problemas en equipo” como dijo el profesor John Hell. No me había dado cuenta de que mi nombre resaltaba en la pizarra junto al de Elizabeth, esto significa mucho tiempo juntos, mas del que tengo permitido.
Debo mantenerme distante con ella, es tan difícil… pero no puedo permitirme crear lazos con ella.
- Y bien…- Se mordió el labio, suele hacer mucho eso.- Seremos pareja… digo compañeros todo el semestre.-
- Eso creo.-
-Así que… ¿Tú y Tom son gemelos? - Me dijo nerviosa mientras me pasaba sus apuntes para que yo los revisara.
¿Es tan obvio? Quisiera poder contarle a Liz nuestra historia, la maldición que cae sobre nosotros, la lucha entre el cielo y el infierno y que ella es la única que nos salvara… pero no puedo, solo lograría que se asustara y se alejara de mi para siempre por creerme loco.
Y con ello… La lanza caería en manos equivocadas.
-Sí, pero no somos muy “unidos”.- Le devolví su cuaderno y asintió para que continuara.- Pero ese no es asunto tuyo.-
- Lo lamento.- Tomo su cuaderno y bajo la mirada avergonzada.- No quise entrometerme, solo quería conversar, es lo que las personas normales hacen.-
- Yo no soy normal.- Thomas tenía sus negros ojos clavados en mí, lo presentía y el olor a azufre se hacía más pesado. Es repugnante, no comprendo como pudimos ser hermanos alguna vez…
Quise salir volando de ahí, perderme en el cielo, hay tanto que no le puedo decir a Liz, mi pasado, el de Thomas, la verdad que le persigue, su destino… desee estar en el Paraíso junto al árbol de hojas rosas pero ya no soy bienvenido ahí.  Las marcas de mis alas en mi espalda ardían ansiosas por Salir, pero debo ser discreto. La dulce mirada de la protectora de la lanza, me hizo salir de mi letargo y pude continuar trabajando.
-Bill, ¿tienes la respuesta de la letra G?- Dijo mientras acercaba su mano a mi cuaderno, mis brazos que estaban apoyados sobre la mesa hicieron contacto con su piel y una corriente eléctrica nos invadió. Liz se sobresalto y quito la mano de golpe mientras me miraba confundida.- Auch...-
- Lo siento Elizabeth…- Me pare rápido del asiento.- Eh… No deberías haber intentado copiar mis respuestas.
Se quedo mirándome ofendida y salí rápido del salón, los Arcángeles tenemos mucha energía purificada en nuestro cuerpo y al caer a la tierra puede ser peligroso para una mortal como Liz hacer contacto si no lo sé controlar. No quise dañarle pero ella descontrola todo mi ser, no sé porque… me volví antes de cruzar la puerta para verla una última vez antes de dejar la clase, por sus mejillas resbalaba una pequeña lágrima.
Narra Tom
El aura de William es muy poderosa, toda esta estúpida farsa de el estudiante modelo al menos me sirve para observar cómo se comporta con Liz. Intenta no acercarse a ella lo suficiente para crear un lazo de amistad, ya que es un Arcángel no puede, y mucho menos pensar en enamorarse de ella.
Esto es un punto a favor, ya que a mí nadie me detiene…
-¿Estás bien, preciosa?- Cuando termino la clase de Anatomía, espere a que todos las demás personas salieran, solo quedo Liz, fui hasta ella para descubrir que había pasado con el angelito.- Te vez algo triste…
- Si, no es nada.- Me dijo con una sonrisa nerviosa mientras rozaba mi mano que había ido a posarse en su mejilla.
- Con respecto a lo del otro día…- Quite la mano.- Lo siento, no quise presionarte…
- No, está bien Tom… eres muy amable con migo… no debí salir corriendo- Me agache hasta la altura de su cuello, su respiración se agito y susurre seductoramente…
- Es que me atraes Elizabeth.- La puerta se abrió.- No puedo evitar querer besarte…
Luego alguien frente a nosotros carraspeo la garganta, John Hell, ese maldito profesor debería devolverlo al infierno…
-Señorita Armstrong.- Fumo de su cigarrillo y me lanzo el humo directo en los ojos.- No quiero interrumpir, pero podría dejarme a solas con Tom?
- Cla… claro.- Liz agarro los libros y su bolso y salió atropelladamente.
- Así que… - Dijo sacando una botellita metálica con unos grabados religiosos.- … ¿quieres aprovecharte de esa pobre chica?-
- Tenemos “asuntos pendientes” que no discutiremos en este momento.
Me agarro del cuello y no pude defenderme, claro, tenía un crucifijo enrollado en el antebrazo.
-¡Basta de juegos! - Me lanzo el contenido de la botella, agua bendita.- ¿Qué demonios haces en la tierra? ¡HABLA AHORA O TE ARRENTIRAS!
- Es una pena por este cuerpo, en verdad no me gustaría dañarlo.- El agua bendita desasía la piel.- Aléjate de mí y de Elizabeth… ¿Acaso quieres que te devuelva al agujero John Hell?- Dije.
- ¿De qué estás hablando? - Se puso nervioso y se le cayó la botella con agua bendita regada por el suelo del salón.
- En el fondo lo sabes.- Lo agarre del cuello mientras mi piel se regeneraba.- ¿Siempre está contigo no? El olor a carne quemada… las almas pidiendo compasión… te gustaba torturarlas, ¿recuerdas? -
- ¿Como… sabes… todo… eso? - No podía hablar por la presión de mi brazo contra su cuello.
- Se todo sobre ti, tu eres el culpable de mi perdición… de que yo esté en el infierno y Bill en el cielo… Y lo recuerdas todo…
Hace muchos años… Cuando ya esto estaba escrito…
“Recuerda que había un ángel llamado Clarisse, era una mujer creada para dar vida a dos gemelos que cumplirían la profecía del cielo sin que nadie supiera, solo Dios. Tú John, estabas enamorado de Clarisse, la contemplabas cada día desde tu agujero hirviente en el infierno, la deseabas, pero para ella tu solo eras menos que una basura, un ser repugnante.
Un día tú estabas en la Tierra recolectando almas para llevárselas al hijo de la perdición, Lucifer, nuestro padre. Mientras Dios mando a Clarisse, ya que era su mejor guerrera, para que te devolviera al infierno y peor, para que te matara. Ambos tuvieron un enfrentamiento y tu le declaraste su amor, los sentimientos que tenias hacia ella, que podían huir juntos a donde no hubiera cielo ni infierno… pero ella te rechazo, y lograste escapar.
Al tiempo volviste a tu rincón del infierno, deseando curar tu corazón herido, y Clarisse al cielo, quien dio a luz a los gemelos, Thomas y William. La noticia recorrió cielo e infierno, llego a oídos de Lucifer que ordeno que le trajeran a uno de los gemelos para hacerlo Rey mientras él estaba en la jaula.
Ningún demonio de atrevió a aceptar la misión, ya que era muy arriesgado y el demonio que lo cumpliera debía ser sacrificado. Pero tu buscabas venganza, ya que tu corazón estaba herido, aceptaste la misión y lograste cruzar la barrera al cielo, tomaste al pequeño Thomas, y se lo llevaste a Lucifer, no sin antes, tomar a Clarisse para convertirla en demonio.
Pero Clarisse te odiaba sin importar nada de lo que pasara, ¿Quién podría amar a un demonio, un ser de la oscuridad, la escoria del mundo? Profirió un castigo aun peor que el sacrificio, volverte a la Tierra para que nacieras como humano buscando la redención, con el peso de haber separado a dos hermanos, y destinarlos a odiarse… “
-Y bien… esa es la historia.- Lo solté y cayó al suelo pasmado.- Ahora si me disculpas, tengo algo que hacer…
De salida pase la mano por el suelo cubierto de agua bendita para sentir como quemaba, quizás de alguna forma yo podría dejar de ser un hijo de la perdición… y estar con Liz sin importar nada, pero… no.
Narra Liz
El profesor John Hell se veía muy enojado con Tom, quizás escucho lo que Tom me dijo… No puedo evitar querer besarte… esas palabras resuenan en mi cabeza.
Iba caminando por los pasillos del instituto, eran casi 4 de la tarde, jornada larga. Debía irme a casa para prepararme para ir a la cafetería, darme un baño, cambiarme de ropa y comer algo. En todo el día no he sabido nada de Jimmy, espero que este bien.
-¿El viene por mi?- Oí la voz de Jared mientras pasaba por el salón de Medicina General, me apoye a la puerta para escuchar.- ¿Quiere mi alma?
- No, el tiene otros propósitos en la Tierra.- Ese era Bill, ¿de quién hablaban?- Pero mantente alejado de el, y sobre todo a Alice… espera.
Sentí sus pasos acercarse a la puerta, demonios, me escucho. Me quite y me aleje desinteresadamente, pero ya era tarde.
-¡Elizabeth!- Me grito desde el marco de la puerta.- ¿Qué hacías ahí detrás de la puerta?
- Yo… yo…- A los segundos salió Jared del salón, se veía muy agotado, y más nervioso de lo común. Como siempre pego sus ojos de pervertido en mi.- Espera… ¿qué pasa con Alice?-
-¿Estabas espiando?- Jared se sobresalto aun mas al oír a Bill hablarme tan enojado, se dio la vuelta y se fue.- Podría denunciarte Elizabeth.-
- Lo siento… es que… soy muy curiosa… no debería haber…-
- Esta bien, olvídalo.- En sus labios se formo una pequeña sonrisa que intento disimular, me recordó a mi sueño, a las alas de terciopelo y la lanza atravesada en mi estomago.
- Y perdón por copiarte tus respuestas en la clase de Anatomía…- Le dije.- Si quieres podríamos continuar el proyecto en mi departamento.-
- Si, no veo por qué no, me gustaría ir-
Bill se está comportando mucho más simpático con migo que cuando estábamos en clase, cuando ocurrió el incidente de nuestro “roce”, salió corriendo muy ofuscado. Ahora miraba el suelo como si estuviera avergonzado, sus pálidas mejillas un poco sonrojadas, lo hacían ver mucho más indefenso que cuando es ese chico insensible y desagradable… se ve como en mi sueño.
-¿Puedo hacerte una pregunta?.-
- Si, adelante.- Me dijo.
- ¿Por qué me salvaste ese día en el cementerio?- Sus ojos avellana se abrieron mucho y me fijo la mirada, quizás no debí haber preguntado.
- Por… que…-
- ¡LIZ!.- Gire antes de oír la respuesta de Bill, era Jimmy quien me llamaba desde el fondo del pasillo, venia corriendo y se tambaleaba un poco.
- Jimmy te he estado buscando.-
- Si disculpa he estado ocupado, solo quería avisarte que llegare mas tarde a departamento.- Traía unas gafas oscura y el cabello revuelto.
- Esta bien, nos vemos luego entonces.- Mientras lo abrazaba para despedirme.
Y todo tubo sentido, claro, ese olor inconfundible… cocaína y alcohol. Por eso traía las gafas oscuras,  por eso no llegaría al departamento temprano. Ese estúpido vicio... hace tiempo yo me había dado cuenta pero no quise decirle nada.
-Liz…- Me dijo bajito, yo tenía la mirada perdida en el suelo.- Lo siento.-
- Olvídalo… adiós Jimmy.- Sin decir nada se fue lentamente hasta perderse en el fondo del pasillo.
Me quede perdida en mis pensamientos por Jimmy… ¿Por qué no me dijo nada? Después sentí un leve sonido de aleteo, como un ave volando lejos…
-Bill...-
Pero cuando me di la vuelta Bill ya no estaba, en su lugar quedaba un aura violeta que desapareció en una fracción de segundo. El aire se hacía denso otra vez.
Las 4:30, perdí mucho tiempo, debo ir corriendo al departamento a cambiarme. Tome un taxi para que me llevara rápido, no puedo llegar retrasada otra vez, si Sofía se entera me despedirán. Cuando llegue al trabajo, esta vez a tiempo, todo trascurrió normal, presión, sin equivocaciones, y que el dinero concuerde después, quería ir a descansar, quería dormir, apoyar mi cabeza en la almohada y perderme en los sueños…
Mientras iba en el taxi, miraba la ciudad, se veía tan gris cubierta por esa capa de nieve que jamás dejaba de caer, adentro había calefacción y no se sentía el frio que había al exterior, sin embargo un escalofrió extraño me recorrió, respire hondo y de mi boca salió un vaho oscuro que se disipo en el aire. Intente ignorarlo volviendo a la ventanilla del taxi.
Se había cubierto de algo húmedo y pegajoso por la nieve. Pase la manga de mi chaleco, vi al perro rottweiler de hace unos días, sentado bajo una casa en la otra vereda mirándome fijo con sus ojos asesinos. Otro escalofrió, algo extraño está pasando.
Me baje apresurada y subí casi corriendo a nuestro piso, mis manos temblaban, no podía abrir la puerta. Entre agitada y me apoye en el marco de madera, pero aunque ya estaba en casa, todo se veía oscuro y tenebroso…


