Narra John
Acabábamos de
salir del psiquiátrico donde perdí a Clarisse para siempre, en los últimos
momentos en que se consumió por el fuego, mis ojos se volvieron negros, me di
cuenta de que su rostro, su piel, su cabello, todo se había marchitado, pero
siempre conservo su belleza.
Yo solo
observe como Liz le devolvió la libertad y la paz, pero en sus ojos nunca
desapareció el rencor y el odio, al mirarme, separados, como era nuestro
destino, por mi naturaleza oscura y la suya celestial, hasta que murió esta vez
para siempre.
Bill y Liz
tomaron su camino juntos, volví a mi hogar, solo estreche con un poco de
resentimiento el expediente médico de Clarisse entre mis manos, comencé a
releerlo…
Clarisse Lindberg… edad indefinida…
esquizofrenia paciente peligrosa…
De pronto
sentí que el piso empezó a temblar. Mire afuera las personas caminaban
tranquilamente, al parecer nadie más podía notarlo. La cerámica de no dejaba de
temblar hasta que se resquebrajo y en ella se abrió un agujero profundo, solo
se veía oscuridad de él.
Emergieron
voces, gritos y susurros. Alguien que tenía un mensaje para mí.
-John Hell… así
que finalmente has recordado quien eres, maldito traicionero.
-Lucifer…
padre…- Vinieron a mí los recuerdos del infierno, yo solía ser el más leal de
sus sirvientes.
-Te doy la
oportunidad de regresarte, necesito demonios como tú, inteligentes, fríos…
quiero que seas mi mano derecha otra vez, ya que no tienes nada que hacer en la
tierra.
- ¿Y Thomas…?
- Thomas es
una niñita llorona, me traiciono al igual que tu. Pero te daré otra oportunidad
si haces algo por mi… ¿Que dices?
-¿Que tengo
que hacer…?
-Tráeme a
Elizabeth Armstrong
-No…- Dude-
¿Cómo se supone que haga eso?
-Ella confía
en ti
-No, ya no,
ahora que sabe que soy un demonio y que separe a los gemelos…
-Sera fácil…
te diré lo que tienes que hacer si aceptas trabajar para mí, luego puedo darte
lo que quieras…
Me quede
pensativo, la oscuridad presente en mi alma es imposible de reprimir, no puedo
pretender algo que no soy… y si acepto, Lucifer quizás pueda devolverme e a
Clarisse…
-Acepto…
-Sabia que
ibas a caer-Rio- Ya verás las recompensas, no te pido la daga, quiero a
Elizabeth Armstrong, yo me encargare de lo demás- Su voz resonó hasta parecía
que la pintura en las paredes de desprendía.
-No sé si lo
logre, William siempre esta protegiéndola, me di cuenta de eso cuando estábamos
en el psiquiátrico…
-Por eso debes
asesinarlo
Mi voz tembló-
Es mi hijo…
-Ya no lo es y
lo sabes
-Pero es un
ángel, no podemos matarlo- Dije
-Hay formas…
confía en mí, con el aquí, Liz nunca despertara su lado demoniaco, porque está
enamorada…
-Lo está, y no
puedes destruir eso
-Veras mi
querido John, al contrario de lo que las personas piensan, yo sé mucho sobre el
amor…
-Tú no sabes
nada… ninguno de nosotros lo sabe…- Dije recordando a Clarisse
-Sé lo único
que hay que saber sobre él, es una distracción, y como distracción hay que
eliminarlo…
Guarde
silencio, meditando… no sería capaz de asesinar a mi propio hijo, pero es
cierto lo que dice. El amor es solo una distracción, y aunque tenga que manchar
mis manos con sangre recuperare mi lugar en el infierno.
Narra Liz
Escuche un grito desgarrador de una mujer y el
sonido del agua contra el suelo, un hilo de sangre llego al final del pasillo…
-Elizabeth… Jimmy está perdiendo el control de
su lado demoniaco…- Susurro Bill
Los pasos se estaban acercando a nosotros…
-Pequeña Lizy… Sé que eres tu…
-Jimmy… ¿Dónde estás?- Abrí el cerrojo hacia
el departamento pero al entrar no había nadie.
