Narra Cam
Vi los ojos de mi madre, su corazón romperse. Ella estaba
tan hermosa y radiante como hace 15 años, pero ya no me reconocía, vino a mi su
aroma, y un leve recuerdo acaricio mi mente, ella cobijándome, mientras yo
lloraba en sus brazos, Tom, mi padre, me estaba gritando, pero ella estaba ahí
conmigo, protegiéndome de el y mis demonios.
Luego ese recuerdo se fue, ahora soy fuerte, poderoso,
indestructible.
Ya no soy un niño.
Transcurrió la cena familiar, yo permanecía en silencio,
siempre en mente mi propósito. Luego me dirigí a mi antigua habitación, que
ahora estaba decorada de manera distinta, los juguetes habían desaparecido.
Mi madre me detuvo en el camino.
-Cam…-De sus ojos brotaban lagrimas.
-Iba a descansar
-Estas tan grande
Se acerco lentamente a mi, con pasos temerosos.-Te extrañe
tanto…
Baje la mirada.
-Cada noche soñaba contigo, pensando en como estabas, tu
recuerdo me ah atormentado por años…
-Estuve bien, todos estos años-Reí- Estoy mejor que nunca
-Aun eres mi pequeño
Acaricio mi rostro pero yo quite su mano violentamente.
-No- Sonreí cínicamente- Ya no soy tu hijo Elizabeth, ni de
Thomas, así que deja de buscar en mi lo que dejaste ir hace años…
Cerré la puerta de mi habitación, mis palabras eran ciertas,
ella lloraba desde el otro lado de la puerta, mi sonrisa esta vez fue sincera.
***
Algunos días después
Narra Thomas
Cam tomo la posición de cosechador de almas, el es la
muerte, la sombra oscura en la tierra…
Durante todos estos años la tierra ah sido escasamente
repoblada por algunos humanos, sin embargo viven en miseria y desgracia,
alimentándose de lo que encuentran y siendo seducidos fácilmente por demonios,
ahora por mi hijo, quien les ofrece riqueza, para luego tomar sus almas y
arrastrarlas al infierno.
Elizabeth ah perdido su luz, casi no sale de su habitación.
Cam era lo que mas amaba, vivió por años alimentándose de la esperanza de
recuperarlo, y ahora el desapareció, es mas bien una versión mejorada de si
mismo.
Pero aun, una versión superior a mí, incluso a Lucifer.
Elizabeth estaba meciéndose en el antiguo columpio de Cam,
su pelo estaba muy largo, se movía al viento junto con su vestido dejando ver
su tersa piel.
Narra Liz
-¿En que piensas?
Me pregunto Thomas, sentí sus brazos rodeando mi cintura,
suspire largamente
-Tú lo sabes
-Déjalo ir mi vida, el ya no es nuestro pequeño, es un alma
perdida…
-No puedo…
Tom beso mi cuello, luego mis labios, el siempre me callaba
con un beso, todos estos años.
Todo lo que me ah quitado, me lo devuelve con caricias y
sexo, y yo como su esclava caigo una y otra vez, sin ganar nada.
-No puedo soportarlo Tom…-Ya no tenia mas lagrimas.
-No hables
El me levanto y enrede mis piernas a su alrededor.
Me hace débil, me hace perderme en su amor una y otra vez…
Nuestros besos se hicieron mas intensos, incluso violentos,
intente separarme de el, pero no me dejaba, nuestra relación era como una
constante batalla de poder, el era mi dueño y yo su propiedad, la parte de mi
que lo odiaba estaba superando, a la que lo amaba, y mas que amor era una obsesión.
En nuestra eterna lucha de pasión, el siempre era el rey.
-No… no puedo con esto…
Lo bese con fiereza, buscando perderme, una última vez…
Narra William
Caminaba por las
calles de los Ángeles junto a alguna desconocida, perdido en alcohol… Hace
algunos días corrían noticia de que el gran jinete había vuelto. De día armaba
ejércitos, entrenaba a Sam, cenaba con los altos mandos del cielo, soy la mano
derecha de Dios, un padre devoto, un guerrero, el mejor ángel del ejercito del
cielo, pero al final cuando cae la oscuridad estoy perdido… últimamente bajo a
la tierra, cuando Sam esta dormida, y frecuento bares clandestinos, en busca de
alguna prostituta, observando a mi alrededor lo que queda de la humanidad, cada vez mas
perdida, al igual que yo.
Era cínico, un mentiroso, una escoria… Amo a Sam más que a
nada pero eso no alivia el dolor, eh perdido todo, todos estos años, y no puedo
soportarlo…
Ese es el motivo de mis visitas, cada noche hay una pequeña
posibilidad de encontrarla, en algún lugar, en algún momento…
A Elizabeth.
En mis peores momentos su recuerdo viene a mi, pienso en
Hope, la veo todos los días en Sam, pero nada es tan fuerte como Elizabeth… y
no puedo soportar el pensar, que yo mismo la aleje…
Narra Sam
No podía dormir, papa no estaba en casa, y eran las 5 de la
mañana.
-Genial…-Dije sarcásticamente.
Corrían voces de que el jinete había sido liberado, Cam, el
motivo que ah alimentado mis deseos de venganza por años, puede estar en
cualquier lugar, puedo encontrarlo y atravesarle el corazón en un segundo.