Holaaaaaaaa! perdon por el retraso, :S pero ya se van sabiendo las cosas... y muy pronto vendra lo bueno

FOME: es como un sinonimo de aburrido, fome lo usamos aqui en chile xD no si si en otro pais

Me gusta este cap, Bill porfn se esta acercando a Liz  *-* bueno gracias por los comentarios :D y  bienvenidas seguidoras :)

Atte E.A

lunes, 23 de enero de 2012

Capitulo 5 "Con tan solo roces"

Narra John
Elizabeth Armstrong, creo tener la primera pieza de este acertijo, han pasado una semana ya desde que comenzaron las clases, y creo saber que esta chica tiene algo que ver con que haya un maldito demonio en mi salón, este no es cualquier demonio, puedo ver su verdadera forma, desde mi escritorio, lo eh observado toda esta semana, y creo que es el momento de desenmascararlo, esperare a que termine la clase…
-Muy bien chicos…-Prendí mi cigarrillo- El pensamiento médico y el ejercicio de la medicina plantean un cúmulo de problemas filosóficos. Éstos estriban desde la caracterización de la medicina hasta los problemas epistemológicos, lógicos y éticos.
 Comencé a hacer mis clases hasta que me interrumpió el sonido de la puerta, atreves de ella pude presenciar quien era, su aurora era de color plateada en las puntas y en el centro era lila, solo existen dos clases de híbridos que poseen llevar ese color, los ángeles y los arcángeles
Cuando se abrió la puerta, dejando entrar todo el frio comprobé que era un arcángel
-Buenos… días- su piel era blanca, y sus ojos avellana aunque cuando me vio supo, con quien trataba- Sr… John Hell
-Llegas tarde, que no se repita… -dije soltando el humo de mis pulmones.
Narra Tom
¡Demonios! Aun Liz no responde a ninguna de mis carnadas, aunque…. Por un lado es bueno, tengo a todas las chicas lindas muertas por mí, tengo que des estresarme de alguna manera ¿No?... John… John Hell, donde eh oído de él, sospecha de mi y dudo mucho que me deje en paz, debe saber sobre la lanza de eso no hay duda, debo ser cuida…
Mis pensamientos fueron obstruidos por un aura da paz, que sinceramente me causaba nauseas, detrás de la puerta… tal y como esperaba tenían que mandar al angelito, bueno supongo que no obstruirá en mis planes si sabe a lo que se enfrenta
Narra Liz
Alice no ha dejado de contarme la maravillosa cena que tuvo con Jared, enserio para sentirme más sola de lo que estoy ¿tiene que restregármelo en la cara?, no ni tanto, últimamente me he sentido muy observada por Tom, hemos tenido encuentros, en la cafetería, me ayudo a cargar unos libros, luego me sonrió, su sonrisa no me la puedo quitar de la cabeza, y sus ojos reflejan tanta tristeza como si estuviera condenado, cuando se me cayeron los libros el apareció ahí, sus labios se veían tan apetecibles, me sostuvo la mirada y entre como en un trance del cual solo pude despertar cuando su mano rozo mi mejilla, y con un “Ten cuidado” desapareció de mis vista…
Algo no me ha dejado tranquila, el primer día de clases pude ver una mono  y su piloto era idéntico al de mi sueño… son puras locuras mías, debo estar cansada, pues mis horarios son un poco ajustados, a la universidad entro a las 8 de la mañana y salgo a las 14:00 llego al departamento almuerzo con Jimmy, repaso mis apuntes y luego al trabajo hasta las 21:00
Bueno eso es mí… La puerta, no puede ser… Es él
Narra Bill
Tuve que entras una semana después… UNA SEMANA por la matricula y papeles, los humanos hacen todo tan difícil, otra cosa que extraño es volar, ahora que ando en moto mis alas me piden a gritos ser desplegadas, parecieran que quemaran, pero debo resistirme, tendré que intercambiarme los días… algunos vendré volando y otros en moto.
Cuando llegue a la sala, pude sentir la presencia demoniaca desde el otro lado, el olor azufre que no es olido por los humanos pero para nosotros, nos ayuda a descubrir donde están, esa presencia no es de cualquier demonio, es de él la mano derecha de Lucifer, para nosotros el hijo de la perdición.
La puerta se abrió, salude a el profesor John Hell, exorcista… tras él una larga historia, que ni el mismo recuerda… al frente de la pizarra Elizabeth, me mira y yo aparto la vista con desprecio ella no debe acercarse a mí, solo es la pieza que me guiara a la lanza…
Me senté atrás, lejos de todos y del repulsivo olor a azufre aun que el asqueroso demonio debe estar disfrutando mi tortura con el azufre…
La hora paso rápidamente, por el rabillo del ojo observe a Liz, tímida, escondida en su mundo en el cual solo entra ella, debo protegerla, ella no sabe que es la llave hacia la lanza y menos sabe que un demonio anda tras ella para cazarla y torturarla lenta y dolorosamente…
El timbre me saco de mis pensamientos… tome mi cuaderno sin ningún apunte y Salí corriendo de ahí…
Narra John
El timbre sonó, y es tiempo de saber que se trae en manos
-Tom… Kaulitz- dije mientras apagaba el cigarro y veía como Elizabeth, se iba con Alice.
-Dígame, profesor- mientras se acercaba, creo que sabía a que íbamos
-Que quieres, Tom- al momento en que sacaba una botella de agua bendita
-Vaya John, prefieres ir al grano- dijo acercándose poniendo los ojos completamente negros
-Debería deportarte al infierno donde perteneces- dije mientras le tiraba agua bendita en la cara, sabía que pasaría después
-Mejor, dejémonos de disfraces- mientras la piel se le caía y mostraba la verdadera forma de Tom, salto sobre el escritorio y tomo el por el cuello a John.






