viernes, 4 de mayo de 2012

Capítulo 25 “No te daré la espalda”


Narra Elizabeth
Habíamos llegado, aun podía sentir la presencia de Bill, pero más me ganaba el miedo por ese hospital, bajamos del auto, mire a John y este tenía la mirada perdida observando cada ventana del edificio, como si descifrara algo…

-Vamos…- le dije, sacándolo de sus pensamientos
-Vamos…- confirmo
Caminamos rápido, el día estaba nublado, con una brisa helada, al llegar a la puerta estaba con llave, John le dio una patada y esta abrió, por el fuerte golpe paso una rata de extremo a extremo. El olor a humedad y encierro nos inundó.
-No te separes Elizabeth… Aquí algo anda mal
Como si no lo escuchara cada cosa llamaba mi atención, las paredes descascarándose a cada segundo por la humedad, unas gotas de unas cañerías viejas… Caminamos por el largo pasillo donde era la recepción del hospital, llegamos a unas puertas que parecían el comedor…

Era el comedor donde daban de comer a los enfermos, estaba todo… las bandejas, los vasos, tenía buena claridad, solo que estaba lleno de puertas por todas partes, pasillos y escaleras… Era un lugar perfecto para perderse… Un escalofrió recorrió mi espalda al ver una camisa de fuerza colgada en una puerta…
-Elizabeth…- Escuche la voz de John
-Ss..i…Si
-Vamos… Tenemos que terminar antes de que se oscurezca…
-Claro- Le respondí
Comenzamos a caminar por los pasillos del primer piso… Nos encontramos con otra habitación llena de camas viejas y desarmadas, me daba miedo entrar ahí asique pasamos rápido…

-¿Por qué… Este lugar es tan grande…? -pregunte
-Este lugar fue construido dos veces, la primera vez fue quemado nadie sabe él porque, ni lo que lo provoco… El dueño lo vendió y lo construyeron en un hospital psiquiátrico, pero no traían a cualquiera…
-¿Cómo?
-Aquí traían a los más peligrosos, personas esquizofrénicas que atacaban a personas… Que por causa de la enfermedad… Eran asesinos… Los encerraban en habitaciones sin ventanas y cerradas por fuera hasta el fin de sus días
-Encerrados de por vida…- Dije en un susurro…
De repente John no estaba a mi lado se me había perdido, me encontraba sola en el pasillo, el miedo invadió mi cuerpo…
-¡John! –Grite el eco repercutió en el fondo del oscuro pasillo… John… John… John- No es gracioso… ¿Profe?...
Entre en una puerta… No tenía ventanas las paredes estaban con cerámicas… Había una camilla metálica… La puerta se cerró, di un brinco de susto… Observe más de cerca la habitación… Mis piernas comenzaron a temblar, y mis manos sudaban frio, en las mesas había implementos de tortura... Cuchillos, taladros, correas en las extremidades de la camilla, en el piso habían gotas de sangre…
Camine hacia atrás, y choque con otra camilla o eso pensé que era


