Narra Elizabeth
-Madre… Es hora de ir a ver a Sam
Estaba profundamente dormida, estos han
sido días difíciles. Cam me despertó a las seis de la mañana, hora en que de
Tom no había rastros en la casa.
Han pasado dos días desde que Samantha esta
encarcelada, no podemos estar siempre con ella porque es demasiado arriesgado,
solo a esta hora podemos curarla de las torturas que Cam le otorga obedeciendo
a su padre, solo temo que halle un gusto en derramar sangre inocente.
Me pregunto cuanto tardara Bill…
-Vamos amor
Bese su frente, el me sonrió y me beso la
mejilla. Es tan dulce, un niño incapaz de convertirse en un monstruo, si
pudiera huir con él y alejarlo de esta vida de oscuridad que eventualmente lo
convertirá en la diabólica sombra de Lucifer y de su padre, no lo pensaría dos
veces.
Pase su capa sobre su cabeza, y mi capa
sobre la mía. Nadie debía saber a lo que íbamos. A punto de cruzar la puerta al
jardín de salida vi un par de alas, blancas dotadas de ese brillo hipnótico que
solo el poseía, Cam apretó mi mano con fuerza.
Bill.
Se acercó a nosotros con pasos lentos y
desconfiados, escondió sus alas lo que me saco del trance. Se veía triste, sus
ojos estaban marcados por los días de preocupación, de esfuerzos por entrar al
infierno, para un ángel es tarea casi imposible.
No puedo imaginar lo que es no saber dónde está
su propia hija.
-Donde la tienen.-Dijo con un hilo de voz,
a punto de romper en lágrimas sin embargo se mantenía fuerte.
Mire a Cam de reojo, confiaba en mi pequeño
y que mantendría el secreto.
-Sígueme – Susurre - Ya era hora de que
vinieras.
Narra Hope
Flashback
– Dos horas antes.
Bill
y yo decidimos ir por Samantha, después de un largo camino para entrar al
infierno por fin estamos frente a la mansión Kaulitz- Armstrong, donde la
tienen.
Algunos
ángeles soldados vinieron con nosotros, su misión es protegernos mientras
recuperamos a Sammy. Los altos mandos
del cielo interfirieron para permitir la búsqueda de nuestra hija no importan
los riesgos.
Por
mi parte siento que me han robado una parte de mi alma, Bill está peor, planea
una venganza que no tiene precedentes… la verdad yo también lo deseo.
-Iré
solo
-¿Qué?
No puedes ir solo te mataran…
-Me
sirve más si te quedas cuidando, además, quiero enfrentar a Tom yo solo.-Dijo,
había frialdad en su mirada.
El
miedo subió por mi columna, solté su mano, tenía que dejarlo ir, el estaba
perdido, solo quería ver la sangre de su hermano correr… Bese sus labios.
-Mi
amor… recupera a nuestra pequeña.
El
asintió y emprendió vuelo. Las lágrimas habían cesado de mis ojos, confiaba en
que Bill recuperaría a nuestra hija.
De
pronto entre los árboles, vi una sombra moverse con rapidez, luego desapareció
y todo fue calma, hasta sentir el helado filo de una navaja sobre mi garganta.
-Tom
-Hope.-Sonrió
torcidamente.- Te estaba esperando.
Fin
Flashback
Narra
Elizabeth
Entramos a la prisión, todo el camino fue
incomodo, miradas, y silencios. Acercaba a Cam a mi lado temiendo que Bill
tomara represarías, pero él no podría hacerle daño a un niño, él no tiene odio
real en sí, es algo que simplemente se.
-Ahí esta al final del pasillo…-Le dije
rompiendo el silencio.
Bill volteo hacia mi, hacia una distancia
tan cercana que creí que iba a besarme, mi cuerpo entero tembló con deseo y a
la vez temor.
-Podría matarte a ti y a tu bastardo justo
ahora… por lo que le hicieron a mi hija…
Sentí las lágrimas subir por mis mejillas,
era lógico, el me culpa tanto como a Tom por el secuestro de su hija.