-Lo que buscas no… no… lo encontraras aquí… ¡Lárgate hibrido!- mientras buscaba algo en su chaqueta
-No te metas en donde no te incumbe, ¡Exorcista!- cada vez el olor a azufre se apoderaba de el salón
-Eso, lo veremos- y de un golpe en su cara lo derribo, pero no fue solo un golpe, se solto de su agarre y pudo respirar





-Sera mejor que te cuides John Hell, tu… te arrepentirás- su cara comenzó a regenerarse y volver a su normalidad, pero sus ojos seguían completamente negros
Me quede tendido en el suelo, junto con arcadas producto de ese pestilente olor a azufre, Tom salió como si nada sucediera, tengo que descubrir su plan y que es lo que quiere aunque creo tener mis teorías…
Narra Liz
Que frio, y aun no puedo tomar el autobús para casa, se me hace tarde y Jimmy aun no llega, me tendré que ir sola, tengo pensado en ir mañana al cementerio pues es sábado y hace mucho que no voy a ver a mis padres…
-Hola, preciosa Liz- me dijo una voz ronca y sensual detrás de mí
-¿Qué… Que… haces aquí?- me puse inmediatamente nerviosa
-Pues solo pasaba con mi audi  – lo indico- y quería saber si puedo llevarte a tu casa
-Emmm… No, espero a Jimmy- No, tengo miedo de Tom algo en mi me lo dice, pero mi otra mitad me dice que me acerque a el
-Vamos Liz no te hare daño- sus ojos eran tan hipnotizantes, que pareciera que me moría por ellos
-Es… que… - Sus ojos, se apoderaron de mí a más no poder, y se fue acercando lentamente a mí
-Solo quiero jugar pequeña Liz – no estaba consiente no era yo, no podía moverme podía ver mi reflejo en sus ojos… No era yo, su respiración estaba agitada, y en mi interior unas ansias de tenerlo crecían en mí, la llama de la pasión se encendió, Tom rodeo mi cintura hasta apegarme a él, sus labios tan atrayentes, cuando se rozaron un sonido como de una moto nos hizo despertar además de después sentir toda nuestra ropa mojada, pues aquel vehículo paso con tanta velocidad que el charco de agua que había ahí nos cayó encima  fue ahí cuando reaccione
-¡Aléjate Tom! – me sepárese de el rápidamente y me fui corriendo hasta el próximo paradero
-Nadie me rechaza Elizabeth… - dijo en susurro, maldito, arcángel, pude sentir su aura desde  la otra esquina… Espera Elizabeth, ya jugaras…
Narra Jimmy
Viernes, viernes, viernes ¡VIEEEEEEERNEEEEEEEES! Al fin termina esta semana, a mí y a Liz nos ha costado trabajo acostumbrarnos a esta nueva vida, pero por algo se empieza, me eh hecho amigo de Jared es un buen chico, pero no de mi estilo aun extraño las tardes en que podía ir y venir del espacio, pero ahora todo cambio… Todo.
Aquí estoy entrando al departamento, Liz va a matarme digamos que me entretuve un poco con Jared…
-Hola Liz- entrando
-Tardaste- dijo mientras levantaba sus cubiertos de la mesa
-Tuve algunas cosas que hacer…
-Bueno, te dejo tengo que estudiar…- dijo… Algo paso aquí, si alguien conoce mejor a Liz soy yo
-Ok…- se fue a su habitación y cerró la puerta,  1. Comer rápido, 2. Repasar apuntes y lo ultimo 3. Irme al trabajo menos mal que es viernes…
Narra Liz
Tom… Kaulitz… aun no me lo puedo sacar de mi cabeza, sus ojos, me hipnotizaron, fue como si no fuera yo, no estaba consciente, no sé qué está pasando, pero estuve a punto de besarlo y eso no es bueno, definitivamente no, no puedo ir y besarme con un extraño que me ha estado observando raro por una semana… aunque sus labios… y sus ojos ¡BASTA!, ya no se qué pensar, por otro lado esta ese chico, el de mis sueños, el de la motocicleta… él…
 Ya, Elizabeth para, no puedo seguir desconcentrándome de mis estudios, tengo que repasar después al trabajo, y luego a descansar… por fin a dormir, mañana iré a ver a mis padres llevo casi una semana sin ir a verlos.
Repase los apuntes de hoy, no muy concentrada que digamos, pues una que otra cosa me hacía pensar…  me concentre tanto en la materia que no me di cuenta de la hora, me levante a tomar un vaso de agua y vi el reloj de la cocina 16:30 ¡Diablos! Se me hacia tarde, me metí a bañar lo más rápido que pude, tome lo primero que vi y Salí con el pelo mojado y el frio a trabajar.
Me enfrente al frio clima de Los Ángeles, de verdad era como si calaran los huesos y solo a mí se me ocurriría Salir así, y lo peor hacérseme tarde para el trabajo, corrí y corrí,  el autobús casi me deja, pero lo alcance, mi corazón latía a mil por hora, y mi respiración era agitada.
Luego de unos 15 minutos de recorrido al fin llegue eran las 17:05 tenía cinco minutos de retraso y aun faltaban unas cuadras, mis piernas por inercia se movieron corriendo hacia el restaurante, esquivaba a las personas con tal precisión, como si mis reflejos se hubiesen agudizado eran impresionante, cuando iba a tomar la manilla de la puerta esta se abrió repentinamente de golpe, yo di un salto hacia atrás y casi pierdo el equilibrio y esa persona no me hubiese agarrado el brazo
-Ten más cuidado…- dijo calmadamente, su respiración era lenta y pausada, sus ojos reflejaban una paz infinita, por cada rose de su piel contra la mía, un millón de descargas eléctricas pasaban por mi cuerpo, hubiesen durado más si él no se soltara de mi, para luego irse fríamente, hacia su motocicleta, la encendió y yo como tonta me quede mirándolo, mientras su negra cabellera se movía con el frio viento y así perdiendo de mi vista a… Bill.
Entre y vi a Vivian
-Llegas tarde, te libras porque Sofía no está y Susan anda pendiente de aquella mesa-apunto un mensa repleta de los jugadores de mi universidad- rápido anda a cambiarte
-Ok, gracias Vivian- tome el mandil y fui al baño a ponerme la polera, me quede unos segundos mirando mi brazo y donde Bill me había tocado… luego salía apurada para ir a  trabajar y agotarme las ultimas baterías que tenía en el día…
                                                                           *      *     *
Sábado 10:30
-AAAAAAAAAAAAh! Mi cabeza- dijo Jimmy, mientras yo molía café, esta maquinita es especial para despertar a las personas
-Buenos Días, ¿Café?- dije sonriendo
-¿Puedes hacer menos ruido?-Sabia que había llegado a las 6 de la mañana, choco con todos los muebles despertándome con el ruido  y callo dormido en el sillón- me duele la cabeza
-¡Ups!  Es que ya sabes cómo son estos electrodomésticos, ¡Además estoy en la cocina Jimmy!-volví a apretar el botón para moler el café.
-¡Aaaaaaaaaaah! Te dije que no me gritaras- dijo mirándome asesinamente- me iré a mi habitación- refunfuñando- no molestes
-Tranquilo iré a ver a mis padres
-Okeey me traes flores- cuando anda así es peor que los mil demonios
Apreté más fuerte el botón del café, y Jimmy cerró la puerta con un portazo
Tome desayuno, tranquilamente, observando como caía la nieve en plumilla, con mi taza de café recién hecho, jajaja, después de lavar todo, me fui a abrigar, para luego salir del departamento, baje las escaleras y una diminuta capa de nieve cubría el pavimento, si quería ir al cementerio tendría que tomar un taxi, estaba algo lejos, mientras iba en el taxi, pensaba en mis padres, me pregunto si estarán como en verdad dicen… con migo, pero a veces me siento tan sola.
Llegue al cementerio, y compre rosas azules, luego me dispuse a encaminarme en el, busque la tumba de mis padres, hasta que la encontré, sacudí, la lapida de las plumillas de nieve que había caído para por fin leer la inscripción

                                                    Jessica Armstrong – Robert Armstrong
                                                        “Los mejores padres del mundo” 



-Mis padres, los extraño tanto-mientras pasaba sus dedos por el nombre de su padre- siempre quise saber que se sentía que tu padre interrogara a tu novio de secundaria, o que sintiera esa experiencia de que su pequeña creciera, mi madre… -ahora por el nombre de su madre- No sabes cuanta falta me han hecho tus consejos, pues la vida me ah enseñado y aprender por mi sola, y a aconsejarme a mi misma aquellos consejos que me hacen tanta falta, desde el cielo sé que me cuidan y me protegen, nunca los olvidare y los tengo siempre en mis corazón
Deje las flores en la tumba, y me dispuse a irme estaba haciendo frio, pero algo atrajo mi atención, una tumba con una hermoso ángel, sus alas estaban desplegadas, pero la estatua no se veía, ya que estaba un poco alejada de las demás tumbas, comencé a caminar hacia él, pasando algunas tumbas viejas y abandonadas que con el tiempo se pierden en el olvido.
Cuando por fin estuve al frente de la estatua,  su inscripción estaba tapada con moho, me agache para limpiarla pero un sonido, me hiso reaccionar, el ángel comenzó a tiritar, y con ello a desplomarse encime de mi, solo pude cubrirme con mis brazos antes de sentir unos brazos rodearme la cintura y luego cubrirme junto con esa persona, volví a sentir las corrientes eléctricas, cuando por fin, el polvo se disolvió en la aire y así poder fijar mis vista en los trozos de la estatua…
-Te dije que tuvieras cuidado…- dijo fríamente, sentir su respiración rozar contra mis labios, hiso que un escalofrió me recorriera la espalda, sus ojos avellanas finamente delineados de negro, me hicieron perderme en ellos, si tan solo hubiese estado más tiempo pero se soltó de mi, y me ayudo a levantarme
-Cla… claro- ¿Cómo llego ahí? – ¿visitas parientes?
-Eso no te interesa – dijo cortante, y desapareció de mi vista
Comenzaba a hacer frio, y tenía que ir a comer algo, y ver como estaba Jimmy junto con su resaca
Narra Bill
Esto… no fue por culpa de la estatua aquí estuvo metido Tom, puedo sentirlo
-Si sabes que fui yo para que sigues pensándolo pequeño Angelito – apareció encima de los trozos de la estatua
-¿Qué querías hacer? Matarla y ¿Llevártela al infierno?, así no funcionan las cosas Thomas- dije
-Pues, veras, ¿Que comes que adivinas? Me llevaría su alma directo al infierno, donde seria despedazada una y otra vez sufriendo en brutal agonía por toda la eternidad… - rio- ¿Es así o más o menos, William?
-Eres un maldito…-dije muriéndome de la furia, no es posible que haga tal brutalidad
-Mira, angelito- re bajo de la estatua- el que la obtenga primero gana- mostro su verdadera forme y yo saque mis alas- prepárate…