Mi mano choco contra el metal y unas imágenes vinieron a mi mente…
Se escuchaban gritos de la camilla, la agitación constante de las extremidades contra el metal, la desesperación pro zafarse de las correas, escuche la voz de dos personas, eran doctores, mejor dicho carniceros…
-Tienes que portarte bien… Derek…- Le decía con voz suave mientras que, con un fierro caliente marcaba su brazo
-¡Aaaaaah!- gritaba el pobre chico, tenía unos 17 años- Se lo merecía, al igual que todos ustedes
-Jack, apresúrate, aún tenemos que hacerle la autopsia a estos otros cadáveres- mientras sacaba de esos cajones metálicos a un cadáver…
-Solo estoy divirtiéndome con el muchacho…  Nadie puede saber la verdadera razón de sus muertes…
-Son un misterio…- dijeron entre risas…
El grito final de Derek sello mi visión, la sangre corrió por la camilla, ese hospital era símbolo de la injusticia hacia pacientes condenados por su enfermedad, crueldad y frialdad eran palabras cortas dentro de lo que ocurría…
-¡¡¡Nooooooooo!!!- mi cuerpo comenzó a tensarse retrocedí y choque con alguien- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!
-Ssshh… Tranquila pequeña… Estoy aquí…- Sus brazos me rodearon, me desvanecí entre sus brazos, mientras mis lágrimas caían por mis mejillas, Bill, mi ángel de la guarda, siempre aparecía, en el lugar perfecto, podía ser esa habitación la peor de todas, pero estando el me sentía protegida y segura
-Bill…- Su mano acariciaba mi cabeza, mientras depositaba un beso en mi frente…- ¿Qué haces aquí…?- le susurre entre sollozos
-Te dije que iba a estar cuidándote…- dijo entre suspiros, su aura violeta alumbraba la habitación- Te sacare de aquí
No sé como pero ya estábamos de vuelta en el pasillo, cerrando la puerta de otro capítulo de ese hospital
-Bill…- Susurre- Viniste…
-Siempre Elizabeth siempre…- Sus labios a pocos centímetros de los míos, cada vez su respiración más cerca hasta que 
-Elizabeth…- La voz de John Hell- William ¿Qué haces aquí?
-Digamos que rescatando a alguien perdido…-miro de reojo a John
-No tenemos tiempo que perder… Tenemos que salir de aquí antes de que oscurezca…
-¿Dónde estabas John?- le dije, el solo volteo le dio una calada a su cigarrillo y dijo
-Por ahí
Emprendimos caminata al resto del edificio ¿Dónde había estado John? Que había descubierto, los pasillos eran interminables, pasamos por el sector de los baños, un lugar donde el agua negra parecía sangre, donde la humedad se había comido la madera, donde el olor a humedad entraba por nuestras fosas nasales, odiaba este lugar y quería salir rápido…
Subimos las escaleras, algunos peldaños no eran seguros, Bill paso primero, y nos iba indicando donde pisar…
-Que noble de tu parte angelito…- dijo John en tono de ironía
-Cállate…  -Los escalones tenían cenizas de papeles quemados parecían documentos, el viento se hiso más fuerte fuera del edificio, llegamos al segundo piso, algo en mi me decía que debíamos llegar hasta arriba…
-Tenemos que seguir…- dije, de repente sentí un susurro, una voz dulce y a la vez cansada
-"Puerta 504”
-Dios…-dije, comencé a correr en dirección donde esa voz me guiara…
-¡Elizabeth! –La voz de John- ¡No!
-¡Lizy!- Los pasos de Bill se seguían…
Llegué al tercer piso donde había unas infinidades de puertas abiertas, donde contenía a pacientes, pase corriendo tratando de no escuchar las voces de sufrimiento, eran fantasmas perdidos en el limbo, buscando la luz, cada que corría perdía más energía, algo la estaba absorbiendo…



Volví a encontrarme con otra escalera, debía llegar al quinto piso, escalón tras escalón el aire me faltaba, el sol se escondía, el tiempo contaba en mi contra.
Llegue al quinto piso, todo estaba oscuro el miedo se apodero de mí, pero debía ser valiente la voz provenía de la puerta… donde un cartel sostenía “Zona de Esquizofrénicos”, mi mano se posó en la manilla de la puerta, estaba girándola una gota de sudor frio recorrió mi frente…
-Eres rápida…- Escuche la voz de Bill- NO hagas nunca más eso… Este lugar es peligroso para ti…
-Tengo que entrar… Bill
-Está bien pero yo iré atrás… No te dejare sola
Abrí la puerta despacio, y esta al instante por una fuerza extraña se abrió completamente, un escalofrió recorrió mi espalda nuevamente… Gritos…
-Libérenme…
-Soy inocente…
-Todos morirán…
-Los matare a todos… Uno por uno…
-Veré su sangre recorrer mis manos…
-¡Basta!- Las voces cesaron
-Elizabeth… Tranquila… Solo son recuerdos…
-Si… Solo… Recuerdos…- Avance unos pasos más y vi lo mismo que en mi sueño