-Shh… esta aun aquí…- Dijo Bill, había un olor
metálico en el aire, apreté con fuerza la mano de Bill entrelazando nuestros
dedos, eso me dio fuerzas para no desmayarme. Estaba muy mareada.
-Lo sabia… tu y el angelito… juntos otra vez…-
Apareció Jimmy desde su habitación, tenía su ropa manchada de sangre, camisa y
pantalones, y en su cara había un rasguño como si su víctima hubiese intentado
resistirse.
-Jimmy… ¿qué… que… hiciste?- Mi voz temblaba y
todo mi cuerpo, entre a su habitación esperando encontrarme con un cadáver pero
no había nada, ni un rastro de sangre. Al volver Jimmy ya no estaba.
-Bill…- Me di cuenta de que aun apretaba su
mano, el sonrió de lado para que yo no lo viera y luego nos soltamos.- ¿Qué…
que le ocurre a Jimmy?
-No lo sé… Jimmy ya no es humano, ya no tiene
alma…
-Había mucha sangre…- Suspire- ¿Crees que haya
asesinado a alguien?
-Es probable, tiene mucho odio y no sabe cómo
sacarlo- Suspiro- ahora encontró la forma
-No...- De mis ojos resbalo una lagrima, Bill
me cobijo entre sus brazos y sus hermosas alas se desplegaron para mi,
cubriéndonos.- Me gusta estar así…
-Liz, mi pequeña, no podemos dejar que Jimmy
siga asesinando personas
-¿…Y que se supone que haga?
-Sé que es como tu hermano… pero no sabemos de
lo que es capaz- Puso sus manos sobre mi cuello, me invadió su calor aun bajo
la protección de sus alas- ¿Que ocurrirá si algún día ya no estoy ahí para
protegerte…?
-¿Quieres que lo… mate?
Bill guardo silencio por unos segundos- Creo
que es la única opción
-No…- Me solté de él y mientras temblaba, el
frio y las nauseas volvieron a mí.- No puedo…
-Tarde o temprano encontrara una razón para
hacerte daño…
-No puedo… ¿No lo ves? Es como mi hermano…
-Está bien…- Tomo mi mano- Es tu decisión.
-Sera mejor que te vayas… necesito estar sola…
-Si- Fijo su mirada en el suelo- Yo también
Entre el leve sonido de su aleteo ya no estaba
junto a mí. Fui a mi habitación necesitaba pensar. De pronto sentí sobre mi
regazo un pequeño ronroneo.
-¡Bandit!- Acaricie la cabecita del gato y
este se acerco a mi.- Al menos me quedas tu…
- Y yo…- Dijo una voz que me hiso sobresaltar.
-Tom… me asustaste…- Dije alejándome un poco.
Bandit salto de mis brazos hasta el.
-Lo siento por venir… te extrañe demasiado-
Dijo mientras tomaba a Bandit en brazos- Creo que le agrado…
-¿Dónde estuviste?
-Por ahí… pensando…- Se acerco a mí, sus ojos buscaban los míos- En
ti…
-No hagas eso Tom…
-¿Qué cosa?
-Eso…- Dije, mi mirada se encontró con la
suya- Provocarme… sabes que soy débil y por eso me buscas…
-No, todo lo que busco es que me quieras…
Sentí el choque contra la pared, Tom me
acorralo con ambas manos a esta sin quitarme la mirada, mi corazón latía
rápido, el consiguió lo que quería… tenerme a sus pies otra vez.
Tomo mi mentón haciendo que mis labios se
acercaran a los suyos pero solo rosándolos- ¿Algún día me querrás como yo a ti?
-Ni siquiera estoy segura de eso- Baje la
mirada al suelo intentando escapar- Mira lo que me hiciste…
Tom me miro culpable mientras subía
ligeramente mi camiseta, en mi cintura aun se conservaban las quemaduras cuando
descubrió que Bill y yo…
-Perdóname… perdóname, perdóname- Me quede
helada, parecía que de sus ojos descendían lagrimas. Puso una mano suavemente
sobre mi cintura y esta se curó.- ¿Ven conmigo si?