-Reí- No me asustas…
-Ya lo veremos- Y así desapareció entre la oscuridad, despegue con mis alas hacia el cielo amaba perderme entre las nubes, si Thomas quiere una guerra… Guerra tendrá…

Holaaa! perdon por la tardanza, problemas ustedes saben u_u pero aqui esta, se que es lento el proceso pero pronto se revelaran los secretos sean pacientes, bienvenidas nuevas lectoras :) y gracias por sus comentarioos les repito: es importante q comenten para saber si les gusta! gracias

Atte E.A

miércoles, 18 de enero de 2012

Capitulo 4 "Primer día de nieve"

Narra Liz
La nieve rozaba mi rostro haciéndolo helar. Era fina, parecía polvillo que el viento echaba a volar entre el holgado vestido blanco que llevaba puesto. ¿Otra vez? Intente enfocar la mirada nublada, en una luz que caía del cielo como otro copo de nieve. Se veía rodeada de halos rojizos, el color de la traición. Aterrizo violentamente y corrí hasta su lado. Me encontré con un chico inconsciente, no veía su rostro ya que el cabello le cubría pero notaba algunas de sus facciones. Me acerque para sentir su respiración pero cuando mi cabello toco su piel, abrió los ojos de golpe.
Y desperté algo agitada, encontrándome de frente con los ojos esmeralda de Jimmy, me observaba tranquilamente apoyado en el borde de la cama, cubierto con una bufanda azul que le tapaba desde la nariz hacia abajo. Al parecer llevaba mucho rato ahí tirado en el piso observándome dormir, o más bien tener otro de esos locos sueños que me hacen temblar.
-¿Estabas soñando conmigo?- Me dijo haciéndose el gracioso, o eso creo.
-Cállate Jimmy- Cubrí mi cabeza con las frazadas y le lance una almohada- ¡Déjame dormir!-
- No no no no…-Se levanto rápido del suelo y se recostó junto a mi sobre las frazadas- Eso no es posible.-
- Sí, estoy cansada- Saque los ojos hacia afuera haciendo un puchero, claro, el no iba a verlo ya que mi boca aun estaba cubierta por las sabanas, me sentí algo tonta- ¡Duerme conmigo!-
Jimmy rodo los ojos hasta el otro extremo de la habitación y los mantuvo ahí en un punto fijo. Eso me pareció extraño… ¿estaba triste?
-¿Jimmy?- Le pregunte sacando los brazos para abrazarlo, lo que lo sobresalto- ¿Estás bien?-
- Liz…- Suspiro y me miro- ¡Primer día de universidad!-
¡Pero claro! No sé cómo lo olvide, quizás sería ese sueño que me perturbo… Me levante de un salto a prepararme, dejando a Jimmy solo en la habitación.
Narra Jimmy
Hoy me levante algo triste, hace varios días que no he consumido de ese polvo blanco… cocaína, ni alguna otra cosa, creo que es eso.
Salí de la cama me senté en la pequeña alfombra  junto a Liz que dormía, hoy es nuestro primer día en el instituto universitario Provehito In Altum, ¿debería estar feliz? Mis recuerdos de la niñez invadieron mi mente, pronto las lágrimas caían solas de mis ojos, no me gusta llorar, es de débiles, y menos que Liz me vea… así que hice lo que siempre me tranquiliza, verla dormir…


Narra Liz
Los días pasaron rápido, y finalmente había llegado ese día que tanto esperaba y a la vez temía.
No tomamos desayuno, ya que me tarde más de lo normal en vestirme y arreglarme, aunque me haya puesto lo mismo de siempre, converse, jeans grises y poleron negro.
Después de muchas vueltas innecesarias, a Jimmy se le quedo su preciado poleron de la suerte, retrasos y más retrasos, por fin salimos del departamento.
-Ta ra ra ta da…-
- ¿Estas nervioso Jimmy?- Balbuceaba mientras bajábamos por el elevador.
- No, ¿qué? No es cierto… ta ra da da…- Miraba sus desgastadas converse parecidas a las mías.
- Si lo estas, te conozco- Reí disimuladamente- Tarareas cuando estas nervioso, reconocería esa canción donde fuera.-
- Eso quisieras y… ¡no estoy nervioso!- Me dijo un poco sonrojado, intentaba no reírse.
- ¿American Idiot, Green Day?-
- Pff… ¡Hey este es nuestro piso!-
Salimos riendo del edificio, yo también estaba nerviosa pero cuando estoy con Jimmy siempre me siento mucho mejor.
Caminamos hacia el flamante Instituto Provehito In Altum, a medida que nos acercábamos se vislumbraba el edificio, era gigante pero sobre todo se notaban los lujosos autos de los estudiantes.
Habíamos logrado entrar ahí gracias a una beca, en realidad me sentía algo fuera de lugar entre todos esos chicos millonarios. Jimmy y yo si siquiera teníamos padres, no teníamos una cena caliente esperando en casa luego de un largo día de universidad, solo a nosotros mismos como hermanos.
El instituto era hermoso...


Tenia vidrios por todas partes que permitían apreciar el interior lleno de personas yendo de un lado para otro, profesores, estudiantes, personal, etc. En la entrada había una escultura de un Fénix con el nombre de la universidad grabado en letras blancas, rodeado por una pileta donde algunos estudiantes estaban reunidos.
-Algún día llegaremos a este lugar en una Van cuando yo sea famoso- Dijo serio- Y chocare todos los autos de estos idiotas presumidos.
- Jimmy no hables…- Me interrumpió una chica que se cruzo frente a nosotros, traía una gran sonrisa y como si nos conociera de toda la vida, dijo…
- ¡Hola! Soy Alice.-
Alice era muy blanca, llevaba el cabello corto castaño y un abrigo violeta largo, tenía su mano sujeta a otro chico aun más pálido, cabello más claro, vestido con un abrigo largo como el de Alice pero en negro. Su mirada color miel se había fijado en mí de una forma extrañada, algo asustada.
-Eh… soy Jimmy Dirnt- Jimmy le dio la mano a Alice e hizo un gesto de hola con la cara a… el chico que me miraba raro.
- Ah! Si, y él es mi novio Jared- Dijo Alice señalando al chico, la miro aun mas confundido y le devolvió el gesto a Jimmy. Luego volvió a fijarse en mí, me estaba poniendo nerviosa.
- ¡Liz! – Me grito Jimmy simulando que tocia.
- ¡Ah! Perdón, estoy algo… distraída.- En realidad estaba incomoda por la insistente mirada de Jared- Soy Elizabeth Armstrong, pero pueden llamarme Liz.-
 Le sonreí a Alice intentando pretender tranquilidad, lo único que quería era preguntarle a Jared si tenía algún problema con mi cara o que.
- ¡Hola Liz! ¡Hola Jimmy!- Dijo Alice emocionada, casi dando saltitos, que pareja más extraña.
Estuvimos algunos minutos en la entrada del instituto conversando, bueno, con Alice ya que Jared se limitaba a incomodarme con su insistente mirada. Nos conto sobre los profesores, los horarios, los chismes y una pila de cosas más, se veía una chica agradable.
Al rato sonó una ronca voz por altoparlante que indico el inicio del “reconocimiento de salas” y todos los estudiantes ingresaron al instituto. Jimmy y yo seguimos a Alice y su novio intentando no parecer torpes entre la confusión, hasta que vi como todo el mundo volteaba a mirarme. O eso creí ya que en realidad miraban un auto que se estacionaba hábilmente junto a los demás...