Sin embargo me arme de valor para decirle.
-No lo harás
-¿Cómo sabes?
-No eres tú, tu no podrías matarme, ni a mi
hijo.
-Eso es cierto, porque no soy como mi
hermano.
Se dirigió hasta la puerta de metal que lo
separaba de su hija. Bill estaba muy dolido, incluso tanto que su aura había
ensombrecido. Antes de abrir volteo y me dijo.
-Yo al contrario, te hare sufrir Elizabeth,
se dónde comenzar.-Miro a Cam, sabía que mi hijo era mi punto débil.- …Y se por
dónde terminar.
Tom.
-Bill…
De pronto sentí que Cam se soltó de mis
manos. Corrió a una velocidad sobrenatural hasta Bill y lo acorralo contra la
pared, sin siquiera tocarlo, solo con el poder de su mente.
-Déjala en paz
-Dame a mi hija
Cam abrió la puerta de la misma manera, sin
tocarla. Fui a él pero me frene al ver sus ojos negros por completo, no era mi
hijo, era el demonio que llevaba dentro.
-Puedes entrar, luego te iras y no volverás
a acercarte a este lugar.- Le dijo a Bill con una determinación que nunca había
visto.- Ni a mi madre.
En un segundo Bill llevaba a Samatha en
brazos, en sus ojos había ira, odio real. La pequeña estaba inconsciente y
sangraba mas que la primera vez, tenia moretones y heridas por las que fluia
sangre fresca… Mire a Cam con espanto.
-Madre…
-¿Qué hiciste Cam?
-Anoche mi padre me trajo aquí porque
estaba aburrido, nos divertimos con ella.- Sonrió, la misma sonrisa enfermiza
de Tom.
Al oír estas palabras el aura de Bill ensombreció
tanto que se volvió negra. Saco una espada de plata en dirección a mi hijo… una
espada de Arcángel, una de las pocas armas capaces de matar ángeles y demonios.
-Bill no!!- Le grite.
Cam sonrió aún más ancho.
-Es un niño Bill… está dominado por
Tom…-Mis palabras se enredaban, no podía con esto.- Él lo siente, Cam es un
niño inocente…
En un segundo la espada de plata estaba en
manos de Cam, sin acercarse a Bill, sin arrebatársela, Cam había descubierto su
poder mental.
Esta vez Cam apunto a Bill… dispuesto a
matarlo.
Un montón de recuerdos pasaron por mi
cabeza, Bill fue mi ángel de la guarda, él fue quien me protegió, él era
inocente, una víctima de Tom.
Dueño de un sentimiento demasiado fuerte en
mí, a pesar de los años, que no me dejaba quitarlo de mi mente, porque Bill era
mi parte humana.
La espada cada vez más cerca del corazón de
Bill, mi corazón latiendo rápido, el prometió que no me dejaría sola… yo no lo
dejaría morir.
Narra Tom
-Suéltame!!
-No te resistas, sabes que eso nunca
funciona.- Corte superficialmente su piel.
-¿También me secuestraras como lo hiciste
con mi hija?
-Oh no, tu no me sirves.- Le dije al oído
en susurros mientras ataba sus manos.- Solo quiero algo de ti.
-Dame a mi hija.- Hope me enfrento, seguía
tan bella como la recordaba, el cabello encrespado cayendo por su cintura, sus
ojos grandes y labios rojos, me dieron una idea.
-No has cambiado desde la última vez que
nos vimos- Corrí su cabello acariciándole el cuello, logre que se distrajera, solo quería una cosa de
ella.- ¿Recuerdas lo mucho que nos divertíamos?
-No te desvíes, hay ángeles por todas
partes Tom, no dudaran en matarte.
-¿Tus soldaditos?- Reí- Pfff, me deshice de
ellos en segundos, la verdad solo estaba interesado en dejarte a ti con vida…
por el momento.
-¿Qué quieres?
-Tú flecha
-¿Para qué?