-Está bien…
Soy tan débil, se que después me arrepentiré
de caer una vez más, pero Tom tiene algo a lo que no me puedo negar. Tomo mi
mano con una sonrisa y bajamos hasta su auto, subí en silencio sin siquiera
pensar a donde me llevaría, sin pensar en que era casi medianoche.
Pasamos por muchas calles desconocidas, hasta
que divise un parque de diversiones, luces, niños corriendo, algodón de azúcar,
juegos y una rueda de la fortuna, esto no se parecía al estilo de Tom.
-¿Tom que hacemos aquí?- Le pregunte, mientras
me tendía una mano para ayudarme a bajar de su audi.
-Tenemos asuntos que terminar
-¿Qué?
-Pequeñas molestias- Entrelazo mi mano con la
suya acariciando mi muñeca, eso me provoco un escalofrió, sin darme cuenta ya
estábamos dentro, no pude pensar más allá de sus calidez contra la mía.
-Lo estás haciendo otra vez…
-¿Qué cosa?
-Hacerme caer…- Dije para mí misma pero él lo oyó
ya que sonrió, su sonrisa era similar a la de su hermano, pero en la de Bill
había inocencia.
-¿Vamos a la rueda de la fortuna?- dijo
-Antes quiero saber los asuntos que terminar…
Ya no había tiempo, Tom en un segundo había
comprado dos entradas, y estábamos frente a la rueda de la fortuna se veía
mucha más grande.
-Tom… olvide mencionar que le tengo miedo a
las alturas…
-Estoy contigo… no te ocurrirá nada- Dijo
tiernamente mientras me pasaba un gigantesco algodón de azúcar.
Respire hondamente y subimos, de a poco empezó
a girar hasta alcanzar altura, repentinamente se detuvo y no pude evitar lanzar
un pequeño grito y aferrarme con fuerza a Tom.
-Tranquila Lizy- Dijo riendo mientras me
abrazaba- Es normal, se detiene por unos minutos…
-Quiero bajar- Levante con miedo la vista y me
di cuenta que desde esa altura se veía la luna como si estuviera más cerca.
-¿Estás bien?
-Si…me rindo- Apoye mi cabeza en su hombro,
Tom me tiene, aunque trate de odiarlo mi lado oscuro no me deja. Siempre
termino rendida.
Busque con nervios sus labios para besarlos,
subiendo por su cuello, note que su respiración estaba agitada al igual que la mía.
Tom cerró los ojos esperando, sentí la suavidad de sus labios, su aroma
inundando el aire, solo un roce... y luego vino una explosión.
Me separe rápidamente mirando a todos lados
pero solo veía oscuridad, solo la luna iluminaba la feria.
-¿Qué… que paso?- Dije aun aferrada a Tom, la
rueda no se movía.
-Todos los focos explotaron, creo que hubo un
corte- Oí la voz de Tom, sin embargo no distinguía muy bien su rostro. Empecé a
oír gritos de mujeres, de niños, entre los labios de Tom se formaba una sonrisa
maliciosa, levanto la vista al cielo como burlándose de alguien ahí arriba… distinguí
que sus ojos estaban completamente negros.
Solo quería bajar de ahí y saber que ocurría
abajo, estaba todo demasiado oscuro siquiera para distinguir de donde provenían
los gritos. Se me paso por la mente de que Tom estaba tras de esto.
Finalmente la rueda empezó a moverse sacándome
de mis pensamientos, mi mano temblaba entre la de Tom y este la apretó con más
fuerza. Aun no regresaba la luz.
-¿Qué ocurrió?- Le pregunto Tom sínicamente al
encargado de la rueda, abajo todo era un caos, cada vez habían mas gritos,
personas corriendo de un lado a otro, de pronto empezó a llegar la policía,
ambulancias…
-Encontraron el cuerpo de cinco mujeres,
degolladas. Después hubo un colapso con la electricidad…
No oí mas, Tom me miro extrañado pero a la vez
sabía en lo que yo pensaba… Jimmy… Solté de golpe su mano y corrí a buscarlo,
mientras estuviera aquí.