Haciéndolos parecer basura.
-Un audi… Liz- Jimmy estaba impresionado, parecía que se le caería la mandíbula de tanto abrirla.
- Pff es solo un tonto millonario hijito de papa con…- Me paralice por milésima vez en el día, ya que del auto se bajo el chico alto de trenzas en el cabello y la perforación en el labio que fue a la cafetería hace unos días. Llevaba unos lentes oscuros que cubrían sus ojos… ¿negros? Recordé esa extraña visión y me puse un poco nerviosa,  no pude evitar morderme el labio hasta hacerlo sangrar.
-¿Entremos?- Jimmy me estuvo observando todo ese rato y no me di cuenta, me avergoncé un poco, nuevamente la eterna sonrisa de mi mejor amigo se esfumo de inmediato. Igual que en la mañana.
- Si… claro.- Nos dimos la vuelta y entramos mientras el chico de las trenzas miraba despreocupadamente al cielo y sonreía de una forma algo maliciosa. Como si no fuera el primer día para él. Jimmy tomo mi mano y me empujo dentro. Ahora en realidad no quería entrar.
Narra Tom
Liz... es tan ingenua, está condenada frente a mí. He formado un ejército de demonios en esta ciudad, así me será más fácil recuperar la daga… primero, tengo que acercarme a ella.
Vi la forma en que me miraba, su rostro es muy angelical a pesar de todo… la reconocí apenas la vi, entre tantos estudiantes insignificantes, que solo son carne para mí.
¿Mi plan?  Estoy aquí para “estudiar”, fingir que soy otro humano normal aunque mi verdadera forma aparezca de vez en cuando, para eso me inscribí en el instituto Provehito in Altum, en la carrera que estudiara Elizabeth. Esto será fácil…
Lo difícil serán poder concentrarme, ya que entre tanta alma pura… ¿Cómo no llevarme una al infierno? Digamos que uno que otro nerd a quien nadie extrañara… Esto será fácil, primero divertirme, luego probar… y después… una almas más al infierno.
Narra Liz
Pasamos casi una hora buscando el salón 23-A, el salón de la clase de “planteamientos de problemas”, profesor John Hell especializado en esa materia. Wow tuve que aprenderme toda la maya curricular de la carrera de medicina, son mil profesores, mil salones, y otros mil libros que conseguir.
Por dentro el instituto era mucho más grande, Alice no paraba de parlotear hasta que por fin encontré el 23-A, Jimmy se despidió de mi y Alice en la puerta para irse a su salón de ingeniera con Jared que estudiaba lo mismo.
Me quede con Alice y nos sentamos juntas en el ultimo asiento junto a las ventanas. Quería preguntarle por que su novio me miraba de esa forma tan extraña, quien era el misterioso chico de las trenzas, porque no paraba de pensar en él y sus ojos… mil cosas que preferí guardarme para mí en mis pensamientos.
Todo los estudiantes de mi salón se presentaban entre sí, claro, primer año de Medicina para todos. Después la puerta hizo un chirrido con la chapa, el profesor. Todos volvieron a sus lugares y esta se abrió… pero no era el profesor. Era el chico de las trenzas…
Puso sus ojos esta vez sin lentes sobre mi apenas me diviso… ¿Qué demonios? Eran de un color extraño, entre miel y ámbar, algo de tonos verdes. Los estudiantes de mi clase guardaron silencio mientras caminaba entre los pasillos, directo al último asiento de la fila frente a la nuestra con Alice.
Se sentó y apoyo su rostro en su brazo sobre la mesa, mirándome al igual que Jared, pero más seductoramente… ¿Qué? Este definitivamente no era mi día, no para alguien como yo.
Pude haber salido corriendo de ahí si no fuera porque la puerta se abrió nuevamente… esta vez sí era el profesor.
-Alumnos, ¡silencio!- Todos callaron, se paro frente a la clase y saco un cigarrillo, lo prendió mientras todos lo miraban con respeto.
-¿Eso se puede hacer?- Le susurre bajito a Alice.
- Digamos que el profesor Hell tiene… influencias.- Alice era algo hiperventilada, lo dijo muy fuerte y todos nos quedaron mirando sobretodo el chico de la otra fila.- ¿Qué miran?
- ¡Shh! Alice.-
- Puedo continuar señorita… - Miro su libro con nuestros nombres y fotos, yo ni siquiera grite.- ¿Armstrong?-
- Si, lo siento…-
-Continuo, me presento, soy el profesor John Hell como ya saben.-
Rodo la vista por la sala para reconocer a algún repitente, o alguna cara conocida, pero se detuvo en la fila del medio. Ultimo asiento, el chico de las trenzas. Podría jurar que en su mirada había repulsión y odio.
- Tu… ¿cuál es tu nombre?- Le pregunto
- Tom Kaulitz.- Le respondió el chico poniéndose de pie. Su voz era muy profunda, algunos suspiros de las demás estudiantes se oyeron desde lejos.- ¿Algún problema Señor Hell?
- No. Me pareció haberte visto el año pasado.- Se metió las manos en el largo abrigo negro que llevaba, le dio otra calada el cigarro y paso a sentarse a su escritorio.- Es todo… por cierto, llámenme John.
Empezó a garabatear cosas en un libro, y así paso el rato, primer día, no había mucho que hacer. Tom no paraba de mirarme, apoyado en  la silla como si estuviera descansando… o más bien disfrutando.
Corrí la vista a la ventana junto a mí, era grande y eso me hizo sonreír, al menos tenia buena vista para distraerme durante este largo primer semestre.
Me perdí en mis pensamientos, imaginando como sería mi vida desde ahora. Entre eso note que desde nuestro salón se veía el aparcamiento de vehículos, la entrada junto a la pileta y la estatua, y por supuesto, el audi. Genial, todo el tiempo perdido en buscar el salón 23-A y siempre estuvo frente a mis ojos.
Oí un ruido fuerte, como un choque, mire a Alice para ver si lo había notado pero seguía parloteando con unas chicas parecidas a ella.
Nadie lo noto, volví a la ventana buscando la fuente del ruido, había una moto estacionada en el aparcamiento.


El conductor se quito el casco y, desde el segundo piso, vi el laberinto almendrado en sus ojos posarse en mí y las imágenes del sueño de esta mañana volvieron de golpe…
Luego de que el chico abriera sus ojos, intento hablar pero parecía herido. Le tome la muñeca como impulso, aun no veía bien su cara, solo la mirada, los labios, el cabello negro azabache…
Me alejo de él suavemente y se paro, proyecto una sombra violeta más ancha que sus hombros, mucho más, me acerque tímidamente y cerré los ojos, toque sus brazos, subí hasta su cuello, roce su piel cálida que era rodeada por algo suave, aterciopelado que me cubrió. Deje de sentir los copos de nieve chocando contra mi piel, el me susurro en el oído – Todos moriremos bajo la sombra de una mancha de sangre…- y luego se alejo, abrí los ojos.

Ya no estaba junto a mí, solo quedo proyectada su perfecta sombra, dibujaba la forma de un ángel…
Me lleve las manos al pecho, y sentí algo metálico, goteaba de mi pecho un liquido caliente que mancho la blanca nieve bajo mis pies. El líquido rojizo se expandió, mire mi regazo y una daga dorada yacía enterrada bajo mi piel…

Reaccione algo ahogada, los recuerdos eran tan reales, perdía el aire, Alice me gritaba cosas que oía a lo lejos pero reconocí su cara era de pánico, me toque el estomago buscando una herida, pero no había nada.
Poco a poco recobre el conocimiento, el profesor John fumaba de su cigarrillo y me miraba tranquilo desde su asiento, sin siquiera acercarse a mí. Alice seguía en pánico y todos me miraban. Solo me gire a buscar la moto, pero ya no estaba solo se encontraban sus huellas, no había rastro del chico de ojos almendrados, en su lugar la fina nieve caía cubriendo el aparcamiento y toda la ciudad.

PERDON! perdon perdon, la demora pero hay problemas con el internet, recuerden que fic va lento, al menos ya el demonio comenzo a intervenir en la vida de liz, nuevas sorpresas terrorificas se asercan preparence... , gracias por comentar a Alex von kaulitz :) muchas gracias
Chicas queriamos pedirles SOLO SI QUIEREN recomendar la fic, y saber si pueden comentar, encerio sus comentarios son importantes para nosotras, y saber como va la fic

Si  quieren contactarnos les dejamos el msn de nosotras en asociacion :) evil.angel@hotmail.cl
si quieren nos agregan y si no... no xD
Saludines
Atte E.A

sábado, 14 de enero de 2012

Capitulo 3 “Juego de miradas”