Si solo mi padre me dejara salir de casa.
Yo sabia que el se iba, cada noche, era el único momento
donde no estaba controlándome así que fingía no saber que el estaba fuera
haciendo Dios sabe que cosas.
Cosas de arcángeles quizás.
Me levante y fui por un poco de leche, la flecha de mi madre
estaba colgada en la pared, brillando, era hermosa, la reliquia de nuestra
familia de la que mi padre nunca ah podido deshacerse.
No le gustaba que yo me acercara ella excepto en
entrenamientos, ni pensar en usarla con otros fines, pero siempre estaba ahí
tentándome de ser disparada en el corazón de algún demonio que se atreva a
pisar el cielo.
La tome, y corrí libre hacia fuera de casa, entre un vasto
bosque de arboles junto al patio, corrí sin rumbo alguno, hasta desplegar mis
alas, eran grandes, siempre creí que demasiado grandes y blancas. A veces no me
sentía tan pura e inocente como ellas lo eran.
Volé lejos, siguiendo el camino de siempre hasta la tierra,
en busca de alguna aventura.
Narra Cam
Caminar por desoladas calles cuando casi amanece, en busca
de un humano perdido, a quien pueda asesinar y tomar su alma, era una de mis
actividades favoritas desde mi regreso.
En un pasaje despoblado, sin vida, había una mujer,
esperando, distinguí sus pantalones y camisa blancos, ajustados, y luego vi un
par de alas tan blancas como la nieve, naciendo se la espalda de ella.
Era un ángel.
-Carne inocente- Dije para mi mismo, sintiendo la adrenalina
y la emoción correr por mis venas al visualizar la hermosa muerte de un ángel
entre mis manos.
En un segundo estaba frente a ella, ambos enfrentados, solo
que en lugar de sacar mi oz y quitarle la vida, ella estaba apuntándome con una
flecha, directo al corazón.
Nuestras miradas estaban enfrentadas, tenía los ojos de un
color que no existe en la tierra ni el infierno, su cabello era largo y dorado,
caía sobre sus hombros acariciando levemente sus alas, que eran lo más perfecto
que mis ojos habían visto.
Era ella, no podía ser nadie más que ella.
-Tú eres Samantha, la heredera del arcángel William.
Ambos empezamos a rodearnos, sin quitar la flecha de mi
corazón, ella no perdía la vista de mis ojos, inexpresiva, pero en un rápido
movimiento saque una espada apuntándola, ahora ambos estábamos en posición de
amenaza.
-Tú eres la escoria que nació de las entrañas del infierno
-En persona-Le sonreí provocativamente, podía sentir la
tensión entre ambos.
-Arreglemos esto como adultos ¿si?-Me dijo sin cambiar la
expresión de su rostro incorruptible.-Suelta tu espada, y soltare la flecha.
-¿Cómo podría creerte, si a penas te conozco hace 5 minutos?
-¿No recuerdas? Hace 15 años, nos conocimos mas
profundamente…
-No se de lo que hablas.
-Tú despedazaste mis alas, pluma por pluma…
El odio subió por sus ojos, rápidamente me quito mi espada,
dejándome caer en el suelo. Estaba amenazándome con ambas armas, le sonreí aun
mas ancho, y la empuje lejos, en un segundo estaba sobre ella, mi oz rozaba su
cuello.
-¿No eras tan lista como creías no, Sammy?
Corte superficialmente su terso cuello, sangre de un rojo
profundo emergió de su herida, en sus ojos había miedo, ella quería ser
valiente, siempre oculto el miedo detrás de la mascara de niña fuerte, la brisa
me trajo una imagen, ella tenia 5 años, encerrada en una oscura prisión en el
infierno, la sangre brotaba de todo su cuerpo, y yo le estaba causando esas
heridas… éramos solo niños.
Ahí bajo mi cuerpo se veía tan pequeña, tan frágil aun,
sentí la necesidad de protegerla, y una necesidad aun mayor de besar sus
labios.
Y el miedo de apodero de mi.
-Te dejare vivir esta vez- Le dije serio, evitando ver las
lagrimas en sus ojos- Pero no quiero volver a verte… o te arrancare el corazón
con mis propias manos.
Me aleje rápidamente de ella, estos pensamientos no son
parte de mi, los latidos fuertes no son parte de quien no tiene corazón, el
amor es para los ilusos, la culpa es de débiles, el miedo de cobardes.
Soy un el heredero del infierno, y nadie me va a quitar eso.
¿No les pasa lo mismo?
A mi si xD
Gracias por los comentarios, estamos tratando de remodelar el blog hasta el momento llevamos esto, bueno saludarlas y pedirles disculpa por la demora ahora el tiempo esta en nuestra contra queridas nos estamos viendo en otro capitulo de Evil Angel
Un abrazo psicologico desde la distancia, suerte en todo :)
Atte Alex
E.A
dios tienes razón... Cam es tan frío... que da cosita...
ResponderEliminarme encanto el capítulo...
espero suba pronto...
Cuídense y un abrazo :D
Oh por dios! Este es el momento en el que lloró......las extrañe ;,)
ResponderEliminarKęrly*