-Es más interesante ambos guardamos
nuestros secretos.- La lleve hasta la mansión, como imagine ni Elizabeth ni Cam
estaban, esto solo lo haría más fácil.- Y por cierto, tu hija no está aquí.
-Bill fue por ella
-Ya lo se, y también sé que mi hijo y mi
esposa me traicionaron, pero ahora estoy contigo ¿no?- Abrí la puerta de mi
habitación y la arroje a la cama, ella estaba atada.- Dejemos los problemas un
rato y… divirtámonos.
-Hasta saber que mi hija está bien… no te daré
nada.
-No te he pedido nada.- Empecé a trazar un
camino de besos, me detuve en su oído.- No tengo que hacerlo, si quiero algo,
simplemente lo tomo.
-No soy tan fácil Tom.- Su respiración
agitada me decía lo contrario.
-Ambos sabemos que si lo eres.- Bese sus
labios con fiereza, por un momento.- No porque ahora seas una flamante madre y
esposa dejaras de ser una puta.
Como estaba atada no pudo hacer nada,
aunque quería, solo se dejó llevar por mis caricias y besos, sin embargo todo
llevaba a un fin.
-Bingo…
Bajo su fino vestido blanco sentí la
flecha, era muy poderosa para el objetivo de mi padre. Se la quite y tape su
boca para evitar que gritara.
-No quiero matarte Hope… me agradas.
Guarde la flecha dentro de mi chaqueta,
teniendo lo que quería solo debía deshacerme de ella.
Agarre sus manos atadas, aun sin liberar
sus labios, y la lleve hasta la cornisa de la ventana.
-No tienes sentimientos por nadie, igual
que yo…
Sonreí, y la arroje hacia el vacío.
-Disfruta la caída…
Narra Cam
Mis manos tenían firme la espada, estaba a
punto de matar al ángel, por primera vez no sentía nada de miedo, pero lo que
sucedió en cambio me aterro. Oía los gritos de mi madre rogándome que no lo
hiciera, pero era tarde, ella se puso por delante, sentí que corte su brazo,
sangraba.
Bill no tuvo ningún rasguño ya que ella lo protegió.
Pude matarla…
-Elizabeth… Estas bien?- Le pregunto Bill
sosteniéndola así ella no caería.
-Si, estaré bien fue solo un rasguño- Me
miro y vi que estaba llorando.
Perdí mi vista en el fondo del pasillo, con
vergüenza y la creciente culpa que me invadía. Sammy estaba agonizando
esperando por ser llevada en brazos de su padre a casa, a un lugar mejor. Ella
iba a morir si no era tratada pronto.
Luego Bill lanzo la capa de mi madre para
curar su brazo, era un corte profundo. Su ropa cayó junto a mí, estaba teñida
de rojo, hice que sangrara, hice que sintiera dolor, cuando yo sería quien la
cuidara siempre.
Mis ojos recuperaron su color natural,
junto con volver en mí, ver el desastre que cause, ver el daño que le hice a mi
madre sin darme cuenta.
-Soy un monstruo…
-No Cam…- Mi mama se acercó a mí, aun con
desconfianza, ella me temía, como le temía a papa.
Me aleje, las lágrimas empezaron a bajar
por mis mejillas, solo veía sus ojos tristes al ver en lo que se convirtió su
hijo, su pequeño.
-Cam... mi amor
Quería abrazarla y decirlo lo mucho que la
quería, que lo siento. Pero lo mejor era irme lejos, huir hacia donde no
pudiera hacerle daño.
Corrí hasta dejar la prisión atrás, los
gritos de mi madre se oían cada vez más lejanos, pero no deje de correr, hasta
perderme en el bosque donde no pudieran encontrarme.
Hello there:
Chicas, perdon por el retraso, espero que les guste este capitulo. Dejen sus opiniones.
Gracias por leer, y gracias a las que comentan aqui & en Alien World :3
PD: Feliz Navidad a todas las lectoras!(Y prospero año nuevo ._.)
Nos vemos ^^
Katty.-
E.A.