Un ángel caído, un hijo perdido y un arcángel solo… Dios, perdió a su mano derecha, un hijo, aunque era rebelde, el siempre lo tenía en su corazón, como a cada uno de nosotros, Dios lo amaba, pues desde pequeño lo vio crecer, para desatar su furia contra los humanos, y aquella protectora de la daga, mostrara su tristeza con frio de la nieve y las lluvias, desde que William cae a la tierra, las nubes oscuras que tardaran en desaparecer… ocultan el cálido cielo de california dando paso a unas nevadas junto con diluvios que condenara a los humanos al “Eterno invierno”.
Narra Liz
-¡Jimmy! ¿Quieres ya salir del baño? – Hace ya una hora que esta allá adentro, que tanto hará, llegara tarde- Jimmy tenemos que conservar nuestro trabajo y…- salió del baño, se veía tan lindo…
-Ya Salí, no era para que gritaras como una loca… Elizabeth- no sé qué cara tenia pero de segura de tonta, es que Jimmy se veía hermoso, esa palabra quedaba corta- enserio Liz me asustas… - me movió un poco
-¿Aaah? Si… -me sonroje un poco – bueno, apúrate que llegaras tarde
-Sí, bueno – tomo su chaqueta, las llaves y los cigarros, odio esa adicción que tiene- nos vemos en la noche – dijo desde la puerta, para luego de eso cerrarla dejar de oír sus pasos desde el pasillo hacia las escaleras
-Bueno, aun son las 15:40 – dije mirando mi reloj – aun falta –me acomode en el sillón, con mi vista hacia la ventana, la verdad el clima esta raro, ayer hacia sol y ahora está nublado, y con nubes feas que dan miedo, ¡Pff! Pero que miedosa soy, aun recuerdo el día en que mis padres murieron…
La última vez que los vi, fue cuando se despidieron de mi aquella noche, llovía muy fuerte, y las nubes se parecían a las de ahora, es ilógico como mi vida cambio de un día a otro, pues mi madre Jessica, ese era su nombre, parecía un ángel, era muy bella, siempre decía que quería parecerme a ella cuando creciera… mi padre Robert, tan gallardo y alto sus ojos eran azules como el mar, siempre me tomaba en brazos, y decía que era su tesoro más grande en el mundo…
Esa noche salieron a una comida del trabajo de mi padre, yo me quede con la vecina, hasta que… una llamada alarmo la casa completa, y destruyo la felicidad que tenia, me despertaron en la mañana, me dijeron que mis padres se habían ido al cielo, y que desde el cielo me estarían cuidando y ese fue mi consuelo hasta el día de hoy, cuando crecí, pude saber la causa de la muerte de mis padres, pues fue un accidente en auto, el automóvil se quemo entre las llamas, pues había ex… plo…
No pude seguir, ya que el sueño me venció…
¡Desperté! O eso creía, ya que al abrir mis ojos, estaba en un bosque, la luz del sol me cegaba, poco a poco, pude abrirlos bien, me levante, me di cuenta que estaba con un vestido blanco y además descalza, ¿Qué era esto? El purgatorio, ¿Estaba en el limbo? De repente una voz… femenina, angelical me saco de mis pensamientos…
-Elizabeth… tranquila… - mi mirada se centro en el lugar donde provenía esa voz, del cielo bajo una mujer parecía un ángel- tranquila hija, estamos contigo
-¿Mama? – mi mirada se cristalizo, dando paso a lagrimas, corrí a abrazarla, cuando me tubo en sus brazos, pude sentir lo que había olvidado de niña, sus caricias, su aroma, era ¡Mi madre! Y la estaba abrazando…
-Hija mía – me aparto un poco – vengo a decirte algo- se alejo de mi- pronto estarás en peligro, y debes tomar la decisión correcta – en su mano derecha tenía una pluma blanca, en su manos izquierda tenía una llama de fuego – hija, debes tener cuidado, recuerda que yo y tu padre te amamos, y siempre estamos cuidando, estamos orgullosos de ti
-Mami, los extraño tanto – caí de rodillas llorando, mientras la imagen de mi madre iba desapareciendo y junto con ella todo el bosque, volviéndose todo negro
Desperté llorando, fui al baño me lave la cara, para luego cargarme en el lavatorio y mirarme en el espejo, mis ojos estaban rojos… EL TRABAJO, ¡Oh Dios mío! Vi la hora 4:15, solo tenia15 minutos para arreglarme, me tome el pelo, saque mi bolso, llaves, cambio, y una chaqueta, ahora se le ha dado al tiempo de hacer frio… ¿Quién entiende esto?
Salí del departamento y baje corriendo las escaleras, no estaba ese viejo asqueroso en la entrada asique Salí tranquilamente, tome el autobús… y ahora a esperar llegar a mi trabajo, tengo miedo y si le vierto a alguien su ¿café o un jugo?, tengo que sonreír, aunque eso no se da mucho en mi que digamos, no puedo evitar sentir nervios, y no puedo dejar de pensar en el sueño de mi madre… ¿decidir? Debe ser otra jugada de mi subconsciente
Al parar el autobús baje, casi corriendo eran las 4:50 y aun me faltaban dos cuadras para llegar, corrí lo más rápido que pude, sintiendo como el frio viento chocaba contra mis rostro, llegue y en la entrada estaba Sofía, faltaban dos minutos para las 5
-La puntualidad es importante Elizabeth – me miro algo molesta
-Aun faltan dos minutos, pero procurare llegar más temprano- le dije con la miraba baja
-Bien, pasa por aquí…- nos dirigimos por unos pasillos donde eran los vestidores de los trabajadores, ahí me paso con mandil y una polera, con el logo del restaurant- cámbiate rápido el lugar está lleno
-Está bien – Sofía salió, me cambie y me dirigí al frente, el lugar está repleto, y como no estarlo si el restaurant estaba cerca de una empresa
-Elizabeth- escuche mi nombre Sofía estaba al lado de las demás meseras – chicas ellas es Elizabeth será su compañera de trabajo indíquenles como es el sistema- voy a la caja
-Con que… ¿Elizabeth? – me dijo una rubia, era linda pero pareciera que en vez de cerebro tuviera un maní, me miraba de abajo hacia arriba con desprecio – mi nombre es Susan, mira es muy simple, tomas la orden la llevas donde está la cocina y la dejas ahí, luego vasa buscar el pedido de la mesa que le tomaste el pedido, ves no es tan difícil,- luego de decir eso se fue dándome la espalda dejando ver su corta falda, en realidad parecías señora de la noche
-No le hagas caso – la mire- ella es así, después te acostumbraras, me llamo Vivian
-Mucho gusto-
-Dejémonos de cortesía y vayan a atender, toma Liz- La voz de Sofía nos interrumpió me paso una agenda, para tomar los pedidos y un lápiz- vamos hay mucha gente
Tome una bandeja y me acerque a una mensa donde había una mujer y hombre
-Buenas tardes, que se van a servir-Dije, presentía que esta sería una larga tarde
-Yo quiero un Té helado y un croissant – dijo la mujer, yo tome su orden, anotando el numero de la mesa, un numero que jamás olvidaría el numero 6
-Yo quiero un café y un trozo de pie de limón- dijo el hombre
-Muy bien ¿Algo más?-los mire y di una sonrisa
-No nada más gracias
-Enseguida traigo su orden- me fui a la cocina y pase el papel, luego fui a atender otra mesa y así hasta que le llamaron para el pedido de la primera mesa que atendía la Nº6
Narra Bill
Bien, Elizabeth, siempre tiene a un amigo, no estará mal ver que intenciones tiene con ella, y si un demonio esta poseído en el, mientras volaba por los cielos, comencé a investigar las personas que rodean a Elizabeth, nadie sabe si ya han comenzado a utilizar a sus seres queridos para torturarla, será mejor empezar por su amigo.
Aterrice una cuadra antes de donde trabaja, y comencé a caminar, el frio hielo de la nieve está haciendo acto de presencia, cuando entre a la tienda, el tintineo de las campanas hiso que las mirada de los presentes se fijaran en mi.
Narra Jimmy
Ya había, llegado, Santiago me estaba esperando, nos saludamos y me mando a sacar de unas cajas los nuevos libros que habían llegado, me llamaron la atención, pues, habían de ángeles y demonios, basura, eso no existe, solo es cosa de la imaginación, bueno en fin, cuando saque los libros, los coloque en vitrina, y así se me paso la tarde, vendiendo cds y cosas, Santiago, me mandaba a limpiar los cds, y eso me cansaba eran tantos.
Me pregunto ¿Cómo le estará yendo a Liz? Estará limpiando todas las mesas... el sonido de la campana de la tienda me desconcentro, era un chico como de mi edad, llevaba un abrigo largo de color negro con este frio quien no, en fin, era de piel blanca, algo pálido, alto y pelo negros, observo los libros de Ángeles y Demonios…
-Se te ofrece algo- capte su atención, el levanto su mirada, sus ojos eran ambarinos, deban miedo
-Emmm…. Si necesito saber cuánto cuesta este libro- me lo paso, fui hacia la caja, el sonido de la caja, lo hiso distraerse de los demás libros
-Cuestas 12 dólares- le dije con el libro en la mano
-Perfecto me lo llevo- se acerco hacia la caja, y busco entre sus pantalones el dinero, me dio 15 dólares, cancelo en efectivo, introduje los billetes y le di su vuelto, luego le pase el libro en una bolsa promocionando el logo de la tienda
-Gracias- él se despidió con una sonrisa, luego abrió la puerta y se fue, perdiéndose entre la nieve
Narra Tom
-Mi señor, no será muy peligroso que entre ahí- decía ese demonio rastrero, que lo tenía como esclavo, al menos me acompañaban a reír un momento, luego los quemaba, volviéndose ceniza y con el pestilente olor a Azufre
-Desde cuando me das consejos – lo mira con los ojos completamente negros, su miedo me hiso sonreír, volviendo a poner la vista en Elizabeth
-Pero ella es la protectora- dijo
-Lo sé, pero antes de matarla, habrá que probarla ¿No crees?- una sonrisa pervertida se me dibujo en mi rostro, pues sabía que sería una presa fácil, Elizabeth no tiene fortaleza, es una persona muy débil, ha sufrido mucho, sería fácil acabarla, pero también quería divertirme, haciéndola sufrir.
-Mi señor, teng…- Lo interrumpí
-¡Cállate! Tu a mi no me das consejos- lo hice quemarse vivo, mientras sus gritos eran música para mis oídos, me quede un rato viendo como Elizabeth atendía a los repugnantes humanos, luego decidí entrar
Narra Liz
Llevaba 8 dólares en total de propina, para ser primer día está bien, el tintineo de las campanas de entrada percutieron en mis oídos pero no le tome atención pues, estaba ocupada dando las ordenes de las mesas, lo único que pude ver fue a Susan, bajándose el escote y subiendo mas su falta ya casi no le tapaba nada, parecía una verdadera…
-Vivian, yo atenderé al joven, se ver hermoso- decía con una cara de picardía
-Como quieras-solo rodeo los ojos y se llevo la comida de una mesa
Comenzó a caminar hacia la mesa en donde había un chico, era alto, tenia trenzas en el cabello, era de tés blanca, alto, ojos cafés, y un perforación en su labio inferior, tenia ropa ancha y vestía con una chaqueta negra. El plan de Susan habría funcionado si no hubiera sido por Sofía…
-¡Susan! ¿Donde crees que vas? Aun te queda, entregar esa orden en aquella mesa, la 4 espera su pedido, date prisa- dijo
-Pero, pero… Yo- La interrumpió
-Deja de Liz vaya a atenderla, te necesito allá ahora – La miro seria
-Está bien…- Gruño, luego de que paso por mi lado, me fulmino con la mirada, y con tan solo verla a los ojos, podía ver lo que decía “Aléjate de él, es mío” .
La mira con miedo, luego, tome una bandeja y un menú, me acerque a la mesa que por coincidencia de la vida había sido la misma mesa que atendí en la mañana la Nº6
-Buenas tardes – dije un poco nerviosa
-Buenas- dijo él, cuando levanto la vista, puede verle sus ojos completamente negros, corrí la vista mirando hacia la ventana.
-¿Que… que - cuando mis mirada volvió a encontrarse con la suya, sus ojos eran cafés de nuevo, creo que es el trabajo esto algo cansada- va a pedir?
-Solo café- contesto, su voz era fría, tan fría como el que hacia afuera, asustaba, era profunda, y con cada palabra pareciera como si un escalofrió recorriera mi columna vertebral.
-Bien…- comencé a anotar en la libreta, pero mis nervios me traicionaron y mi lápiz cayó bajo la mesa, nuestras miradas se encontraron, el lápiz cayo debajo de la mesa, el saco de su chaqueta otro lápiz y me lo dio- Gracias
-De nada- me sonrió, al mismo tiempo que movía su piercing
-En… En seguida le traigo su pedido- Salí casi corriendo de ahí, sentí su mirada puesta en mi, me había puesto los nervios de punta, pero que estúpida ¿Por qué eh de estar nerviosa?, si solo es un cliente.
No le di más vueltas al asunto, y comencé a entregar los demás pedidos, cada ves que anotaba veía el lápiz y me recordaba su mirada… Estaba pendiente del café de la mesa 6, cuando por fin salió de la cocina, lo tome en la bandeja y se lo fui a dejar, intercambiamos miradas y después me fui, otra vez los nervios aparecieron.
Deje de pensar en la mesa del chico, pues cuando atendía, sentía su mirada en mí, y eso en realidad me ponía nervioso, tanto que cuando entregaba los cafés, el tintineo de la taza el plato era audible.
Fui a entregar otras órdenes cuando me di cuenta de que, él, ya estaba pagando en caja, pude oír sus pasos acercarse a la puerta, intercambiamos miradas y se fue, el sonido de la puerta cerrándose fue lo último que oí.
Fui a limpiar, la mesa 6, cuando tome la taza, debajo de ella, había un billete estaba doblado en forma de estrella, cuando lo pude desdoblar, eran 10 dólares, Woow, bueno al fin al cabo tanto nervio sirvió de algo.
Se acercaba la hora de salida, ¡Por fin! La tarde se me había pasado rápido, por lo menos, me sirvió el trabajo tengo 18 dólares, que juntare en mis ahorros.
-Adiós Sofía nos vemos mañana- decía mientras colgaba el mandil en el perchero
-Adiós Liz, se puntual mañana- dijo
-Está bien…- dije con voz cansada, comencé a caminar hacia la puerta, y me encontré con Vivian.
-Vas para la parada de autobús- me pregunto
-Si tengo que esperar uno –reí
-Bien, vamos- salimos del restaurant, camino hacia el paradero, el silencio se hiso presente pues ninguna de las dos, ponía tema de conversación, creí que con Vivian, tener una conversación sería fácil, pero me equivoque…
-Dime, que paso con aquel chico- me interrumpió mis pensamientos, sabía que ese interrogatorio vendría pronto.
-Pues nada, es un cliente ¿No?- dije
-Si pero los nervios, no te dejaban tranquila, casi todos se dieron cuenta, además de lo enojada que estaba Susan- dijo. ¿Susan? Me imagino su cara roja, y saliendo humo de sus oídos.
-¿A si? Me la imagino – dije riéndome
-Pues cuando, serviste su café, fulmino con la mirada, veras, cada chico lindo que entra al restaurant en por así decirlo “carne fresca” – hiso comillas con sus dedos-  para Susan
-Aaaaah, pero no fue mi culpa, además no quería que me odiara el primer día de trabajo- habíamos llegado al paradero
-jajaja, pues ella es así es ella, te llevara poco tiempo acostumbrarte si sabes cómo ignorar a las personas- dijo mientras su mirada se enfocaba en el autobús que lleva hacia la sola sur-Bien Liz, nos vemos mañana
-Claro Vivian, créeme que ensayare toda la noche como ignorar a las personas… jajaja-dije
-jajaja, te tomara tiempo- dijo alejándose para abordarlo
Me quede sola, el viento comenzó a soplar, hacia mucho frio, cada vez está bajando mas la temperatura en la ciudad, ¿Qué será? Nunca antes me había preocupado por el tiempo, pero ahora era necesario, saber que pasaba, baje mi mirada, cuando la levante, vi que en la vereda de enfrente había un rottweiler
Me miraba sentado, su estaba como estatua pero me observaba, comencé a entrar en pánico.
El perro se levanto y me mostro sus dientes… comenzó a gruñir, me di cuenta que en su cuello, tenía una cadena con unas alas de ángel.
Me levante y di un paso atrás, el perro avanzo un poco, sabía que podía sentir mi miedo, mis piernas comenzaron a temblar, de repente algo me hiso reaccionar el autobús estaba llegando al paradero.
Paro y me subí rápidamente, me senté en el ultimo asiento, del vehículo, cuando mira por la ventana hacia atrás… Ya no había nada… ¿Había sido producto de mi imaginación o por el cansancio?
Comencé a pensar durante todo el trayecto que hay desde mi trabaja hacia el departamento, sabía que Jimmy llegaba en una hora más, así que tendrá que esperarlo, o tengo una mejor idea irme a dormir, ya que mañana volveré a la misma rutina, pero en la mañana iremos a comprar lo necesario para la universidad, ya que tan solo faltan unas semanas para que empecemos una nueva rutina en nuestras vidas.