No veía nada, pero sentía que había madres
gritando por sus hijos, la policía interrogando personas, paramédicos
preguntándome si me encontraba bien.
Cada vez se encontraban más cadáveres ya no solo de mujeres, todos
degollados.
De pronto alguien cubrió mi boca y me empujo
detrás de un contenedor…
-Shhh… Liz- Me soltó, ahora estábamos frente a
frente.
-Jimmy… - Mire su rostro cubierto de sangre,
sus ojos negros, mirándome con tanto amor… me recorrió un escalofrió, un nudo
en mi garganta…- ¿Qué hiciste… hermanito?
-Lo hice por ti… Liz te amo…- Me dijo con
lágrimas en los ojos.
-No puedes seguir haciendo esto Jimmy… no por
mí…- Acaricie su rostro, de mis ojos caían mas lagrimas.
-No puedo pararlo…
-Jimmy… yo te hice esto, es mi culpa…
-Por eso debes detenerlo…- Dijo la voz de Tom
detrás de nosotros.- Sabes lo que tienes que hacer.
Me tendió un cuchillo de plata, tenia grabados
en latín. Sabía que Tom tenía algo que ver, lo tome temblando, de mis ojos no
paraban de caer las lágrimas.
-No puedo… ¿Por qué no puede volver a ser como
era…?
- Hazlo Liz…- Dijo Jimmy, lo mire sorprendida
y asustada, ese cuchillo terminaría con su vida- No puedo vivir sabiendo que
eres feliz con alguien más, sabiendo que no me amas… prefiero morir o esto
nunca se detendrá.
-No…
-Por favor… estoy perdiendo el control…
-Jimmy no puedo…
-No quiero hacerte daño… Por favor…
Respire profundamente, tome su mano, por mi
mente empezaron a pasar todos los momentos que vivimos juntos, nuestra
infancia… Enterré el cuchillo en su pecho, no pareció dolerle más que a mí,
parecía que ya no teníamos lagrimas en los ojos, seguí pensando en todas las
veces que cuido de mi, todas nuestras travesuras, las veces que me defendió en
el orfanato, toda una vida juntos… todos los recuerdos felices… nunca quito sus
ojos de los míos, la herida en su pecho se ilumino por unos segundos y supe que
había acabado.
-Una molestia menos…- Dijo Tom fríamente. Yo
estaba congelada mirando el cuerpo de Jimmy, de a poco empezó a consumirse en
una luz que emergió desde la oscuridad atraída por sombras.
Tom tomo mi mano y me condujo hasta su auto,
en silencio. Casi no podía respirar… me deje caer en el asiento mientras Tom
conducía… todo lo que pasaba por mi mente… era que Jimmy fue una víctima… fue
una pieza condenada a caer.
Hi girls! este capi esta triste me salio una lagrima, pero esta genial *-* , es que me gustaba Jimmy u_u pero que le vamos hacer... Gracias por comentar
Adriana: nos encantan los comentarios largos, pues nos ayudan a saber que les parece la temática de la fic, saber si les gustan los personajes y si van entendiendo la fic, si tienen dudas pregunten!! :D
A esas lectoras fantasmas que igual leen un saludin desde la distancia
Me voy a demorar aviso altiro! nos dieron un trabajo de historia de los mil demonios ¬¬, les confieso algo? no mejor no, me lo guardare para la segunda temporada wua jajajaja (6) sufran
No se olviden que las qeremos y muchas gracias por comentar encerio *-* un comentario es parte de nuestra inspiracion...
Saluda Atte
Alex
E.A
Ohh pobre Jimmy u_u pero en parte era cierto, desesperaba un poco su situación! :( Omg John sería capaz de asesinar a Bill D: espero y no ! Aunque me dejaste intrigada con lo que ibas a confesar amo su fic xD haha bye cuidense!
ResponderEliminarAtt: *Dargee*