-Bill… Corre…
-¿Qué?
No hubo tiempo de explicar, corrí por cada puerta 500… 501… 502… 503… Todas abiertas menos una
-504… Cerrada- El candado estaba por fuera, la mire por la ventanilla todo estaba oscuro dentro, pero vi que algo se movió
-¿Qué ves?- dijo Bill
-Clarisse…-Susurro John- Debemos abrirla…
Saco un fierro de una tubería y comenzó a hacer palanca con el candado, este al estar muy viejo ceso, y estallo en pedacitos… Abrí la puerta despacio y lo que vi no tenia nombre
Ahí estaba Clarisse, delgada demacrada, su pelo desteñido con los años, sus ojos perdidos en la esperanza… Sus uñas destrozadas, contando los días, meses, años, siglos… Esperando…
-Elizabeth…- Su voz era un susurro- eh esperado años por ti… Acércate… No tengas miedo, las apariencias engañan pequeña niña…
Me acerque a ella a paso lento, me agache para quedar a su altura, su cabello había perdido su tono negro azabache, su piel estaba marchita… Tomo mi mano y me miro a los ojos…
“¡Sáquenme de aquiiiiiii!, gritaba, se daba vueltas en las cuatro paredes, los días fueron pasando y nada cambiaba, los tranquilizantes no le hacían nada, cada noche iban los enfermeros a inyectarse sedantes, dolorosos sedantes que la hacían dormir por horas, días... Su único pensamiento eran sus hijos, comenzó a contar los años y era en vano pues no pasaban sobre ella, el hospital psiquiátrico comenzó a perder pacientes de la nada, amanecían muertos, poco a poco fue quedando ninguno, dejándola encerrada para siempre, el problema fue su inmortalidad, al ser ángel desterrado conservó dicho poder, los siglos pasaron y aquel ángel se fue marchitando sin luz, amor, cuidados… Como una rosa”
-Clarissa…
-Me encontraste Elizabeth, y estoy eternamente agradecida, te queda mucho que descubrir y tanto porque sufrir…- Su fría mano acaricio mi mejilla- Nunca estarás, tienes mi bendición y mi protección…
-Estoy confundida Clarissa…
-Por mucho años vele por la salud de mis hijos, por su destino… escúchame William mi angelito es un niño indefenso dentro de un ángel condenado, su corazón es tan frágil lo heredo de mí, cuídalo si te lo entrega
Sus palabras, se apoderaban de mi corazón, una lagrima recorrió su mejilla, sus manos sostenían las mías, luego siguió
-Thomas… Mi niño travieso, ese pequeño diablillo, es ahora un hombre frio, que mantiene aislado su corazón en un bunker impenetrable, pequeña, cuando logres atravesar ese bunker encontraras su verdadero corazón
-Como sé que…
-¿Elegirás al correcto?- Sonrió- usa tu corazón Elizabeth… Él te guiara 
-Estoy confundida… Tengo miedo, de…
-La daga… -de debajo de la vieja cama, movió una cerámica, ahí dentro contenía una cajita, la abrió y dentro de ella había un cadena de plata, que contenía un ave- Esto te dará la primera pista…
-Gracias… -Acaricie su mejilla- Eres libre Clarisse Lindberg
-Gracias- Su cuerpo comenzó a brillar, luego se comenzó a desmoronar dando su verdadera forma, era hermosa, más de lo que recordaba, su cabello negro le rodeaba la cintura, su piel era blanca y sus ojos demostraban una paz infinita.
Bill entro a la habitación y al verla, él se sorprendió…
-Hijo mío, mira que grande estas…-Una lagrima resbalo por su mejilla, se acercó a Bill pero este se alejó, estaba confundido
-¿Hijo?...-Su labio comenzó a temblar
-William, John su… Tu padre…- Su miraba busco el suelo- Todo es mi culpa si hubiese tenido fuerza el día en que se los robaron…
-Pero…-dijo Bill, su mirada estaba perdida
-Es parte de la profecía Clarissa, no podías hacer nada – dijo John, sus ojos se conectaron con los de ella, llenos de rencor odio
-Es tu culpa…- Su alma comenzó a arder, de pronto, desde los pies hasta la cabeza, todo estallo en una gran luz, su alma era liberada de una prisión, cenizas comenzaron a caer por toda la habitación…
-Bill…-Me acerque a él, estaba de rodillas en el piso, su mirada fija en un punto de la habitación, pase mis brazos por su cintura y lo abrace, apoye mi cabeza en su hombro, parecía estar en shock- quiero que sepas, que también estoy contigo…
Observe cada rincón, la pintura caída en el piso, la cama oxidada, ¿Cómo había podido vivir tanto tiempo en la soledad? En estas condiciones, observe que en el techo tenia escrituras en latín, unos símbolos extraños, algún símbolo contra demonios
-Debemos irnos, se está anocheciendo… Y tu…- Sentí los brazos de Bill atraerme a él, sonreí – debes comer algo…
Sentía que el lugar estaba más libre, aun se podían escuchar gritos, las únicas testigos de tal tortura eran las paredes, dueñas deliberar la verdad, dueñas de liberar los gritos, en ellas queda la sangre derramada por los lunáticos…
                                                                            ***
Llegamos al departamento Bill y yo, nos fuimos caminando lentamente hasta llegar al pasillo de mi departamento… Sentí una mano en mi boca y la otra en mi cintura
-Elizabeth… Tranquila… Jimmy…-Podía sentir la tensión del cuerpo de Bill
Escuche un grito desgarrador de una mujer y el sonido del agua contra el suelo, un hilo de sangre llego al final del pasillo…
-Elizabeth… Jimmy está perdiendo el control de su lado demoniaco…- Susurro Bill
Los pasos se estaban acercando a nosotros…
-Pequeña Lizy… Sé que eres tu…

______________________________________________
Queridas Lectoras:

Hola, como las trata la vida? espero que bien, les dejo este capitulo escrito por Alex le quedo muy genial :B gracias por sus comentarios y a las lectoras fantasmita que no comentan xD tambien gracias por leer, nos tardamos poco en subir ya que esta semana no tuvimos muchas pruebas :D la proxima tampoco asi que creo que subiremos pronto :3  espero que este capitulo les haya dejado un poco mas claro respecto al pasado de los gemelos, luego se debelaran mas secretos secretosos

nos vemos! <3
Atte Katty 

E.A



1 comentario:

Gracias por comentar

Dark Music