Hola queridas lectoras ^-^ ojala que les guste este capi *-* bueno, todo se ira desarroyando de a poco, paciencia que pronto vendra el romance xD
Esperamos que comenten u_u y gracias a todas las seguidoras! :D

Gracias a Raii por recomendar :') pasen por su fic http://paranormalmurderer.blogspot.com/ :D

C&K


martes, 10 de enero de 2012

Capirtulo 2 "Libres para ser tu y yo"

Narra Arcángel William
Alrededor de la medianoche, las personas en la Tierra dormían. No había nada más que un cielo oscuro y profundo sobre ellos, lleno de misterios y plagado de pequeñas estrellas brillantes quemándose a millones de años luz de distancia. Es un mundo salvaje, cada día es peor, pero aun a la hora de dormir se sienten protegidos por una fuerza sobrenatural que los vigila cada día, cada segundo de sus vidas protegiendo la línea del tiempo. Nada ocurrirá, mientras los Ángeles velen sus sueños.
Vivo  en un mundo invisible a los ojos de los humanos, desde aquí los observo siempre que tengo tiempo, cuando no estoy ocupado arreglando asuntos importantes… me gusta ir a un rincón del Cielo donde nadie puede encontrarme, ni siquiera mi padre.
Desde aquí puedo observar a la Tierra y eso me gusta, los veo acostarse y levantarse, caminar, comer, sonreír, llorar, enojarse, emocionarse… amar, en fin, según mi padre, yo no debería ser protector  de almas, esa es tarea de Ángeles, no de Arcángeles, pero así todo lo hago, no tiene que enterarse.
El siempre dice que debo obedecer porque soy su mano derecha y tengo que apoyarlo. Cada día está dándome ordenes a mí y a mis hermanos que debemos cumplir porque es Dios y son sus leyes, pero no siempre estoy de acuerdo con él, es injusto y oculta muchas cosas.
Nadie puede verlo, solo yo y los demás arcángeles hermanos ya que somos sus hijos directos, eso me hace tener muchas dudas y querer huir hacia un lugar con más libertad…
En el cielo cada alma crea su propio paraíso, con los recuerdos más hermosos de sus vidas,  casi siempre estoy en el cielo de una joven pareja que murió hace casi 10 años, en un trágico accidente automovilístico donde solo sobrevivió su pequeña hija. Este a pesar de todo eso, es mi lugar favorito en el cielo...


Solo hay un árbol rodeado por un inmenso campo de flores, hay algunos animales y corre un rio cristalino, al parecer, este era el lugar donde la pareja solía venir a vacacionar en vida. Con el tiempo he descubierto que sus nombres son Jessica y Robert Armstrong, siempre están descansando sobre una mecedora, abrazados viviendo juntos la eternidad, aun amándose a pesar de estar muertos.
Como ellos son almas, no pueden verme ya que los Arcángeles somos invisibles a la energía inferior como dice “Dios”, mi padre, otra tonta ley que invento, bueno, de todos modos ningún Arcángel viene aquí… así puedo estar solo.
-¿Qué estás haciendo William?-Mi hermano Arcángel, Michael,  apareció detrás de mí mientras yo miraba por un telescopio que había en una pequeña terraza junto al árbol.
-Yo… yo nada- Dije algo nervioso, el siempre esta vigilándome para poder ir y acusarme con nuestro padre- ¿Cómo me encontraste Michael?-
-Fue fácil, no sabes ocultarte bien– Dijo con tono de burla- Todos sabemos tus secretitos con el mundo de las almas, sabes muy bien que no debemos venir aquí, esto es tarea de…-
-…Es tarea de Ángeles – Suspire- Lo sé, y no me importa-
- No quieres terminar como Lucifer… -
-No, eso no, es que…  ¿sabes? Allá abajo hay un mundo muy interesante.-
-Son solo animales sin pelo William.-
-Descubrí algo… hace unos días.-
-¿Que descubriste? – Pregunto con malicia elevando una ceja
-No, olvídalo- Baje la mirada intentando desviar la conversación
-Dime, es una orden soy tu hermano mayor- Me miro serio, sé que es capaz de ir a contarle ahora mismo a Dios, ya lo ha hecho otras veces. Por su culpa aquí en el cielo todo el mundo me ve como un bicho raro, como un rebelde… pero es mi hermano y no puedo mentirle.
-Está bien- Rendido tome el ojo del telescopio para mostrarle mi descubrimiento- Ahí esta.-
-¿Qué es esto?- Se puso frente para poder ver, al mirar sobre el pequeño vidrio se veía la Tierra, apuntando a un diminuto e imperceptible punto que resplandecía de un color extraño que jamás habíamos visto- ¿Cómo?...-
-No sé que es, nunca lo había visto- Lo empuje para ver nuevamente el punto brillante- Y solo puedo verlo a través de este telescopio, en el cielo de esta pareja que murió hace años…-
-¿Acaso no te das cuenta?... –Michael estaba paralizado.
-¿Qué ocurre?-
-Tengo que ir a contarle esto a papa…- Desapareció dejando detrás un sonido de aleteo que se perdió para volver a la calma del campo.
En otro lugar del cielo…
-¡La encontré!- Llego Michael gritando eufórico, a las afueras de un palacio con grandes rejas doradas- ¡La daga, por fin después de años… todo gracias a mi!
Las rejas se abrieron con un sonido agudo de un chirrido, al parecer hace milenios que no eran abiertas.
-¿Tu la encontraste?- Dijo una voz gruesa que provenía de adentro
- No precisamente, William la encontró… - La voz le interrumpió
-¿Acaso te has atrevido a mentirme?
- Padre, el te ha mentido por años, se dedica a hacer tareas de Ángeles a tus espaldas, duda de ti y tus ordenes…
- ¡Suficiente! Vuelve a lo tuyo, desde ahora yo me encargare Michael
- Si señor… - Se fue frustrado.

Unos días después…
Narra Arcángel William
Por muchos días no hable con nadie de lo sucedido, no me moví de ese lugar desde el incidente con Michael, bueno, parece que nadie lo noto. Investigue mas y me di cuenta de que mi misterioso descubrimiento, era una chica.
No sé nada de ella, no se su nombre, su edad, menos sé porque su alma brilla entre las demás. Siempre está con un chico un poco más alto que ella, al parecer se acaban de cambiar a un departamento rentado. No entiendo muy bien la vida de los humanos, pero me gusta vigilarla, siento que la protejo. Me gusta ver cuando sonríe, y verle dormir.
Un doloroso ruido irrumpió la paz en mi escondite, el árbol de hojas rosadas empezó a temblar, el ruido crecía cada vez más agudo, solo en mi cabeza ya que la pareja en la mecedora dueña de este cielo, no advirtió nada, no se dio cuenta de que algo malo ocurría, solo yo lo sabía.
Después de un rato de agonía por el sonido, algunos Ángeles guardianes aparecieron dejando el conocido sonido que producen nuestras alas. Me tomaron bruscamente y me llevaron a un lugar que en realidad ya conocía bastante bien.
-Qué bueno que te encontraron, William– Aparecimos frente a Dios, solo yo podía verlo, los demás Ángeles se esfumaron cuando él hizo un clic con los dedos.
- ¿Por qué me trajiste aquí?
- Has encontrado el objeto más preciado del cielo…
- No entiendo, si hablas de lo que vio Michael es solo una mortal… - Me interrumpió
- No es solo una mortal, es la protectora de la daga-
- ¿La… daga? – Pregunte algo avergonzado por no entender muy bien.-
- La que abre la jaula de Lucifer, si esta se abre se desata el final de la tierra como la conocemos y… Lucifer tomaría el completo control sobre ella…-
- No creo… ¿ella? – Recordé la inocente apariencia de la chica, yo acaba de conducirla a su muerte por solo encontrarla.
- Es ella, su nombre es Elizabeth Armstrong, vive en New York, sus padres murieron hace años en un accidente automovilístico, son los dueños del Paraíso donde has encontrado la daga…-
- Podemos recuperar la daga, ella no tiene que salir lastimada... ¿o sí?-
- ¡Ella morirá!-
- No tiene que morir, no es necesario…-
- Esta escrito, no tienes porque cuestionarlo, la daga debe ser destruida y con ella su portadora para liberar a la Tierra de una guerra entre el cielo y el infierno.-
- Padre, es una chica inocente… la he estado observando, al parecer ni siquiera sabe que es la portadora.- No puedo permitir que le hagan daño, ¿cómo podría alguien como ella dejar de sonreír tan dulcemente por mi culpa?
- Eso no es asunto tuyo, ahora tienes que revelar la ubicación, solo tú la conoces… ¿cierto?-
- Yo… - Sabia lo que iba a ocurrir si no le decía, y de alguna manera u otra, la encontraran y la destruirán.
-¡Habla!...- Grito, nunca he entendido las leyes del cielo, pero así tenga que morir no lo haré.
- No. Prefiero ser desterrado, no le harán nada porque yo mismo la protegeré.-
- Te estás condenando- Hablo bajo a la vez que suspiraba, luego me miro y toda la furia del  universo se puso en sus ojos- Estas dejando que una mortal domine tus emociones… tu nunca fuiste como tus hermanos… ¡Siempre supe que estabas maldito!-
Las sombras demoniacas empezaron a arremolinarse sobre mi cabeza, mi destino estaba sellado.
-Yo mismo destruiré la daga, pero no dejare que asesinen a Elizabeth… así tenga que caer al igual que Lucifer-
- Bien… tengo algo mejor para ti.-
- La protegeré con mis alas, con mi corazón, no podrán hacerle daño…
- ¡Quedas desterrado y confinado a vagar por la Tierra! Encontraremos la daga y a Elizabeth, no podrás detenerlo, ahora eres solo un Ángel caído.-
Sentí que me arrancaban el corazón, mis alas, mi gracia, las sombras se pusieron sobre mí y todo se volvió negro… luego desperté y ya no había nada.
En las tinieblas del infierno…
Un demonio de nombre Thomas, caminaba por un largo túnel ardiendo, esquivando almas pérdidas y agonizantes que buscan su destino, les empuja con desprecio ya que para él son solo basura, continúa caminando. Cuerpos putrefactos, alimento de demonios que se arrastran, para El Rey del Inferno… son esclavos, demonios que torturan humanos en sus frágiles cuerpos, los demonios se encargan de desgarrarlos por dentro hasta no quedar nada y ganar un alma para el inferno. Pero ¿Quién es el encargado de portar los demonios al cuerpo de los humanos y poseerse de ellos? Thomas, el es la respuesta, el príncipe de las tinieblas, el hijo de Lucifer. ¿Su diversión?, llevar demonios a la tierra, torturar a las personas con sus peores pesadillas…
Lleva a un Ángel atado a una cadena hirviéndose, que apenas se arrastra detrás de Tom, la cadena le quema pero guarda silencio. Sabe que su tortura terminara pronto.
Thomas se detiene frente a una habitación de torturas, cerrada por una puerta de metal, la toca y esta se abre, entra y se acerca a una jaula protegida por un candado de oro grabado con el nombre “Lucifer”. Se acerca y le dice…
-Encontramos la daga- Thomas se acerca y roza los barrotes- Padre…-
- Bien hecho- Unos gemidos y gritos se escuchan desde la oscuridad en la jaula, como si hubieran muchas almas sufriendo dentro, pero la tétrica voz de Lucifer suena aun más fuerte y tenebrosa.- ¿Cómo lo lograste, Thomas?-
-Tengo informantes- Jalo de la cadena que sostenía al Ángel, el se retorció de dolor- El angelito aquí es más débil de lo que creíamos… no soporto mis juegos y hablo todo lo que sabía de la portadora – Rio malévolamente.
- Tráemelo…-
Thomas jalo y arrojo al Ángel que paso como energía diluida por entremedio de los barrotes, se estremeció de dolor, y a los segundos  Lucifer ya lo había desaparecido.
-Traeré la daga para ti padre.-Dijo Thomas- Su nombre es Elizabeth…-
- Que sea pronto, tendrás tu recompensa hijo…- La voz fue difuminándose.
- El rey de las tinieblas caminara libre sobre la Tierra, solo confía en mí, padre.-
Thomas se dio la vuelta y desapareció entre las llamas del infierno.

En la Tierra…
Narra Arcángel William
Desperté en una calle rodeada de personas que parecían no verme, una luz cegaba mis ojos y la cabeza me daba mil vueltas… ¿El sol? Me levante con dificultad y me di cuenta de que pesaba mucho más que antes... ¿tenía un cuerpo humano? Era un chico alto, delgado, blanco y de cabello negro, ojos color ámbar, algo delineado en color negro, tenía una chaqueta negra, y unos ajustados pantalones negros también.
 De verdad había caído, intente recordar lo sucedido, fui desterrado y despojado de mis alas y mis poderes, o eso creía hasta que tuve una sensación extraña en la espalda, me mire bajo la ropa que me incomodaba algo, y había un par de alas tatuadas en color oscuro, que pertenecían a mi cuerpo de mortal.


Estaba confundido con mis poderes y con todo lo demás, intente volar lejos de la multitud y mis alas se empezaron a desprender, ¿no las perdí? Aun estaban ahí, no perdí ni mis alas ni mis poderes de Arcángel, pero me costaba trabajo controlarlos. Una pequeña niña me miraba algo asustada, yo solo le sonreí, siempre quise hacerlo.
-Disculpa…- Me hablo una señora ignorando por completo mis alas, al parecer nadie más que yo podía verlas.- ¿Sabes cómo llegar a Central Park?
- ¿Ah?…- Me puse nervioso, algo venia.- ¿Disculpe?-
-Veras, vengo de Canadá y no se ubicar…- Continuo hablando pero no le escuche, el cielo se empezó a oscurecer de nubes.
- ¿Hace un rato había sol?- Le pregunte asustado, quizás ya encontraron la daga, ya es tarde para proteger a Elizabeth…
- Si, que extraño ¿no?- Me miro preocupada.- Chico, ¿estás bien? Te vez algo pálido- Toco mi frente y me sobresalte por su tacto… era muy caliente.
- Sí, estoy bien...-
Algo frio empezó a caer de la atmosfera, algo muy frio como hielo, intente tocarlo pero se derretía entre mis manos.
-¡Parece que nieva!- Dijo la señora.- Bueno debo irme, gracias… ¿Cuál es tu nombre?-
- ¿Mi… mi nombre?... Soy Will… Bill. – ¿Nieve? - Mi nombre es Bill.
-Soy Jenna, bueno adiós Bill, cuídate ¿sí? Y abrígate parece que viene un temporal.- Se volteo riendo y se fue, dejándome aun mas confundido en este extraño mundo nuevo.
Ahora solo se que debo encontrar a Elizabeth… me fui volando de ahí cuanto antes, debo protegerla,  de que el Cielo la encuentre, o peor… el infierno.



Holaaaaaaaaaaaaaa!! Bienvenidas nuevas lectoras!, espereamos no defraudarlas con estan ueva fics que comienza, bueno a mi me encanto el capi, Bill es angel caido u_u bueno...
Gracias a Raii, Valedropdead, Eva "dArk butErfly" por recomendar!! encerio gracias :')
Y gracias por comentar, sus opiniones son importantes para el fic, y asi saber si les gusta

Nos despedimos Atte C&K

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